II. Maldito duende irlandés.

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Capítulo 2.

Maldito duende irlandés.

Axl y Slash estaban sentados en su living esperando a que llegaran con Steven del preescolar. Ninguno de los dos hablaba sólo se miraban.

Pero de pronto la cara de Slash cambio a una más dulce mirándolo con cariño. Ya que recordó la vez que Axl llegó a la casa.

—¿Qué me ves wey? —ya que se le parecía extraño que lo mirara así—. ¿Quieres pelear?

Slash rio.

—¿¡De que te ríes pendejo!? —se altera Axl y se le lanza encima.

Entre maromas, jalones de cabellos, golpes, y rodar por las escaleras, Slash lo logró dejar a Axl pegado al suelo y le dijo:

—Gane maldito duende irlandés —se burla Slash pero Axl sabe algo que él no, Slash no se resiste a sus pucheros. Axl hizo un puchero y abrillanto sus ojos. Slash se quedó mirándolo a los ojos y se distrajo soltando le una mano.

Axl le pego tremenda cachetada y ahora Slash quedó bajo de Axl.

—Gane maldito trapeador poseído —se burla y lo deja aún tirado aturdido por el golpe.

Axl se fue para su habitación.

—Maldito duende irlandés.

Slash se quedó aún tirado pensado en cuando llegó el maldito duende irlandés a sus vidas.

Flashback.

12 de diciembre de 2004.

Slash de dos años corría por el jardín al lado de su mucama quien había quedado al cargo del pequeño mientras sus padres regresaban de un viaje de negocios o eso creían hasta que...

—Saúl ya llegamos —gritaron desde el interior de su casa así que el niño con ayuda de la señora entraron al interior de la casa. Pero Slash solo miro a su rubio padre—. ¿Cómo te portaste?

—Bien —responde dando brincos alrededor de Duff—. ¿Y papa Izzy? ¿Dónde está?

—Estaba bajando tu regalo.

Entonces la puerta se abrió e Izzy entró con un niño de diez meses en brazos con evidentes cabellos pelirrojos y ojos enormemente azules y algunas que otras pequeñas pecas en su lindo rostro. Tenía la naricita roja por lo cual se miraba aún más tierno. Tenía puesto una chamarra blanca unos pantaloncitos azules y un gorrito azul al igual.

—Yo no quería un duende irlandés de regalo —y si desde ese momento nació el apodo «duende irlandés» que sigue vigente hasta la fecha—. Yo quería una autopista y un helicóptero. No un duende irlandés. ¿De qué me sirve esa cosa?

Se sienta en el piso enojado y haciendo pucheros, y Izzy quien ya había dejado en el suelo al duende irlandés quien apenas sabía caminar ya que en todos sus intentos de levantase del suelo fallaba y caía.

—Ves ni siquiera sabe caminar. No sirve tíralo.

Siguió enojado y se quedó sentado ahí por un rato. Izzy y Duff prefirieron marcharse un rato pero olvidaron una cosa... Sí, al duende irlandés.

—Vete con ellos —el pequeño pelirrojo sólo lo miro y le sonrió—. ¿Y yo que puedo hacer con un duende irlandés? Ni siquiera sabes caminar y no sé tu nombre. Te diré el mío, es Saúl. Di Saúl.

—Pathu —Slash bufo, ni hablar sabía. Este juguete era inútil. Al parecer también a Duff e Izzy se les había olvidado decirle que no era un juguete sino su nuevo hermano.

"Los McKagan Stradlin" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora