Los Labios Del Pequeño Omega

*Tawan*

Esos emojis lo volvian loco. No podía creer lo cursi que era.

Tawan ya estaba cuando Gun llegó
-Hola.
-Hola. ¿Pedimos?

Se sentaron junto a las mesas, con sus comidas. Y el omega volvió a preguntar.
-¿Cómo estás?
- Bien, estoy bien. De verdad. Supongo que te enteraste.
-Algo escuche. Pero estuve ocupado, no le hice caso al rumor. Dime, que querias decir.

Titubeante y nervioso comenzó a hablar .
-El otro día cuando me dejaste en el bar, estaba bastante enojado.
- Lo siento.
-No te disculpes. Hacia mucho que no me gustaba alguien y en realidad, estaba enojado conmigo. Por como me comporté. Tú perdóname - el otro hizo un gesto con las manos diciendo que no. - Entonces pedí un par de tragos más, antes de irme y me quedé pensando en lo que sentía. Cuando sentí que el alcohol me mareaba un poco, me fui.
-Caminaba hacia mi departamento cuando un aroma me frenó. Comencé a seguirlo y, escondido en un oscuro callejón estaba un omega. Se olía que  estaba en celo.
- ¿Estas bien? - le pregunté. Él me miró fijamente y al siguiente momento estaba sobre mí, besándome. Más que besarme me ahogaba, pero su aroma me mareó por unos momentos. Era dulce, embriagador, adictivo. Cuando pude controlarme y detenerlo, le pregunté el nombre, donde vivía. Pero estaba fuera de sí. A pesar de que le aferraba fuertemente los brazos, estaba descontrolado. Hacía mucha fuerza para soltarse. Tuve que  calmarlo con mis feromonas, desmayándose en mis brazos.

Tomó un sorbo de jugo y continuó. Gun lo miraba sorprendido.
-No sabía que hacer. Lo llevé a mi casa. Apenas abrí la puerta me abordó. Se aferró a mi cuerpo besándome sin respirar.  Me descolocó y esta vez le correspondi. Me volví loco.

Hizo una pausa y preguntó.
-¿Te molesta qué te cuente esto?
- No- dijo el omega.
-La verdad es que lo más cercano a un amigo que tengo eres tú. Quiero que sepas el porque hace unos días estaba atras tuyo y ahora...esto.
- Esta bien.
Avanzó en la historia.
-Entonces en algun momento, de toda esa locura, escuche una voz desde adentro mío. Me gritaba: destinado, destinado. Y,  lo marqué. Lo que sentí no tiene explicación.

-Al otro día, confundido, me desperté,  lo ví, y nos reconocimos. Es estudiante de esta universidad también. Me miraba de una forma en la que nadie me había mirado nunca. Me enamoré como un loco. Él estaba un poco pudoroso, pero por lo menos, no quiso huir de mí. Y ahora, nos estamos conociendo. Empezamos al revés.

Revolvió su plato, juntando lo poco que quedaba.
-No me arrepiento de lo que hice. Me hubiera gustado que fuera en otra situación o de otro modo. Pero ya está. No puedo hacer nada.
Lo miró por primera vez en largo rato.
- Te quiero agradecer.
-¿Yo qué tengo que ver?
- Si no te hubiera conocido, nunca lo hubiera encontrado. Todo lo que pasó desde el momento en que te conocí fue para llegar a él. Gracias a ti, y a que seguí mis instintos. Y también perdóname por cambiar mis sentimientos.
- No, no, no tienes nada que agradecerme, ni que disculparte. Me alegra que me hayas contado. Me alegra ser tu amigo. Y...siendo un poco indiscreto ¿ Quién es?
- Ahí viene. Le dije que venga a buscarme a la cafetería.
Hizo señas con las manos hacia la espalda del pequeño.
- Aquí estoy.
El otro con una sonrisa se acercó rápidamente a ellos.
El omega levantó la vista de su plato.
- Hola...hola Gun.
- New, Newie- casi se atragantó con el ultimo bocado.- ¿New es tu destinado?
- ¿ Se conocen?
- Sí , vamos a la misma clase.
- Increíble-. Miró   a su omega y le tomó la mano. - ¿ Cómo te fue?
- Bien- dijo totalmente ruborizado. Aún, el otro no se acostumbraba a tener esas atenciones.
- Me alegró por ustedes, chicos. De verdad.
- Igual no te vas a librar de nosotros- habló Tawan.
El otro sonrió.
- No, claro que no.
- ¿Vamos?
- Sí- respondió el otro tímidamente.
- Nos vemos después.

Se alejaron lentamente. Medio abrazados,  medio de las manos. Se alegraba mucho por ellos, y también por el mismo. También había encontrado su felicidad. Solo tenía que soltarse un poco más.
Tomo el teléfono, y marcó el número de Off.
Una voz cariñosa le respondió desde el otro lado.
- Buenas tardes.
- Buenas tardes señor Jumpol. Le gustaría ir a una cita conmigo.
-¡ Sí, sí,sí  ! -gritó el otro emocionado.
- Bueno. Nos vemos en el estacionamiento. Ahora.
Se escuchaba al alto exaltado desde el otro lado de la línea.
Colgo y habló para sí mismo.
-¡Que loquito!

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Hola, levanté la mano quien adivinó al destinado de Tawan.
Espero que les guste.  Nos vemos en el siguiente capítulo.
😘😘😘