Capítulo 16

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No voy a negaré diciendo que no dolió, dolió como la jodida mierda pero no podia permitirme verme débil, ahora mismo tenía que concentrarme para ver si alguien más de la manada se encontraba hechizado, instantáneamente me paré hasta los límites de...

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No voy a negaré diciendo que no dolió, dolió como la jodida mierda pero no podia permitirme verme débil, ahora mismo tenía que concentrarme para ver si alguien más de la manada se encontraba hechizado, instantáneamente me paré hasta los límites de la manada de Noah porqué sentía que alguien me observaba y más que todo estaba en lo correcto al escuchar un pequeño crujido sonreí de lado antes de voltear a ver de quién se trataba.

— Vaya sabía qué ibas a hacer algo así Selene — le dije a Brenda la mate de Alessandro, sabía que era ella ya qué se encontraba con los ojos blancos está empezó a sonreír.

— Te voy a destruir Athena, voy a empezar con tus seres queridos — dijo está acercándose poco a poco a mi.

— ¡Uy! Mira cómo tiemblo, querida es que al parecer todavía no te haz dado cuenta con quién estás tratando — dije socarronamente también acercándome a ella.
— Vamos a ver qué piensa Noah cuando golpees a la mate de su mejor amigo — dijo para empezar a atacarme, por supuesto inicié esquivando los golpes para después atacar con un golpe en la mejilla y una patada en el estómago está se estrelló contra un árbol, en un descuido de mi parte se abalanzó hacia mi para golpear mi labio logrando que de este saliera un poco de sangre.

En ese momento la pelea quedó en pausa, sentía cómo mis ojos se oscurecían al ver la sangre que me había quitado del labio, lentamente levanté mi rostro para ver a "Brenda" su cara la adornaba una sonrisa maliciosa. Instantáneamente volví mis ojos a la normalidad cuando sentí que detrás de mi se encontraban Alessandro y Noah.
—¿Qué mierdas te sucede con mi mate Athena? — preguntó Alessandro ya transformado en su forma humana.

— Athena me atacó así de la nada, desquitándose de las cosas que le están sucediendo — dijo "Brenda" llorando de forma fingida en los brazos de su mate y con sus ojos ya normales pero era más que obvio que seguía siendo Selene, rodé mis ojos ante la tontería que dijo.

— Primero te desapareces por dos días y ahora quieres desquitarte con ella por las idioteces qué haces ¿qué coños te sucede Athena? — dijo Noah cabreado, su desconfianza dolía como los mil demonios  sin embargo estaba rezándole internamente a la Diosa luna para que no me estuviera equivocando por lo que iba a hacer.

— ¿Saben algo? Estoy cansada de todo esto, estoy cansada de tener que fingir que alguno de ustedes me importa. Quiero que sepas que lo que me dijiste horas atrás de yo ser tu mate es recíproco, la diferencia es que a mi nunca me ha interesado tener uno sin más me retiro pasen un lindo día — no sé cómo hice para poder poner una sonrisa en el rostro porqué dolía, sentía cómo si me quitaran un pedazo del alma pero se que al final todo valdría la pena a parte de que sabía que alguien más me estaba escuchando. Detuve mi caminata al escuchar a Noah hablar
— Mientes — dijo con voz temblorosa el mencionado se encontraba también negando con la cabeza.

Sonreí de lado al ver a Alessandro y a "Brenda" sorprendidos — ¿Enserio creíste por un minuto qué me importaste? Si hasta tú mismo cuestionas todo lo que hago antes de saber el porqué — dije seriamente cruzándome de brazos.

— Dejémoslos solos — me interrumpió Alessandro para llevarse a "Brenda" dejé pasar los minutos para observar de reojo qué ambos se encontraban bastante lejos como para podernos escuchar, sin perder la oportunidad tomé a Noah y lo apoyé a un árbol para que me viera fijamente a los ojos, al verlo logrado procedí a utilizar la compulsión con él.

— Nunca te quites el collar — finalicé, este simplemente me miró confundido después de decirle eso mire el suelo con ojos algo llorosos antes de que Noah me dijera algo me marché de la manada con velocidad vampirica.

