Christopher Vélez, cree que lo tiene todo, es rico, guapo, y está felizmente casado.
Pero alguien llegará... Alguien que cambiará el orden de su vida, que lo hará darse cuenta de que es lo que realmente desea...
⚠️Historia adaptada, aunque a partir...
Antes de que pudiera decir algo Zabdiel se levantó en un abrir y cerrar de ojos.
— Buenos días señor Vélez —se paró rápidamente de la silla.
— Buenos días Zabdiel.
Lo analicé bien, se veía como de mi edad, quizá un año más, era alto y delgado, sus ojos era de color café claro, color miel diría yo, castaño, y con unos hermosos labios gruesos de tonalidad rosada. Era guapo que digo guapo. ¡Demasiado sexi! Cuando menos me di cuenta el ya estaba frente a mi.
— ¿Quién es ella? —su voz gruesa retumbó por toda la oficina.
— Es su nueva secretaria señor, comienza mañana.
— Buenos días señor, me llamo Alessia Cruz, un gusto.
¡Rayos¡ Estoy demasiado nerviosa, me da un poco de miedo su mirada.
— Buenos días, señorita Cruz.
Me sentí un poco incomoda, por el hecho que recorría mi cuerpo con la mirada, me incomodaba y mucho.
— Fue un gusto conocerla señorita Cruz, nos vemos mañana, espero que pueda con el puesto.
Se fue. Zabdiel respiro aliviado y alzó sus hombros.
— No te preocupes, el es así, bueno al parecer hoy viene más gruñón de lo normal —hace una mueca— verás, mañana tienes que estar aquí a las 6:30am, se que es un poco temprano, pero como comprenderás tengo que explicarte en que consiste tu trabajo, que harás, y donde esta cada oficina, que le gusta al señor Vélez y que no. El llega aquí a las 8:00am, ni un minuto más ni un minuto menos, le gusta que todos estén aquí antes, por lo que tienes que ser puntual, ¿Entendido?
— Entendido. Entonces... Nos vemos mañana, adiós Zab.
Me levanté de la silla, y salí de la oficina, caminé por el pasillo, viendo como pasaban personas a un paso veloz, personas escribiendo en sus computadoras. Sentí una mirada, volteé, allí estaba el, el señor Vélez, cuando volví mi mirada hacia el, entró rápidamente a su oficina. Me pareció un poco extraño, pero igual le reste importancia.
//Christopher Vélez//
Llegué a la oficina algo enojado, anoche me quedé dormido en mi despacho luego de lo que pasó. Mi espalda estaba matandome de dolor, Sunshine ni siquiera se preocupó por mi, es más cuando me desperté por la mañana, ella ni siquiera estaba en casa.
Entré a la oficina, como siempre todos estaban trabajando o fingían estarlo, entré a mi oficina, dejé mi portafolio sobre mi escritorio y volví a salir. Caminé hacia la oficina de Zabdiel, tenía que ver si había cumplido con la orden que le había dicho.
La puerta estaba cerrada, así que la abrí y asomé mi cabeza, pude ver a una chica que estaba de espaldas hacia mi, su cabello era largo y un poco ondulado, no la veía bien.
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Cuando salió de la oficina, la pude observar mejor, tenía largas piernas que se entallaban excelentemente en sus jeans, una blusa, que remataba las curvas en los lugares correctos. No pude evitar mirar su glúteo muy bien formado, ella volteó, rápidamente me metí a mi oficina.
¡Mierda! No debería de ver a otras mujeres, ¡Estoy casado!. Me acosté en el sillón. No podía negarlo la tal Alessia no estaba para nada mal, se me hacía muy sexy... Pero estoy felizmente casado, FELIZMENTE, así que no podía hacer nada.
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Editado ✔️
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