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Hemos estado en esta habitación, en este sucio motel, durante horas. Garrett en su celular mientras ordena el jet de su padre para que esté en su lugar en una pista de aterrizaje que sé está por lo menos a una hora de aquí. No me llevó lejos y ese fue un error. Sé que después de la llamada telefónica Harry sabe que no estoy; y sé que no va a dejar que Garrett me aleje. Debió haberme llevado al norte, a un lugar cerca del aeropuerto para esperar, pero Garrett es estúpido y debido a eso, sé que alguien me va a encontrar.

Cuando Harry se alejó de mí en el pasillo antes, me destruyó, tan completamente me hizo pedazos porque ni siquiera se molestó en mirar alrededor de mi apartamento antes de entrar en el suyo. Ni siquiera se molestó en encender las luces. Yo solo cerré la puerta, entré y fui a mi habitación en la que me estaba esperando. Me gustaría pensar que lo habría detectado allí, sentido el peligro, pero estaba demasiado molesta por la discusión con Harry. Estaba triste de que no me quisiera con él igual que todas las noches antes. Tenía miedo de que fuera el final de nosotros.

Cuando Garrett apuntó su arma hacia mí, amenazó con herir a Harry y a Xander. Así es como supe que me había estado vigilando porque ni una sola vez, ni una, le mencioné el nombre de Xander a Garrett. Sin embargo, sabía quién era Harry, a pesar de que Harry tampoco le había dado su nombre cuando habían hablado y él sabía de Xander. Me había estado vigilando y yo había entrado directamente a una trampa. Sabía que estaría en casa de mis padres con Harry. Sabía que mi mamá se volvería loca, que es, probablemente, el porqué no le había dicho acerca de mi relación con Harry. Quería que tuviéramos un problema, contaba con ello, contaba con que la explosión causara una ruptura entre Harry y yo, estuvo esperando su oportunidad.

Fui con él y no le di batalla. ¿Cómo podría hacerlo? No estaba a punto de pelear con él cuando pelear significaba que lastimaría a Harry o peor, a Xander. Prefiero morir a dejar que le pase algo a mi bebé. No importa que no sea su verdadera madre; Lo quiero demasiado como para dejar que alguien le haga daño.

—Si no me vuelves a llamar en una hora, me iré de aquí y encontraré otra manera.

Garrett lanza su teléfono a la cama, donde estoy sentada con obvia frustración. Claramente, su papá no está tan entusiasta acerca de ayudar a su hijo a salir del país con la ex-novia secuestrada.

—Garrett, por favor, solo déjame ir. Los dos estamos cansados y no estamos pensando con claridad. No tienes que hacer esto.

—Cállate —me grita y yo me encojo, me hago una bola y llevo las rodillas a mi pecho. No puedo negar que tengo miedo de él; He tenido miedo de él durante meses—. Cierra la boca. Esta es tu culpa. He estado tratando de hablar contigo durante meses y has estado enredada con ese puto perdedor y su hijo. Debería haberlos matado a los dos solo para darte una lección.

Cierra la distancia entre nosotros y agarra mi cabello tirando de él con fuerza. El dolor irradia a través de mi cráneo y dejo escapar un grito de agonía.

—Me perteneces. Ya es hora de que aprendas la lección.

—Estás lastimándome.

—Esto no te está haciendo daño, ____. Confía en mí, puedo putamente lastimarte mucho peor que esto. —Puedo decir que su control está cayendo y que una ciega rabia lo reemplaza. No sé lo que va a hacer, pero no tengo ninguna duda de que me lastimará. Tira de mi cabello otra vez en su puño y luego me da un empujón hasta que quedo de lado sobre la cama.

El miedo que tengo comienza a toda marcha y trepo por el otro lado de la cama, dándole gracias a Dios de no haber tratado de frenarlo en absoluto. Todavía puedo tratar de hacer una carrera de él. Puedo ir a la estación de policía más cercana hasta que Harry venga por mí.

—Vuelve a sentarte en la cama de mierda.

—Garrett, vamos a hablar de esto. No vale la pena.

—Tú perteneces a mi lado.

—Yo no te amo.

—¿Y qué? ¿Lo amas a él? ¿Al muerto de hambre?

—No es un muerto de hambre, pero sí, lo amo. Tienes que dejar que me vaya. Necesitas comprender que nunca te amaré. Nunca te he amado.

—¿Realmente lo elegirías sobre mí? ¿Sobre alguien que podría darte todo? ¿Qué podría darte él que yo no pueda?

Quiero decirle que todo. Quiero explicarle que nunca me daría la clase de amor me que me da Harry. Nunca podrá darme otro Xander, pero no lo hago. Nunca entendería eso de todos modos. Lo único que gente como Garrett y mi madre entienden es sobre dinero. El dinero es el único idioma que hablan.

Su teléfono suena y baja la guardia, su atención se ha desviado y mientras alcanza el teléfono, tomo mi oportunidad. Sé que no voy a tener otra, por lo que doy la vuelta y corro hacia la puerta. La tengo a medio abrir cuando viene detrás de mí y la empuja cerrándola. Grito como el demonio, con la esperanza de que algún transeúnte me pueda escuchar, pero Garrett agarra un puñado de mi cabello y golpea mi cabeza en la puerta. Mientras me deslizo hacia el suelo, con dolor la cabeza y lágrimas en los ojos, envuelve sus brazos alrededor de mí y me arrastra de nuevo a la habitación. Me arroja sobre la cama como si no pesara, como si no fuera más que una pluma. Aterrizo con un ruido sordo y reboto y reboto nuevamente, trato de trepar fuera de la cama, pero está en mí rápidamente. Su mano está en mi cuello, sus piernas sobre mi torso y lucho tan duro como puedo. Pateo, empujo, agarro y rasguño, pero cuando su puño conecta con mi rostro, estoy prácticamente inutilizada.

La fuerza pura del primer golpe es como una explosión en mi cabeza volviendo mi visión borrosa.

Las lágrimas que he estado retrasando ganan la batalla y comienzan a caer. Levanto mis manos en un vano intento de proteger mi rostro, mientras él continúa pegándome. Una pequeña ráfaga de aire se escapa de mis pulmones mientras se levanta, pero es rápidamente seguido por un gruñido de dolor cuando me recoge y me lanza hacia abajo al suelo.

En ese punto, mi mente se desconecta y dejo a mi cerebro ir a la deriva con pensamientos de Harry, de mi Harry, que a pesar de estar enojado conmigo, estoy segura de que está lleno de preocupación y de culpa. Pienso en mi guapo chico, en su risa linda de bebé y en sus muecas. Su pequeño puño agarrando mi camisa mientras lo mezo para dormir, y así Garrett no me puede lastimar ya. No me puede hacer daño porque mi corazón y mente están en casa con mis chicos y puede hacer lo que quiera con mi cuerpo, pero nunca podrá quitar eso de mí. Mis chicos están conmigo. Es el último pensamiento coherente que tengo antes de que todo se vuelva negro; antes de desvanecerme a un lugar donde nada importa ya.

Un Pedazo de ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora