XIII. ¿Una buena decisión?

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Capítulo 13.

¿Una buena decisión?

Dos días habían pasado, dos días en los que Duff e Izzy no se hablaban o miraban y es que desde aquella pelea el rubio ni se había dignado a poner un pie en la habitación de ambos, desayunaba antes que Izzy y al ir por Steven al preescolar y dejarlo se encerraba en su oficina todo lo que restaba del día. Lo que no sabía, es que al alejarse de su esposo... Se alejaba de igual manera de sus tres hijos. Era completamente idiota al no saber diferenciar, no hablaba con sus hijos más que algunas palabras, si Slash antes no le dirigía la palabra ahora menos. Steven; él es pequeño y quiere a sus papás aunque no sepa que pasa y por último Axl, que parece ser muy neutral ante la situación de sus padres a diferencia de Slash que se inclinaba más al lado de Izzy, Axl intentaba ser neutral y hacer entra en razón a su rubio padre, él sabía que no funcionaría pero por lo menos intentaba algo.

Y ese mismo día en la casa habían llegado ambos chicos de la escuela con folletos en manos, y aunque Axl apenas abrieron la puerta corrió a su habitación Slash entró a la sala de estar y miro a Izzy sentado con otros folletos en manos y golpeando el pie rítmicamente contra el suelo.

—No sé qué te habrán dicho, pero no es cierto —se defendió aún sin siquiera saber qué le diría su padre, pero cuando Izzy aporta esa postura significa que es algo serio.

—Tu director me llamó, me dijo que no quisiste acompañar a tu curso a la muestra de universidades —le reclamo—. ¿Qué piensas hacer con tu vida? ¡Ser un vago!

—No... Hippie —burló Slash, intentando hacer reír al pelinegro pero en cambio sólo recibió un gesto de molestia—. Papá no exageres, mira aún hay tiempo de elegir, falta...

—Falta menos de un año...

—Faltan meses aún, puedo disfrutar de mi familia en esos meses sin agobiarme —intento relajar a su padre—. Oye, dentro de unos meses sólo veras a Axl y a Steven por aquí, disfrútame que después me iré y no podré visitarte más que en las vacaciones.

—Sí, hijo lo sé. Pero tienes que asegurar tu futuro, los procesos de admisión son tediosos y, agh, no tendré cabeza para eso en unos meses. Estaré ocupado con otras cosas.

—¿Qué cosas?

Izzy prefirió cambiarle de tema y ahora reclame le por otra cosa.

—Tienes que hacer tiempo de caridad —Slash hizo cara de flojera y sacudió su cuerpo en molestia.

—Agh, ¿por qué? Eso ni siquiera necesito para ir a la universidad y no me lo piden en la escuela...

—Pero te lo pido yo —lo interrumpe—. En estos lugares necesitan ayuda.

Tomó los folletos y miro rápidamente analizándolos, no iría a un acilo ya lo había hecho el año pasado y las cosas no resultaron bien. Y ni loco ayudaría a recoger las calles, por personas sucias que quiere ensuciar el mundo pensando que es solo para ellos, por su mero egoísmo. Y mucho menos ira a un refugio animal.

—No, me niego. No me puedes obligar a ir a un lugar al que no quiero ir —se cruzó de brazos.

—Slash tienes que hacerlo, eso te enseñara a ser una mejor persona. Cuando yo era más joven... —Slash prefirió no escuchar las grandes hazañas de su padre y comenzó a pensar en otra cosa.

O más bien una persona; claramente esa persona tiene nombre y apellido, Axl McKagan Stradlin, y no era por elevar su ego, pero es que Axl es la persona más preciosa que ha visto, increíblemente hermoso como para ser cierto, sus preciosos ojos entre verdes y azules, daban como resultado a un jade, su nariz respingada de una manera tan perfecta sus facciones tan delicadas y marcadas, a la combinación con su piel pálida y liza haciéndola brillar, para después terminar resaltando con sus labios delgados y rosados. Joder que si era afortunado al ser él quién los besaba, quién podía tomar su mano y entrelazar sus dedos mientras caminaba en algún lugar desconocido, medianamente estaba bien para él. Y era tan perfecto poder tener a alguien tan inteligente y lindo como Axl a su lado. ¿Qué había hecho él para merecerlo?

"Los McKagan Stradlin" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora