Tras dos tortuosas y largas horas, Bela volvió.
-¿Y? ¿Lo pensaste?
-No puedo pensar- decía mientras intentaba apretar las piernas. -Déjame ir al baño.
Lo miró fijo, y luego se acercó rápidamente tomándole la barbilla.
- Creo que no entiendes la situación en la que estás. He sido demasiado paciente.
- Por favor, te lo ruego.
-¡Ay! No lo soportó, llévatelo- le dijo a Milo. -¡ Y!- dijo comprimiéndole el brazo al pequeño. - ¡Ni se te ocurra intentar escapar! ¡No me hagas enojar más!Volteó y le habló al primero.
-Tú tranquilo. Presta atención y guardate los puños, a menos que sea necesario.
Lo desató y llevó. Gun caminaba lento por la debilidad que aún sentía, y por el dolor en su vejiga, más miraba atentamente todo el lugar.
Pasillos largos. Varias puertas. Tal vez un edificio abandonado. O desocupado.Entró y el vigilante, tras él. Tenía que pensar una salida. No era muy fuerte, ni ágil, ni rápido. Eso sí . Tenía una cabeza muy dura. Ya se lo habían dicho varias veces ¿Como la aprovecharía? Sus pensamientos iban y venían. Hasta que en su mente sonó un clic.
-Espero que funcione- pensó.Se desahogó, aliviándose. La tortura en su bajo vientre se deshizo, aclarando su mente.
Intentó lavar sus manos cuando el otro le agarró el brazo, tironeándolo.
-Espera un momento, se me desató el cordón.
-No me importa. Déjalo así.
-Si me caigo vamos a tardar más en volver.
Lo arrastró ignorando sus palabras.
El omega tropezó, medio de verdad, medio forzado.
-¡Ah! apúrate y átate- dijo absteniéndose de pegarle.
Se levantó manteniéndose agachado, acomodando su cabeza y rogándole al cielo que esto saliera bien. O estaría muerto.
-Tienes una única oportunidad. No la desperdicies- se dijo.Varios segundos estuvo abajo. Moviendo un nudo que ya había atado hace rato.
-Vamos -dijo Milo.
-¡Vamos!- repitió y lo aferró del brazo para levantarlo.
Tiró. Con el envión, la cabeza del pequeño le golpeó directo en el medio de la quijada.
Cayó de espaldas atontado.Gun aprovechó a correr a través de los corredores probando los picaportes, hasta que una puerta cedió . Siguió alejándose, cuando fue detenido por un depósito que no llevaba a ningún lado.
Se metió, trabándolo desde adentro.
Mesa, sillas, un escritorio, fueron empujados para fortalecer la muralla.
En un rincón se agazapó, haciéndose bolita, y llamando a Off con todas sus fuerzas.Después de unos minutos Milo reaccionó. El sabor de la sangre inundaba su boca.
- Me las vas a pagar, enano de porquería. Y me va a gustar- dijo refregándose las manos.
Siguió el rastro del omega por los distintos cuartos hasta que, en un callejón sin salida, lo encontró.
Era fuerte el aroma del miedo.
Intentó abrir sin éxito.Golpeó con los nudillos.
- Gatito, te encontré gatito. Ábreme la puerta. No me provoques. Si me abres, puede ser...que no te devuelva el golpe.
- Gatito- decía mientras golpeaba. -¿ Te comieron la lengua los ratones? Hace una rato, no te callabas.Gun estaba aterrado. Lo encontró demasiado fácil. Su plan se había ido por el caño.
-¿Off por qué tardas tanto?Se aferró a sus piernas llamándolo insistentemente, hasta que un ardor lo hizo incorporar de golpe.
Explotó en su vientre y comenzó a extenderse. Estómago, pecho, cuello, extremidades, cabeza, fueron arrasados por esa sensacion que se volvió fuego.
- No, no puede ser. El celo. No puede ser.
Se tocaba no creyendo lo que le sucedía.
- Esto no me puede estar pasando. No ahora. Off- rogó por última vez.
Sus sentidos estaban intensificados. Podía oler su propio aroma a vainilla. La piel de gallina, aunque por dentro se quemara. Su virilidad muy despierta.
Por lo menos, agradecía no haber perdido la consciencia.Se volvió a acurrucar tratando de calmarse, escuchando la voz de su amado alfa. Imaginándose en sus cálidos brazos, con su aroma acunándolo. Esto imagen lo excitó más.
El calor bajo a su pubis. Despertando, electrificando, sensibilizando sus puntos clave.
Un gemido escapó de su boca, que tapó rápidamente con la mano.
Los golpes en la puerta se intensificaron.
-Abre gatito. Yo puedo calmarte- decía con un tono que rozaba la locura.
-No, no . No puede ser.El ruido de los impactos se volvieron violentos e incontrolables.
La madera comenzó a partirse. Poco a poco, los muebles también cedieron.
Por la improvisada abertura, asomó el furioso y desequilibrado vigilante.
-Gatito. Aquí estoy.
Sus ojos estaban idos.Gun temió por su vida.
Apretándose sobre sí mismo. Cubriendo sus orejas, esperó el ataque.-¡Ahhh!
El grito desgarrrador lo descolocó.
Lentamente, levantó el rostro.
La escena lo enmudeció.
El brazo del atacante partido a la mitad. Sujetó por Off.-Off- susurró.
- ¡Ni se te ocurra ponerle un dedo encima!- gritó el alfa enfurecido................................. .......
Feliz año nuevo!!!!
Espero que les guste..
😘😘😘
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Los Labios Del Pequeño Omega
Romance- Solo quieres sacarte de encima a esa odiosa chica- se repitió a sí mismo, mientras besaba vorazmente al pequeño omega con el que chocó en el bar. Lo que no esperaba, era la entrega y el fuego, con el que aquel muchacho correspondió a sus besos...