Capítulo 41

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Sentí un alivio en el alma al comprobar que la reacción de ambos fue positiva, detenidamente examiné a cada uno de los que se encontraban a mi alrededor

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Sentí un alivio en el alma al comprobar que la reacción de ambos fue positiva, detenidamente examiné a cada uno de los que se encontraban a mi alrededor. Detuve mi observación cuando mi mirada chocó con la de Roland, su quijada parecía querer despegarse de su cabeza luego de analizar si no tan patética expresión dirigí mi vista hasta donde Thomas el cual tenía una mirada efusiva llena de orgullo. El sonido de alguien sorbiendo su nariz hizo que absolutamente todos prestáramos atención a la dueña de ese ruido quien en estos momentos se encontraba en un mar de lágrimas, al Laurel notar que todos teníamos nuestra atención en ella, guardó rápidamente su pañuelo
— ¿Qué? ¿Acaso no han visto a alguien llorando? — preguntó casi inaudible por la increíble congestión, cuando está vio que nadie le respondió dejó salir un resoplido con sus labios — ¿Saben qué? Olvídenlo cuerpos sin alma — añadió, esto último lo dijo susurrando por lo que se ganó una mirada asesina por parte de la mayoría.

El ataque de miradas fue interrumpido por la voz de Roland — Rose, realmente eres tú — dijo anonado, de manera forzosa Noah se despegó de su madre para ponerla detrás de él con el fin de protegerla — Aléjate de ella — rugió vorazmente, un fuerte mareo ocasionó que me pusiera de cuclillas, a lo lejos escuché los pasos de Rose aproximarse hasta mi persona para ayudarme — Sabía que tenías que descansar — dijo está en forma de regaño, la miré con una sonrisa penosa a la vez que débilmente me reincorporaba
— Tranquila no es necesario que me ayudes, ahora ve con tu hijo que el si te necesita — dije suavemente mientras veía a Thomas correr hasta a mi para ayudarme a caminar
—Yo me encargo — dijo el recién llegado, un tanto desconfiada por Thomas esta me soltó — Ten cuidado con lo qué haces — amenazo a el susodicho. El último en reaccionar fue Noah que en cuanto se percató de todas las heridas que tenía se acercó donde mi — ¿Quién te hizo esto? — preguntó con pura rabia, con mis manos le hice seña de que no le tomara importancia — El que lo hizo ya no está en este mundo — conteste para que no se preocupara — No quiero ser agua fiestas pero es momento de irse de aquí — dije a la vez que hacía un círculo invisible con mis manos para que entendieran que este no era el lugar más seguro, afortunadamente todos me hicieron caso por lo que empezamos a caminar cuidadosamente con rumbo a la manada de Noah.






(...)




Minutos más tarde por fin pudimos cruzar los límites de la manada, al llegar apreté el agarré que Thomas tenia conmigo para que supiera que no me estaba sintiendo bien, antes de poder decir algo me dejé caer encima de el para dormir aunque sea un poco — No seas quejica tú sabes muy bien que puedes terminar de llegar — se quejó este, al escucharlo una pequeña carcajada escapó de mi boca — Acabé con un grupo completo de cinco vampiros súmale que asesine a tres brujas indeseables que se encontraban allí, todo eso sin contar la pelea aparte que tuve con Dante así que creo que tengo el derecho de dormir un rato además eres fuerte ¿de qué te quejas? ¿Ah? — dije en broma mientras le apretaba los bíceps.


A nuestras espaldas se escuchó un gruñido por parte de Noah — Thomas, ni se te ocurra — advirtió de manera celosa, una sonrisa maliciosa se posó en el rostro de el mencionado — Sujétate bien — me dijo con burla, antes de que pudiera preguntarle de que carajos estaba hablando, este me cargó estilo princesa y salió corriendo conmigo entre brazos para la casa de mi mate — Ven aquí pedazo de mierda — escuché decir a Noah, las carcajadas por parte de los demás no tardaron en aparecer. Thomas todavía con una sonrisa en sus labios avanzó hasta toparse con la casa de Noah que enseguida fue abierta gracias a los guardias que se encontraban allí. La corrida de Thomas disminuyó poco a poco cuando llegamos a el jardín, delicadamente este me bajo para no hacerme daño — Hiciste lo correcto — dijo después de ver que los mareos que tenía habían parado, suspire de manera exhausta y lo miré — ¿Porqué lo tenías en tu casa si sabias lo que había hecho? — pregunté sin quitar la expresión neutra de mi rostro.


Apenas me escuchó su rostro pasó de serio a uno de sorpresa — ¡Oh vamos! No pensarás que de verdad me creí que dejaste entrar a Dante en tu manada a base de lo que él te dijo — expresé obvia al mismo tiempo que alzaba una ceja — Me gustaría decirte que lo sabía desde el momento en el que él pisó la manada pero no, fueron meses después que me di cuenta de la persona que era — confesó cabizbajo — Luego de eso investigué más a fondo sin embargo no había nada acerca de la familia de tu mate, en esa investigación también me enteré de que ya lo conocías desde hace mucho antes — hizo una breve pausa para tomar aliento — Al principio no negaré el hecho de que te juzgue por tu decisión pero después entendí que realmente tú no tenías ninguna opción — terminó diciendo, pasados los minutos este se despidió con un pequeño beso en la mejilla y procedió a caminar sin rumbo alguno dejándome completamente sola.



Inhale y suspiré profundamente a la vez que observaba el paisaje que tenía en mi frente, a pesar de que fuera de madrugada  la luz de la luna iluminaba todas las flores que estaban plantadas en el jardín por lo que se podían distinguir de manera eficiente. Gracias a esa luz el satinado que tenían las pequeñas hojas de el pasto verde destacaban de una forma que lo hacía ver casi como una pintura — Lo lamentó tanto — susurré cuando sentí a Noah a mis espaldas — Se que te di un susto de muerte, es más se que he hecho demasiadas cosas a tus espaldas y espero de verdad que me puedas perdonar algún día — dije todavía en un débil susurro.

— ¿Es enserio? — preguntó a la vez que se acercaba lentamente hasta donde mi — Aún sigo asimilando el hecho de que mi madre a quien daba por muerta hace años esté viva pero eso no quita el factor de que esté feliz — dijo a escasos centímetros de mi — ¿Eso significa que no estás enojado conmigo? — pregunté con emoción — Si y no — respondió con una sonrisa que después quiso disimular. Rápidamente lo rodeé con mis brazos para abrazarlo, iba a quedarme unos minutos más en esta posición hasta que recordé que era hora de cumplir con mi palabra — Mierda, Roland — murmuré para mi persona sin embargo gracias a la posición que me encontraba con Noah, este se despegó para verme molesto — ¿Estás pensando en ese imbécil? — preguntó celoso, inmediatamente empecé a negar con la cabeza — No, por supuesto que no — dije para después dejar salir un bostezo — Es solo que le di mi palabra con algo que le dije — finalicé, lentamente me terminé de separar de Noah para verlo fijamente a los ojos
— Por cierto ¿sabes dónde está? — pregunté con pereza, este se quedó observándome luego de eso Noah depósito un beso en mi frente — Ve a dormir pequeña — dijo para después marcharse como si nada.



El sueño desapareció rápidamente de mi sistema y el corazón me comenzó a palpitar de manera desenfrenada — Mierda — dije al darme cuenta de lo que había ocurrido.






El sueño desapareció rápidamente de mi sistema y el corazón me comenzó a palpitar de manera desenfrenada — Mierda — dije al darme cuenta de lo que había ocurrido

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Athena la primera híbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora