*Desesperación *

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El beso tomó a Gun por sorpresa.  Pero lo dejó seguir para comprobar algo.
Tras unos momentos lo empujó.
- Lo siento. No puedo.
-¿ Es por ese alfa, no?
-No sé.  Puede ser. Pero sé, que solo te quiero como amigo. Ahora quiero irme. No te enojes. Cuando tenga todo más claro, hablamos.
Se acercó al mostrador, y mientras pagaba, escucho a Tawan pedir un trago.
Un poco molesto, se alejó del lugar.
No quería darle la razón a White, aunque estuviera en lo cierto. Ahora sabía que solo quería sentir los labios de Off. Que difícil se le ponía.

Caminando hacia su departamento, un timbrazo lo despertó de sus pensamientos.
-Hola mamá.  ¿Como éstas?
- Hola ¿Podrías venir a casa?
- ¿Ahora? En unas semanas iré. En el receso.
-Es tu abuela. Esta grave. Quiere verte.
- Si, ma. Ya salgo para allá.
Cortó.  Su corazón latía como loco. Queria llorar. Una angustia crecía y amenazaba con explotar, mientras preparaba documentos,  dinero y una pequeña mochila para el  viaje.
Nanu, su adorada abuela Nanu.

Hizo una corta llamada.
La voz de su amigo.
-Hola.
-White, por favor, justifícame con los profesores y con el rector. Tengo que ir a mi casa. Surgió un problema. Cuando pueda, llamo. Gracias.
- Pe..- el tono de corte sonó en su oído.
No le dió tiempo a responder.

En la estación tomó en micro hacia su casa. Unas cinco o seis horas al menos, dependiendo de las paradas que hiciera.  Y eran muchas.

La noche fue larga.
Alrededor de las 4 de la mañana arribó. Su padre lo esperaba en la terminal.
- Hola.
Se abrazaron en un intento de consolarse mutuamente.

En el tramo hacia la casa hablaron poco.
Entrar a la casa, y ver a toda la familia reunida, no auguraba nada bueno.
Saludó a su mamá y a los demás rápidamente,  yendo luego al cuarto de su abuela, que se hallaba recostada. Se veía cansada y muy avejentada.
-Nanu, Nanu.
Ella abrió lentamente los ojos.
-Gunnie, mi bebé.
-¿Cómo estas? -preguntó sin sentido, no pudiendo parar las lágrimas que ya caían a raudales.
Respondió limpiando el rostro de su nieto favorito.
- No llores.  Aquí estoy. Esperándote.  Voy a emprender un nuevo viaje. Pero no podía partir sin despedirme de ti. Mi preferido.
- Nanu, no te vayas.
- Tú,  pícaro egoísta ¿Qué estuviste haciendo? ¿ Cómo va la universidad?
- ¿Cómo puede ir? Tú sabes que tú nieto es el mejor. Pero, tal vez, algo pasó. 
La abuela abrió sus ojos sorprendida.
Gun continuó.
- Conocí a alguien especial.
- ¡Ohhh! Estoy muy feliz por ti. Esto me conforta mucho. Alguien con quien hacer y compartir tu vida.
El omega se ruborizó.
-Solo nos estamos conociendo.
La abuela sonrió.
- Para que tú me lo cuentes,  debe ser muy importante para ti. Estoy muy feliz. Sé que lo vas a hacer bien. Me voy a ir tranquila.

Gun se levantó y corrió a llamar a la familia. Volvio rápido a su lado.
-Nanu, Nanu.
Cerró sus ojos y dio su último aliento ante todos.
El pequeño nieto de la abuela Nanu, cayó en un llanto desconsolado, llorando horas tras horas,  tomando su mano, hasta caer desvanecido.

Horas más tarde, cuando ya era de día, un grito desgarrador lo despertó.
- ¿ Qué fue eso?- le preguntó al aire.
Estaba en su cama. Se acercó al corredor y no se oía nada mas que silencio.
Recordó lo que habia pasado y el pesar volvió sobre él.
Se lavó la  cara en el baño, y de repente un pinchazo en el pecho lo asustó. Se lo tocó y, se le pasó.

- Que raro.
Comenzo a cambiarse la ropa y otra vez, el dolor recrudeció. Luego, alivio.
- ¿Qué me pasa?
Terminó de vestirse, y un dolor insoportable volvió. Sentía que le partia el torax a la mitad. Fue hacia el suelo, en un grito agónico.
Sus padres vinieron enseguida.
La madre se acercó a tratar de levantarlo.
- ¿Qué pasó?
Levantando la cabeza apenas, con los ojos anegados .
- Duele, duele. Mi pecho duele. No se que me pasa.

