Fui a casa a tomar una ducha y a dejar una llave de repuesto debajo de la alfombra para Jack. Rachel y él se comprometieron a pasar por ella esta misma mañana y organizar toda la mierda que compraron para Xander antes de llevarlo a casa esta tarde.
Cuando le dije a Marie que me iba, en realidad lucía preocupada de que pudiera irme y no volver. No puedo decir que la culpo por pensar eso, pero ahora las cosas son diferentes. Le hice la promesa a Jack que lo iba a intentar, y sé que es lo que Keri querría. Además, no puedo hacerle eso al chico, ahora no. No lo dejaré ahí.
Traje las mierdas de Keri conmigo, su bolso y la ropa. Contemplo seriamente tirar todo en el contenedor más cercano, y luego pienso en ese maldito sueño que tuve y lo que ella había dicho.
Nunca me conocerá si no se lo dices.
Esa mierda se me quedó grabada. Me afectó, porque no conocí a mi madre.
La perra se fue cuando tenía dos años debido a que era adicta a las drogas, y eso es todo lo que sé. A medida que fui creciendo, me hubiera gustado tener algo de ella. Hubiera querido algún tipo de conexión con ella. Pensé que podía revisar las mierdas de Keri y guardar algunas cosas para Xander. Incluso si no termino quedándomelo, las puedo enviar a donde quiera que él vaya. Pierdo mi mierda cuando empiezo a revisar sus cosas, y otra vez encuentro el diario, y mientras lo tomo, una carta se cae. Se abre y el nombre de Xander está escrito en la parte de atrás. Debería haberla dejado, la debí haber guardado para que la pudiera tener cuando se hiciera mayor. Ese fue mi error. Me senté en el sofá, la desdoblé, y la leí.
Querido Xander:
Quise escribirte esta carta para que supieras cómo fue y lo que sentí antes de tu llegada. Desde el momento en que me enteré que venías, supe que tenía que decirte lo mucho que te quiero. Supe que pasaría el resto de mi vida mostrándotelo y diciéndote lo mucho que significas para mí. Nunca he sido tan feliz en toda mi vida, porque siempre he sabido que algo me faltaba. Una parte de mí que no estaba completamente llena, hasta el momento en que me enteré de ti. Estoy tan emocionada por el día en que por fin llegue a estrecharte en mis brazos.Mi corazón está lleno de tanta alegría y anticipación de lo que te depara el futuro. Disfraces de Halloween y cosechas de calabazas. Árboles de Navidad y cartas a Santa Claus. Huevos de Pascua, cumpleaños, y muchos deportes. Prometo hacer lo mejor que pueda para darte todas esas cosas y más. Tú y yo seremos una familia. Siempre vamos a ser una familia y nada ni nadie podrá cambiar eso.
Así que no importa lo que suceda en tu vida, no importa cuántos fracasos o cuántos éxitos logres, quiero que sepas cuán importante eres. No importa si estamos juntos o separados; mi amor por ti nos mantendrá conectados para siempre. Nunca creí en los milagros hasta que supe de ti. Ahora, creo en ellos.
Te quiero,
Mamá.Terminé de leer la carta y la doblé muy cuidadosamente de nuevo, exactamente de la manera en que ella lo había hecho, y la puse de regreso en el interior del diario. Juntando las manos detrás de mi cabeza mientras me balanceaba hacia adelante y atrás, traté de mantener mis emociones bajo control. No estaba funcionando. Así que en vez de eso, me levanté, dejando el diario en el sofá. Tomé la lámpara sobre la mesita y la arrojé al otro lado de la habitación. Observé cómo chocaba contra la pared y se rompía en pedazos junto mientras pensaba que no era el único que se rompía en la habitación. Algo en mí, absoluta y malditamente se rompió cuando leí esa carta, y cualquier parte de mí que quedara después de la muerte de Keri, se destruyó totalmente junto con la lámpara. Esa cadena muy fina que me sostenía, se rompió por la mitad, y el dolor que había estado tratando de mantener a raya, llegó para inundarme. Pensé en cómo me sentí al crecer sin mi madre. En cómo habría dado cualquier cosa, lo que sea, para que alguien cuidara de mí de la forma en que Keri quería cuidar de ese niño. Me hacía sentir dolor por mí, por ella, por nuestro niño. Nunca había sentido dolor de esta manera, nunca pensé que el dolor pudiera causar dolor físico, como el que estaba sintiendo en ese momento. La lucha contra la que estaba peleando contra la avalancha de dolor, era lo único que impedía que me desquiciara. Físicamente, no podía llorar; No podía dejar que las lágrimas salieran, así que en vez de eso, grité tan fuerte como pude. Fue violento y gutural, y sentí cómo me partía en dos. Había pura furia en mí; Era intensa y más grande que yo. Una creciente rabia sustituyó mi dolor y tristeza. Una ira de una grandeza que nunca había sentido antes, y todos los pensamientos racionales salieron de mi cabeza. Fue entonces cuando causé un maldito alboroto. Creo que incluso pude haber perdido el conocimiento mientras tiraba todo a mi alcance. Me fui contra cualquier cosa que fuera demasiado pesada para lanzarla, y para el gran final, atravesé mi mano en una pared de la sala de estar. No fue suficiente para hacerme sentir mejor, pero era
algo. Fue suficiente para calmar a la bestia luchando por encontrar la forma de salir. Fue suficiente para hacerme sentir vivo, y necesitaba sentirme vivo. Necesitaba alejarme de la muerte, porque la muerte era todo lo que podía ver. Para el momento en que terminé de decorar mi casa estaba hiperventilando. Mirando alrededor, me quedé satisfecho con mi trabajo y me largué de allí. Lo último que hice fue abrir la puerta, cerrarla inmediatamente detrás de mí, y salir del edificio. Recuerdo vagamente a una chica de pie en el pasillo, mirando completamente horrorizada mientras pasaba a su lado. Oh malditamente perfecto.