Capítulo 22

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8 de octubre de 1773

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8 de octubre de 1773.

Querida ¿podrías ir a vigilar a los niños mientras voy al mercado? — me pidió mi amiga Meredith, asentí con una sonrisa al mismo tiempo que corría hacia los niños.

— ¿Quién quiere qué le cuente una historia? — les pregunté con voz emocionante a los niños, inmediatamente estos se apresuraron en levantar las manitas emocionadamente.

Enseguida fui a buscar uno de los libros que se encontraban en la sala de juegos, no es como si ellos tuvieran muchos ya que por tristeza las personas no hacían muchas donaciones al orfanato, este contaba con las paredes algo desgastadas por su vieja pintura también en varios rincones se podía notar algunos rotos que tenían las escaleras, era realmente triste pero los niños que estaban aquí le daban color a este lugar.

Un hilo de confusión entró en mi al notar que había un libro nuevo El aventurero lo tomé y sólo ojeé la primera hoja para estar segura de la elección, ya satisfecha me volteé pero casi muero del susto al ver a Venus apoyada en el borde de la puerta.

— ¡Maldita seas! No podías avisar que estabas ahí — dije poniéndome una mano en el pecho, no sabía que había estado tan concentrada ojeando el libro.

— Shhh recuerda que hay niños aquí, de seguro no quieres que te escuchen esa boca — me contestó Venus aguantando la risa, enarqué una ceja para después tomarle el brazo — Cierra la puerta, ya investigaste lo que te pedí — dije susurrando para que no nos escucharan los niños.

— No he encontrado nada Athena, tal vez sólo son imaginaciones tuyas — habló Venus — ¿Es decir cómo puedes pensar que nuestras amigas te traicionarían? — me cuestionó con los brazos ya cruzados.
— Tienes razón tal vez sólo son cosas mías — respondí tratando de sonar convincente pero yo sabía que no era así luego de mi respuesta le ofrecí una sonrisa
— Tengo que irme, le dije a los niños qué les iba a leer un cuento — añadí ya abriendo la puerta para salir.


(...)

Ya pasado los minutos los niños se encontraban durmiendo en su habitación, realmente yo no era una persona de amar a niños pero estos se habían ganado poco a poco mi corazón no existente. Con Venus nos pusimos a recoger todo los juguetes que se encontraban en el suelo, en un descuido de mi parte el libro que tenía en manos se cayó y de este salió una hoja de color crema dándome a entender que se trataba de algo viejo, sigilosamente tomé la hoja y la escondí dentro de mi chaqueta sin que Venus se diera cuenta.

Después de eso tomé el libro y decidí dejarlo exactamente donde lo había encontrado, me puse alerta al escuchar la puerta de enfrente baje un poco la guardia al ver que se trataba de Meredith que cargaba muchas bolsas.

Fui a ayudarla con las bolsas hasta que una de ellas llamó mi atención se trataba de una bolsa de color verde oscuro, absolutamente todos sabían de donde provenía ese color de bolsas la tienda de brujas procedí a disimular el gesto y hacerle creer cómo si no lo hubiera visto.

Athena la primera híbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora