*Verdades*

1.1K 169 4
                                    


Atravesó el umbral con Off pisándole los talones. Tras oír la puerta cerrarse, un abrazo lo envolvió desde atrás.
-¿Qué pasó bebé?¿Por qué llorabas?

Volteó refugiándose en su pecho sin poder evitar la catarata de lágrimas que lo asaltó. Escondiendo el rostro. Tratando de frenar el llanto, sorbía por la nariz.
-Ey, ey, ¿Qué pasa? Cuéntame. Puedes confiar en mí.

Levantó la  vista lentamente, secándose los rastros del agua salada.  Y mirándolo con los ojos brillosos.
-Tengo miedo.
-Estoy aquí para protegerte. Dime que pasa.

Dudó. Se movía nerviosamente. Tratando de evitarlo.
-Ey, dime.
-Me, me... estan amenazando. Desde lo del parque.  Han pasado cosas. Me han golpeado. He recibido notas.
- ¿Cómo que te han golpeado?
-Sí, lo del parque fue un ataque. Lo recordé unos días después. Alguien susurró mi nombre, y luego sentí el impacto.
- Mi pequeño- dijo tocando su cabeza.    - ¿Donde te duele?- Comenzo a besar su cabello. - Aquí,  aquí,  ¿Aquí?

Gun se río por primera vez, en varios minutos.
Off se puso serio.

-Dame ese sobre. Quiero ver que dice.
Lentamente se despegó de su alfa y busco en su mochila. Se lo acercó.
El otro se lo quitó y abrió.
Leyó sin inmutarse, pero apretando el puño.
-Me lo quedo.
-¿Viste lo que dice?
- Óyeme bien. Tú nunca, pero nunca, te alejes de mí. Soy tuyo. No te lo permito. No me dejes-. Todo lo decía en un ruego. - Me costó casi la vida, tenerte. Por favor, no me dejes.
-No pienso hacerlo.
- Vamos Gun. Te atrapé haciéndolo.  Te escondiste de mí. Te estabas yendo. Te conozco bien. ¿ Por qué no me dijiste lo que pasaba?

El omega evadía su mirada.
-Tenía miedo. Terror de que algo te pase.
-No me ocultes nada. No te lo permito.
Perdóname. Pero esto, no lo puedo permitir. Soy tuyo. Eres mío. Tienes que confiar en mí. Esto nos esta pasando a ambos. ¿Sí?

Espero el asentimiento del otro y continuó.

-Earth ya empezó a hacer averiguaciones.  Hay que ir a la facultad y a la comisaría para denunciar esto.
El otro miraba hacia abajo acongojado.
-¿Estas bien?

Se refugio en sus brazos otra vez. Un poco más tranquilo,  pero una leve inquietud aun lo carcomía. Su cabeza no paraba.
-Ey, confía en mí.  Yo te protegeré. Nos protegeré. Te amo.
-Te amo-. Dijo mirándolo apoyado en su pecho. Luego bajo el rostro.

Quería confiar en él. Confiaba en él. Pero no en el otro, en quien estaba haciendo esto. De solo pensar en...

- Ey, lo sigues haciendo. Calla esa cabecita.
Sorprendido lo miró.

Tomó su barbilla y lo besó. Una, dos, tres veces. Probando esos labios que lo volvían loco. Apretándolos entre sus dientes, tironeándolos. Luego los recorrió con su lengua. Castigo y recompensa.
También liberaba feromonas, para calmar su nerviosismo.
El pequeño se aferró a su cintura.
Cuando se serenó, se zambulló de lleno en su boca.
Volviéndose un beso húmedo, ansioso, sediento.
Bajo sus manos hasta apoyarlas en su trasero y apretó. El otro gimió.
Las subió encontrando la camisa, que molestaba. Se la sacó  de un tirón y lo empujó hacia la cama.
Aún llevaba una musculosa,  que fue subiendo lentamente mientras posaba pequeños besos, en su estómago, cintura, pecho.  La deslizó fuera de su cuerpo y tomó su lóbulo, lamiéndolo afanosamente.
Bajo él,  Gun se retorcía, clavando sus uñas en los hombros.
Siguió bajando. Ahora el cuello era el objetivo. Castigado, succionado, mordido. Ansiaba dejarle marcas. Ansiaba marcarlo con sus colmillos.  Pero aún debia esperar.
Se arrastró hasta la clavícula, mordiéndola, haciéndolo gritar de placer.
- Pequeño travieso. - sonrió.
Fue hasta su boca y la reclamó, ahogando sus jadeos, con su saliva.
Lo soltó y fue al pecho, recorriendo con el dedo el esternón, dibujando una línea imaginaria hacia cada uno de sus pezones.
Eligio uno al azar y empezó.  Beso mordisco , lamida. Suave y duro. Según como el otro respondía.
Gun en llamas, atrapado bajo su gran cuerpo, solo se dejaba hacer y se movía lo poco que Off le permitía.
El alfa levantó la vista y miró cómo reaccionaba su amor ante sus embates.

Enfiló hacia el otro pecho, cuando un pequeño tintineo lo sacó de su éxtasis.
Primero suave y lejano. Luego más fuerte, más recurrente, lastimando sus oídos.
No podía identificar que era hasta que reaccionó.
Una llamada entrante en su móvil.

Lo sacó del bolsillo del pantalon y  leyó.
Earth.
Se sacudió el pelo, y se golpeó rostro sin llegar a atender.
Gun se levantó.
- ¿ Quién es?
- Earth.
Se sentó bien y le dijo que atienda.

Espero el llamado,  pero no llegó.
Entonces, marcó.
- Hola Off.
- Hola, dime.
- Averigüe algo.
- Si.
- Bela, no es.
Sin decir nada, miró fijo a su omega.






Los Labios Del Pequeño OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora