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11: 49

El reloj marcaba la hora en la que se encontraba Sehun.

Oh Dios, estaba tan nervioso por lo que estaba a punto de cometer, luego de haber salido de la oficina del padre Park, todo el día se la pasó refugiado en su habitación compartida con JongIn.

Temía ir, pero también temía quedarse y que el padre cumpliera su promesa de ir a buscarlo hasta ahí, teniendo a JongIn durmiendo en la cama que se encontraba frente a la suya.

Respiró intentando calmar su nerviosismo, miró a JongIn dormir profundamente y muy silenciosamente salió de la habitación con una pequeña lámpara en dirección a la capilla.

Se aseguró de ser cuidadoso en todo el camino, pero la luz que emitía la lámpara era demasiado débil para su mala suerte y tuvo que irse guiando por las paredes.

-¿Qué estás haciendo Sehun?- Se preguntó a si mismo una y otra vez en todo el camino.

Él sabía muy bien que esas cosas no le gustaban a Dios y tenía miedo de irse al infierno, por que le habían dicho que ese lugar era muy feo para un chico de 17 años como él.

Sólo necesitaba cruzar un pasillo y estaría en el lugar acordado con el padre. En el pasillo que se encontraba a su derecha se veía la luz de una lámpara un poco más luminosa que la de él, creyó que se trataba del padre Park, pero se equivocó al verla acercarse más a él, tenía miedo de ser descubierto por sus mayores y ser castigado. Él era un chico bueno que le daban miedo todo tipo de castigos.

Sintió un tirón en la parte trasera de su camiseta, iba a soltar un grito, pero una mano grande se posicionó sobre su boca, impidiéndole el habla.

—Tranquilo ángel, no querrás que nos descubran— Le susurró la voz del padre Park al oído.

Sehun se tranquilizó al ver la luz cada vez más lejana a ellos.

—¿Padre?— Susurró al sentir al otro dejarlo libre.

—Justo iba a buscarte— Chanyeol lo miró a los ojos— ¿Te arrepentiste?

—N-no— Susurró nervioso.

Chanyeol sonrió y lo llevó de la mano a su destino.

Cerró la puerta principal de la capilla antes de acercarse a abrazar y besar por detrás el cuello del niño.

—No sabes cuánto he esperado por esto— Chanyeol le susurró al oído.

—¿Lo haremos aquí?—Preguntó ruborizado, Chanyeol gruñó sin dejar de besarle el cuello en señal de sí— ¿En la capilla?

—¿Qué pasa, ángel?— Chanyeol lo giró quedando frente a frente— ¿No quieres?

—S-sí— Tartamudeó.

Pobre criatura, era obvio que no estaba del todo convencido, pero esa mirada de advertencia del padre lo ayudó a responder.

—Oh, cielos— Chanyeol lo cargó y lo subió al altar, se quedó mirando al suelo con los ojos cerrados por un minuto.

—¿Se encuentra bien?— Susurró Sehun con el ceño fruncido al ver al padre hincado murmurando cosas frente a él.

—Shhh, estoy dando las gracias por todo lo que comeré esta noche— Lo calló.

Sehun se ruborizo.

—Listo, ángel, buen provecho para mí— Chanyeol se colocó entre sus piernas— Necesitamos deshacernos de tu ropa, la comida no se puede comer con todo y envoltura.

Sehun rió de una manera melódica, ese niño parecía un verdadero querubín, uno que disfrutaría corromper poco a poco.

—Vamos a quitarte toda esa ropa— Chanyeol lo ayudó a quitarse la camisa, luego le indicó que alzará las caderas para poder retirarle el short y el boxer— Ahora sí, bebé, extiende todo tu hermoso cuerpo en el altar.

Sehun obedeció y se acostó en el frío lugar donde perdería su inocencia.

—Eres tan hermoso así, la mejor obra de arte que apreciaré en mi vida— Chanyeol comenzó a besarle los pies, subiendo sus labios por sus muslos, llenándolos de saliva— Lo mejor que he podido desear.

Sehun sentía una corriente fría recorrerle toda la espalda debido al material del altar y los besos húmedos del padre lo hacían temblar.

—¿Ves? Tu cuerpo habla por ti, a él le haré caso, yo sé lo que quiere y me encargaré de que lo tenga— Chanyeol tomó el semi-erecto miembro del chico y con su pulgar frotó la punta, sacando un suspiro de Sehun.

—Oh, Dios ¿Qué es esto?— Susurró Sehun con los ojos cerrados.

—El verdadero paraíso, ángel— Chanyeol soltó el miembro del chico para seguir su recorrido por todo el hermoso cuerpo que tenía a su merced— ¿No te han dicho que tienes un cuerpo sabroso, ángel?

Sehun negó con los ojos cerrados.

—Te dije que quiero que mantengas los ojos abiertos ángel, quiero ver hasta la mínima mueca que hagas, Dios— Susurró Chanyeol contra su cuello— Quiero marcarte por todas partes, que hasta Dios sepa que soy tu dueño a partir de ahora.

Chanyeol besó cada centímetro de Sehun, sus labios exploraron cada parte de él, quería grabarse cada mínimo detalle de ese celestial cuerpo, necesitaba que sus labios pasarán por cada rincón suyo.

El cuerpo de Sehun estaba lleno de hematomas, baba de Chanyeol y rojizo, hasta incluso sus pezones habían sido mordidos por el sacerdote.

—Ponte boca abajo, ángel, llegó la hora— Chanyeol lo ayudó a girarse, dejando su parte trasera a la vista— Que culo tan más duro el tuyo, ángel.

Sehun chilló al sentir la palma del padre estamparse sobre su nalga izquierda.

—Jala ese hermoso culo, mi lengua y mi polla mueren por probarlo— Chanyeol tomó por las piernas a Sehun, dejando en la orilla frente a él, el voluminoso trasero del chico, separó las rechonchas mejillas, dejando expuesta su apretada entrada— Sólo Dios será testigo de nuestro encuentro, ángel.

Sehun gimió al sentir la cálida lengua de Chanyeol lamer su entrada.

—Tan exquisito— Chanyeol acompañó a su lengua con el primer dígito— Relájate, ángel, es tu primera vez y puede que duela un poco.

Poco no era nada comparada con el dolor que sentía Sehun al sentir el segundo dedo hundirse en su interior, intentó quitar la mano del padre, pero éste lo amenazó con atarle las manos y eso si sería peor.

Sehun sollozaba de dolor, sentía que ese par de dedos desgarraban su interior, no podía experimentar el placer según descrito por el padre.

—Ya pasará, ángel— Lo tranquilizó Chanyeol introduciendo un tercer dígito— Pronto sentirás el verdadero paraíso prometido.

Sehun gimió al sentir una ola de placer que Chanyeol logró desencadenar en él.

—Creo que ya encontré tu punto, ángel— Siguió enterrando sus dedos en el mismo lugar, logrando que el chico se viniera enseguida en el altar.

—Padre— Susurró con vergüenza Sehun— Creo que me hice pipi.

—¿Es enserio ángel?— Chanyeol lo ayudó a sentarse y se rió al ver lo que realmente había ocurrido— Ángel hermoso, no te hiciste del baño, tuviste tu primer orgasmo, mi niño ¿Nunca te has masturbado? ¿Alguna vez te has autocomplacido?

Sehun negó sonrojado.

—Eres tan inocente, me encantas, ángel— Chanyeol lamió un poco del líquido embarrado en el estómago de Sehun— Sabes tan delicioso.

Sehun rió con timidez y Chanyeol atacó sus labios en un beso exigente.

Se despegó del chico y comenzó a quitarse la ropa de dormir bajó la tímida mirada de su ángel.

Ahora sí ambos se encontraban desnudos.

—Es hora, ángel— Le susurró al oído colocándose entre sus piernas— Por fin podrás conocer el verdadero paraíso.

Self Destruction (Chanhun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora