VI. El maldito día de campo, parte 2.

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Capítulo 6.

El maldito día de campo 2.

Izzy iba bajando las escaleras, la casa estaba vuelta loca, ¡si loca!, no era nada a comparación de otros días en los que solo los adolescentes asistían en casa, no.

Todos se estaban preparando para el día de campo... Pero Izzy era quien más tareas tenía. Y ahora estaba corriendo debido a que su esposo hacía sonar la bocina de la camioneta para apresurar. Izzy llegó a la entrada de su casa y miro a toda su familia dentro de la camioneta y sonrió.

—Rápido Izzy —alzó la voz Duff.

Cuando ya todos estuvieron en la camioneta y en sus lugares Duff puso la misma en marcha.

—¿Qué música pondrán? —pregunta Izzy y la mirada retadora entre los hermanos apareció.

Slash estuvo apuntó de abrir la boca pero dos personas tenía planeado algo diferente, Steven le pego con su oso de peluche y Axl habló:

—Pongan la película del Rey León —hablo ganando la batalla Axl y Steven.

—Esto es una conspiración, una blasfemia una, una —Slash se quedó sin palabras para seguir su queja y mejor calló.

—Pero Steven y yo queremos el Rey León. Dos contra uno. Es muy justo.

Slash se cruzó de brazos y se puso sus audífonos, le tocaba enojarse.

Fueron ya dos horas en el camino faltan otras tres y los chicos ya tenían hambre, bueno menos Axl, él se había ido a la cajuela para dormirse.

—Vamos a comer —se paró Duff en el mismo lugar que siempre paraban cuando visitaban a los abuelos.

Todos habían ya bajado... Axl, cierto se les olvidaba Axl.

—Slash despierta a Axl, y después se van los dos directo a sentar con nosotros.

Slash rodeó los ojos, pero accedió es que despertar a Axl es como activar una bomba. El moreno fue a la cajuela y abrió. Allí estaba su hermano completamente dormido abrazando la llanta de repuesto.

"Ja una llanta". Pensó Slash, y comenzó a jalar de su pie.

—Mmm —se quejó Axl, entonces comenzó a hablar dormido—. Te amo.

Slash rio sabiendo que aún estaba soñando y quería saber porque como buen hermano le molestaría por días con eso.

—¿A quién amas? —se aguantaba la risa mientras le seguía jalando el pie.

—Slash me gusta tu amigo —Slash abrió los ojos impresionado pero también disgustado, cuál de los tres idiotas le gusta.

¿James?

¿Nikki?

¿Lars?

No, Lars no, ¿por qué no? Bueno Axl, Axl... Simplemente no. Y no se imagina con los otros dos. Vamos son sus amigos ya están advertidos.

Y la vez pasada se estaban peleando por saber si Axl y Slash podían ser algo, no. Pero tampoco quería a uno de sus amigos como cuñado.

Mejor se pasó adelante para prender el clima y no morir de calor después se pasó a la cajuela de nuevo y se puso a pensar.

Miraba a su hermano una y otra vez. Y después sacaba su celular.

Entonces Axl sintió la mirada.

—¿Qué me ves puto imbécil? —habló con la voz ronca y abriendo los ojos.

—¿Quién te gusta?

"Los McKagan Stradlin" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora