I'M YOUR BAD GUY [BILLIE EILISH/TERMINADA]

Capítulo 31

(Este capítulo tiene contenido +18)

NARRA BILLIE:

Alex estaba muy rara. Entró a mi habitación por la ventana y se puso a llorar después, no sabía qué le pasaba pero no había salido de ella contármelo tampoco así que no le iba a presionar. Me quedé dormida mientras ella acariciaba mi pelo.
Habían pasado como 9h y seguía durmiendo así decidí despertarla poco a poco. Pasé mi dedo por su mandíbula y su nariz, sin tocar mucho sus heridas:

Alex: Buenos días - me dijo con una voz ronca a la vez que me sonreía.
Billie: Buenos días - le sonreí.

Alex comenzó a besarme lentamente, era genial poder despertar con ella así. Nunca había recibido besos para despertar y los de ella se estaban volviendo rutina ya, se sentía realmente bien. Me acomodé encima de ella y le empecé a besar con más facilidad, hasta que mi madre entró a la habitación:

Maggie: Bill... o perdón, yo no quería interrumpir - salió de la habitación.
Billie: Mamá, pasa, si es Alex - le contesté.
Maggie: Oh buenos días Alex, no sabía que te quedabas a dormir - sonrió.
Alex: Siento mucho no haber avisado señora Pirate, para la próxima vez lo haré - contestó con su voz ronca.
Maggie: Yo sólo venía a por una camiseta que me dejé aquí el otro día y ya os dejo privacidad chicas - dijo buscando la camiseta en el armario - anda mira aquí está, usad protección- dijo mientras cerraba la puerta tras de sí.

Alex se empezó a reír por el comentario de mi madre y yo no sabía dónde meterme, pensaba que iba a morir de la vergüenza. Su risa era pura armonía aunque ahora mismo quería escuchar un único sonido: el del chasquido de nuestros labios separándose.
La volví a besar esta vez con más ganas, con más intensidad, con más necesidad. Dejé que mis labios y los suyos fluyesen solos, que jugasen entre ellos mientras que ella acariciaba mi espalda y yo simplemente aguantaba las ganas de soltar suspiros que me provocaba:

Alex: Si quieres suspirar podemos poner música, ¿que te parece The Motto de Drake?
Billie: Es mi jodida canción favorita desde siempre así que ponla ya - la obligué.

Conectó su móvil a la pequeña cadena reproductora de música que tenía y comenzó a sonar la canción mientras ella y yo seguíamos besándonos. Alex tiró de mi y se sentó en la cama mientras yo me sentaba encima de ella.
Me quitó la camiseta del pijama mientras yo hacía lo mismo con la suya, al poco tiempo nuestros torsos estaban desnudos uno frente al otro.
Nuestros pantalones también desaparecieron. Alex notó mi humedad por lo que decidió hacer de las suyas. Me agarró por los muslos y me levantó para poder tumbarme en la cama y hundir su cabeza dentro de mi feminidad.
Sacó mi ropa interior lentamente, parecía observarlo todo, una vez la sacó me cubrió entera con su cuerpo besándome mientras con su rodilla ejercía una minima presión en mi zona que conseguía hacer que mi piel quedase completamente erizada. Me besó y fue bajando con sus labios por todo mi cuerpo hasta que por fin llegó al principal destino. El resto se convirtió en historia. Su lengua había conseguido que todo mi cuerpo se arqueara y se moviese al compás que ella marcaba.
En menos de 20 minutos, el orgasmo se apoderó de mi cuerpo y salió de mí un gemido fuerte y ahogado. Vi como Alex me observaba, parecía estar disfrutando ver como gritaba gracias a ella. Sonrió. Y se tumbó a mi lado.
Cuándo el aire volvió a mi ser, cogí el móvil y vi una llamada perdida de Kate, así que decidí devolverle la llamada para ver que pasaba, García me abrazó y a veces me besaba el hombro:

Kate: Menos mal que me coges el puto teléfono Billie joder - tenía un tono bastante enfadado.
Billie: ¿Qué pasa Kate? - le dije con confusión.
Kate: Pues que han matado a Nero, a Nerito, el jefe de tu novia, lo han matado, le han dado un tiro en la cabeza y quería ver si ella estaba bien - me dijo casi ahogada.

Habían matado a Nero y no me había enterado.
Sin quererlo comencé a llorar y solté el móvil en la cama, Alex se percató y habló con Kate diciéndole que más tarde hablaban que ahora yo no podía hablar y que ya lo haríamos más tarde.
Sentía que me faltaba el aire, que me ahogaba. Tenía una sensación de axfisia, un gran nudo en la garganta, habían matado a Nero...
Aunque él y yo últimamente estuviésemos distanciados desde siempre había sido mi amigo, desde que vino de Italia y ahora ya no, ahora lo habían matado seguramente por las drogas. Solo pude pensar en Alex y en abrazarla, no quería que a ella le pasara lo mismo, no quería que tuviese ese mismo desenlace, por lo que la abracé fuerte y me aferré a su espíritu por un largo momento.

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