Ambos se miraron.
La madre alfa comenzo a rodearlo con sus feromonas. El comenzó a calmarse.
Ella habló.
- Por casualidad, Tú ¿encontraste a tu compañero?
- ¿Qué?
- Si encontraste a tu destinado.
- No. No sé.
- Sí estás dudando, es porque alguien apareció. Pensá. Alguien que te hace sentir amado. Aish, no sé como explicarlo.  Dile tú.
- Ya sabemos a quien sales tan despistado. Te hace sentir algo en el pecho.  Lo extrañas, piensas en esa persona todo el tiempo. Necesitas su toque.
-Eh... tuve mi celo y alguien me cuidó.
- ¿En serio? Bien, ¿Quién es?

Se levantó de golpe.
- Me está llamando. Tengo que irme.
Desesperado, como un animal enjaulado, comenzo a agarrar sus cosas. Queria irse como si lo atrayera un imán gigante.
Su cabeza pudo mas.
- Momento. No puedo irme. Nanu...

- Gun -habló el padre - ya te despediste de Nanu. Hiciste todo lo que podías. Ve. Si te llama es por algo.
- Pero.
- No , no quiero ningún pero. Vete ya.
Vamos. Te llevo .
Abrazó a su madre, y en un rato ya estaba viajando de regreso.

Durante el trayecto, lloró mucho, pero no era por su Nanu. Era porque sentia que Off sufría, y no sabía porque. Miró  su teléfono.
-Maldita señal.
Tenía que aferrarse al asiento, para no salir corriendo por el pasillo.

Logró dormirse un poco.
Soño estar volando. En un cielo azul, sobre un mar profundo, que golpeaba contra unos acantilados, que se le hacian conocidos.
Volaba y observaba la costa.
Algo lo retenía. Esperando.

De un momento a otro, el cielo se oscureció. Las nubes se arremolinaron en torno a él.  Las ráfagas de viento, lo mecían violentamente.
Su atención fue atrapada por algo que cayó al agua.
Miró bien, sin poder acercarse. Moviendo los brazos, para desatarse de esa tormenta que lo mantenia atrapado. 
Cuando reconoció lo que era, su corazón se detuvo.
-Off.

Abrió los ojos, justo en el momento que llegó a la terminal.
Bajó, y lo primero que hizo fue llamar a White.
-Hola , ¿donde estás?- le respondió.
- En la terminal. ¿Sabes dónde esta Off?
- En el hospital.
- Mándame la ubicación. Ya tomó un taxi.

Mientras miraba el teléfono, se subió y le dijo la dirección al taxista.
En quince minutos estuvo allí.
White y Earth, lo recibieron en la entrada.
-¿ Dónde está?
- Espera. ¿Qué pasó contigo?
- Después. No puedo hablar. Me necesita.
Ignorando sus preguntas, buscó el rastro de su aroma y lo siguió.

Llegó hasta un cuarto, pero la enfermera le cortó el paso.
- No puedes entrar.
-Me necesita.
- ¿Eres su pareja?
Dudó antes de responder.
-Si.
- Pasa. Avisaré al doctor.

Off estaba dormido,  pero su semblante no estaba tranquilo. Se veía inquieto y en dolor.
El doctor vino rápidamente. Gun lo reconoció.
- Ho, hola.
- Buenas tardes. Así que usted es su pareja.
- Si,creo que sí.
- Bueno. Escuche atentamente. Esta sufriendo la ruptura del lazo.
- ¿Qué?
- Según sus amigos, él cree que usted se enlazó a otra persona.
- No, nada que ver.
- Es lo que él piensa. Está en un grave peligro mortal. Si pasa la noche,  mañana ya habrá cortado el destino que los une. Sino, puede morir en el intento.
- No se lo que quiere hacer usted. Quedarse a su lado, es lo principal. Y si quiere mantener el lazo, debe despertarlo.  Piénselo.
- Gracias.

Lo miró.  No había nada que pensar.
Lo quería.
Se sentó  a su lado. Y empezó  a llamarlo.

Y eso fue lo que pasó.
Off lo miraba sorprendido.
- Entonces, ¿no te enlazaste a Tawan?
- Jaja. ¿ No escuchaste nada de lo que dije? Con él único con él que quiero estar es contigo.
- Porque soy tu destinado.
- Por cualquier cosa, menos por eso. Me volvés loco. No puedo pensar, no puedo estudiar. Todo el dia estás en mi cabeza...
El alfa lo tomó de la cabeza,  selló sus labios con un beso y se alejó.
El otro lo miro boquiabierto.
- Me gusta tu faceta charlatana. Te amo.
Y sin esperar respuesta, lo volvió a besar.

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Hola. Se me hizo largo esto . Mas de 1300 palabras.😱
Espero les guste. Nos vemos en el siguiente capitulo.





Los Labios Del Pequeño OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora