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Chanyeol se sintió en la gloria al probar esos torpes labios con sabor a caramelo. El pobre niño intentó seguirle el ritmo, pero debido a su inexperiencia falló, causando un poco de ternura en el más grande.

—Eres demasiado inocente, ángel, eso me encanta— Chanyeol lo sentó sobre el escritorio y se posicionó entre sus largas piernas— Tan hermoso, bello ángel.

—Padre, se siente raro— Susurró Sehun con vergüenza al estar tan expuesto ante alguien.

—¿Qué cosa, ángel?— Bajó sus labios hasta los botoncitos rosados del chiquillo— Ya te dije que no tengas vergüenza, ángel.

—No me diga así, no soy un ángel, los ángeles no hacen éste tipo de cosas— Susurró Sehun con dificultad al sentir la lengua experta de Chanyeol morder sus pezones.

—Para mi si lo eres, el ángel más perfecto que ha existido en la vida— Chanyeol lo acostó boca arriba en el escritorio- Y lo más importante es que aún eres demasiado puro y por lo que puedo ver, aunque yo profane muchas veces tu cuerpo lo seguirás siendo.

—¡Padre!— Chilló Sehun al sentir los traviesos dedos de Chanyeol jugar con el escaso vello púbico de su virilidad.

—No hagas tanto ruido, ángel o alguien nos puede pillar y no podremos jugar más— Susurró Chanyeol— Y ya te dije que cuando solo seamos tú y yo, me llames de una manera más bonita, padre suena muy feo ¿No te gustó el de papi?

Sehun se cubrió el rostro demasiado avergonzado para mirar a su mentor.

—Ángel, ya te dije que no te cubras la cara, no me hagas atarte las manos— Chanyeol le quitó las manos de la cara y las colocó sobre su cabeza— así está mejor, quiero ver cada gesto que hagas cuando te someta a mí.

Sehun asintió con las mejillas coloradas y sudando.

—Oh, cielos— Dijo Chanyeol antes de atacar nuevamente su boca—- Necesito estar dentro tuyo Sehun, en verdad lo necesito.

Sehun no respondió, en verdad él no sabía qué responder, sólo estaba mostrando sumisión por miedo, sí, tenía miedo de decir "no" y enfrentar las consecuencias que traía el desobedecer al padre Park. Chanyeol tenía razón al decir que Sehun era un ángel, un hermoso ángel puro e inocente que el demonio estaba a punto de corromper y las graves consecuencias vendrían después para ambos.

Por que éste sólo sería el primer encuentro de ambos, por una vez que el demonio llamado Park Chanyeol lograra poseer el cuerpo del ángel, le sería imposible dejarlo en paz. Lo haría una y otra vez, y lo peor de todo esto es que entre más lo haga más adicto se volverá.

Pero por algo ocurren las cosas.

Es por eso que una voz y varios toques detrás de la puerta los hicieron separarse de inmediato, interrumpiendo el pecado que estaba a punto de cometerse en ese lugar.

—¡Padre Park!— Habló el muchacho moreno con impaciencia del otro lado de la puerta.

—Padre— Susurró Sehun con miedo de ser atrapados.

—Hay que vestirte, ángel— Chanyeol lo bajó del escritorio con cuidado y lo ayudó con agilidad a colocarse todas las prendas— Maldito mocoso inoportuno.

—¡Padre Park!— Volvió a insistir el mocoso al otro lado de la puerta.

—Un momento, estoy con unas cajas, joven JongIn— Gritó Chanyeol.

—¿Qué hago?— Susurró Sehun temblando.

—Tranquilo ángel, métete bajo mi escritorio— Chanyeol lo guió y obedeció— Quédate en silencio, ángel.

Chanyeol se acomodó lo más que pudo la ropa y adornó su cara con una sonrisa falsa.

—¿Qué sucede, joven?— Abrió la puerta, encontrándose con la figura del muchacho moreno.

-Estúpido mocoso intruso- Pensó.

—Padre Park, la superiora lo mandó a llamar a la capilla— Sonrió alegre.

—Oh, en un momento iré— Dijo  fastidiado— Termino de arreglar unas cosas y te alcanzo ¿Te parece?

JongIn asintió dudoso y Chanyeol pudo respirar tranquilamente.

—Oh, Padre, por cierto ¿Ha visto a Hunnie? Lo estoy buscando desde hace un rato y no doy con él— JongIn escaneó la oficina detenidamente— Recuerdo que la última vez él lo vi aquí con usted.

—Se fue hace un rato— Susurró Chanyeol sin quitarle la mirada de advertencia— Si lo veo le diré que te busque.

JongIn asintió y con una reverencia abandonó la oficina.

Chanyeol colocó de nuevo el seguro a la puerta y caminó hasta su escritorio.

—Ya puedes salir, ángel— Habló.

Sehun salió temblando del lugar con torpeza.

—Cuidado, ángel— Lo tomó por la cintura y acarició sus mejillas— ¿Ves? Siempre tendremos que ser cuidadosos por los metiches que siempre andan rondando por todos lados.

Sehun asintió con una sonrisita en la cara.

—Me dan ganas que comerme a besos esa sabrosa boca, pero, como te dije: hay metiches que me necesitan— Sehun suspiró ante lo oído— Pero, no significa que esto no se vaya a hacer, así que busca la manera de fugarte de tu habitación y te veo en la capilla a la media noche.

—Sí, padre— Sehun estaba a punto de salir de la oficina, pero la mano de Chanyeol lo detuvo.

—¿No se te olvida algo?— Le susurró tomándolo por la cintura— Mi beso de despedida.

Sehun avergonzado quitó la mirada del par de orbes oscuros del padre.

—Bien, entonces, tendré que hacerlo yo— Lo atrajo hacia él y lo besó— Ahora ,andando, recuerda estar puntual, no querrás que te vaya a buscar hasta tu habitación y te castigue por desobedecerme ¿Estamos?

—Sí— Susurró Sehun.

—¿Sí qué?— Chanyeol lo obligó a mirarlo.

—Sí, papi— Susurró.

Chanyeol sonrió.

Self Destruction (Chanhun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora