____ y yo pasamos juntos todas las noches durante la semana pasada. Yo llegaba a casa del trabajo, y si no estaba todavía aquí cuidando a Xander, venía y cenábamos juntos. Yo lo ponía en la cama y luego nos quedábamos juntos en el sofá, viendo TV, y terminando la noche así. Cada sesión de besos se volvía más caliente y más pesada, pero siempre nos deteníamos antes que las cosas se salieran de control. Y cada vez es más y más difícil detenernos. Al final de la noche, ella vuelve a su apartamento y en cada ocasión es una tortura verla irse. No quiero nada más que acelerar este proceso y llevar las cosas al siguiente nivel con ella. Puedo decir que está dispuesta, porque parece estar tan frustrada cuando nos detenemos como yo. Pero detengo las cosas de todos modos porque nuestra primera vez juntos no debería ser aquí con un bebé en la habitación de al lado que pudiera despertarse en cualquier momento. Necesito que nuestra primera vez sea privada. Quiero aprovechar mi tiempo con ella, y por una vez, al menos, sacarla a una cita real.
Tengo la esperanza de que esta noche sea la noche. Hablé con la señora Park y estuvo más que dispuesta a quedarse con Xander esta noche para poder pasar algún tiempo de calidad con ____. No, no voy a apresurarla parar cualquier cosa. Si decide que no está lista, estaré bien sólo con pasar un tiempo a solas con ella. Cuando abre su puerta, de repente me quiero saltar la cena y pasar directamente a la segunda parte de mis planes para la noche. Su cabello cae en ondas sueltas por su espalda y hombros, e imagino mis manos enterradas en su cabello mientras la beso como la mierda. El top gris que lleva resalta el azul de sus ojos y su brillo de labios hace que sus labios parezcan aún más llenos. Cada parte de mí nota lo hermosa que se ve en este momento.
—Hola —dice en voz baja, con una tímida sonrisa en sus labios. Se ve tan inocente en este momento y hace que la inocencia se le vea bien. No tengo ningún problema siendo el chico que la corrompa. Con mucho gusto me registro para ese trabajo.
—Hola, nena —regreso, y sus ojos se iluminan con el sonido de que la llame así—. Estás preciosa.
—Te ves bien también —dice, y termino con la charla. Extiendo la mano para agarrarla y atraerla hacia mí. Envuelvo mis brazos alrededor de su cintura y deposito un beso en su frente mientras se funde en mí.
—¿Estás lista? —pregunto, mis labios rozan la parte superior de su cabeza.
—Mmmhmm.
Nos separamos, pero sigo sosteniendo su mano mientras la llevo fuera del edificio y a mi auto. Ella se desliza en el asiento del pasajero, una vez que abro la puerta para ella y sólo cuando tiene abrochado su cinturón la cierro y me muevo hacia el lado del conductor.
—¿A dónde vamos?
—No quería ir demasiado lejos en caso de que la señora Park llame, así que pensé en mantenernos en la localidad. Espero que no te importe.
—No me molesta en absoluto —dice mientras salgo del estacionamiento y voy a la carretera.
—Esta noche es la gran apertura de un nuevo restaurante italiano a algunos pueblos de distancia. Un amigo mío es el propietario, y pensé que podríamos ir a probarlo.
—¿Un amigo? —indaga con curiosidad en cuanto a quién podría ser este
amigo, tal vez pensando que es una mujer.—Sí. Dominic y yo solíamos trabajar juntos. Él hizo la construcción y fue a la escuela culinaria. Es una gran cosa para él, así que pensé que sería genial comprobar qué tal terminó.
Ella se estira para darle a mi mano un apretón en la palanca de cambios.
—Suena muy bien. —Me sonríe y giro la mano para poder agarrar la suya y descansarla en mi regazo. La dejo allí, conectándola conmigo todo el camino al restaurante. El valet toma el auto cuando llegamos, y conduzco a ____ al interior. No puedo negar la sensación de orgullo que siento al tenerla de mi brazo. Le presento a Dominic y él personalmente nos acerca a la mesa que reservó para nosotros. Una botella de vino está encima de la mesa y mientras la ayudo con su silla, un camarero se acerca y la abre inmediatamente, sirviendo una copa para cada uno de nosotros.