Todo es por una causa Athena tranquila.



Horas después de ese suceso me dirigí al mismo bar de aquella vez, me senté de nuevo sola en la barra — ¿Qué desea de tomar señorita? — me preguntó el mismo bartender de la otra vez.
— Sírveme un pisco por favor — pedí amablemente a pesar de que todo esto estuviera de mierda no podía pagarlo contra el indefenso humano, sin más este me dio mi trago y se alejó para atender a los demás clientes.

— ¿Qué hace una dama tan bonita sola? — dijo Roland sentado en el mismo lugar de aquella vez, sonreí maliciosamente antes de responder — Dejémonos de tonterías Roland, se qué escuchaste todo lo qué le dije a tu hijo ilegítimo, no sé cómo Selene no se percató de que estabas cerca pero es conmigo qué estás hablando no con ningún idiota — dije mirándolo de manera superior.

— Debo de admitir que me impresionas Athena, no sé cómo pudiste darte cuenta de que estaba allí si hasta había ocultado mi olor— dijo dándome la respuesta de cómo Selene no se dio cuenta.

— Había una vez un joven alpha aprendiz qué quería ser como su padre ya que era su mayor héroe, el joven hacía lo que sea con tal de tener un poco de la atención de su padre. El joven tenía un hermano mayor, el hermano mayor era el hijo favorito de su padre y futuro sucesor del puesto de alpha en la manada. Un día el padre llamó a sus dos hijos para hacer una propuesta que consistía que el primero que se casara obtendría el puesto de alpha en la manada, a escondidas de su hijo mayor el padre le ofreció al joven casarse con una hermosa chica.
A esté le parecía raro que su padre lo ayudara pero tampoco dudó en aceptar la propuesta para hacerlo sentir orgulloso de él, al final cuándo se casó, el joven se dio cuenta que su padre había hecho todo para manipularlo ese casamiento era simplemente para unir tierras y qué el puesto de alpha siempre iba a hacer él porque su hermano mayor había rechazado el puesto para hacer su hermano menor feliz. —tomé una breve pausa, mire cómo Roland se encontraba perdido en sus pensamientos con sus ojos a punto de tirar lágrimas, sin esperar de su respuesta continué.

— El mundo del joven alpha se le cayó porqué se le olvidó que su felicidad valía más que sencillamente enorgullecer a su padre, fingía cuando estaba con su esposa que era feliz pero realmente no lo era. Un día la mejor amiga de su mujer le confesó el mayor secreto de su esposa, este se decepcionó sin embargo hizo algo que si se lo dijera al mundo nadie le creería.
El joven nunca mató a la madre de su hijo ilegítimo, simplemente con la ayuda de una bruja muy poderosa le hizo creer a su manada completa que la mató después de ese día este se encerró en su casa y lloró a mares por lo mal que la vida lo trato, días después este decidió salir y afortunadamente la Diosa se apiadó y le otorgó una mate. Meses después su mate desapareció porqué una bruja fue a cobrarle el favor que le hizo la primera vez — finalicé para terminar de tomar el trago.

— Nadie sabía la verdad — dijo Roland hablando por primera vez desde que inicié la historia — ¿Qué es lo qué quieres? — me término preguntando.

— Te puedo ayudar Roland, va a hacer difícil porqué nuestro único punto de encuentro puede ser en este bar si Selene te ve junto a mi te asesinara o tal vez a tu mate — dije este al escuchar lo último gruñó por lo bajo.
— Solo estás diciendo que me puedes ayudar pero tú ¿qué es lo que quieres? — me preguntó otra vez.

— Lamentablemente eso no te lo puedo decir sin embargo te puedo dar mi palabra de que no te traicionaré — le aseguré
—¿Cómo se que puedo confiar en ti? — preguntó Roland, me estaba desesperando con sus preguntas pero realmente lo entendía, las cosas no caían del cielo sin precio.

— Porqué ella tiene algo que me pertenece, si quieres hacer un acuerdo conmigo te estaré esperando a esta misma hora en este bar, todo dependerá de ti — finalicé con una sonrisa mientras me colocaba mi chaqueta para salir del bar.

Athena la primera híbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora