Self Destruction (Chanhun)

10

Ambos chicos fueron separados por los mayores, llevándose uno cada uno, la superiora se llevó a JongIn tomado por la oreja, mientras que Chanyeol se llevó a Sehun agarrado del brazo con brusquedad.

Sabía que su papi estaba demasiado enojado con él por la escena presenciada, pero le tenía que explicar que todo había sido un malentendido y lo comprendería ¿No?

Chanyeol lo llevó arrastrando hasta su oficina, lo metió con rudeza y cerró la puerta con seguro.

—¿Papi?— Dijo temeroso Sehun al verlo de espaldas a él.

—¿A qué juegas, ángel? ¿Piensas que soy tu maldito payaso?— Dijo sin indignarse a voltear para mirarlo- ¿Qué clase de ángel eres?

—Fue un malentendido, te lo juro, JongIn malinterpretó todo, fue un error, lo siento— Dijo tembloroso.

Escuchó a Chanyeol bufar sin mirarlo.

—¿Sabes qué les pasa a los niños que se portan mal, ángel?— Susurró Chanyeol.

—¿Qué?— Preguntó.

—Hay que darles unas buenas jodidas para que aprendan a portarse bien, cosa que haré contigo en este mismo instante— Al fin dio la vuelta para mirarlo y Sehun tembló al ver la cara de advertencia del padre— Quítate toda la ropa, Sehun.

Tembloroso comenzó a quitarse toda su vestimenta bajo los ojos depredadores de Chanyeol, quien observaba cada mínimo acto por parte de él.

—Bien, ángel, quiero que te coloques boca abajo en el escritorio y no quiero que te quites de esa posición hasta que yo lo ordene o el castigo será mucho peor ¿Estamos?— Chanyeol lo tomó por el cabello, despejó su escritorio y de una manera nada suave lo colocó boca abajo y con las piernas abiertas en la fría madera— Quédate quieto o ya sabes cuales son las consecuencias.

Sehun asintió y sintió como el frío de la madera contagió todo su cuerpo, llenándolo de muchos escalofríos de cabeza a pies.

Escuchó a Chanyeol desvestirse y tirar toda su ropa en la silla frente al escritorio, tembló con anticipación al escuchar el cinturón de cuero que cargaba el padre entre sus manos estamparse contra el escritorio, muy cerca de su desnudo cuerpo.

—Antes a los niños malos, sus papis los castigaban con latigazos, mínimo eran alrededor de 20 golpes nada piadosos en cada mano, pero, cómo yo no soy tu padre sino tu papi, te daré los 20 azotes, no en tus manos, sino en tus preciosos cachetes traseros, por que de tan gordo que tienes el culo, ni sentirás los azotes.

Sehun tragó saliva al sentir el cuero del cinturón acariciar con tortura la hendidura que separaba sus nalgas y rezó al cielo que su papi tuviera una pizca de piedad con él, pero, lamentablemente lo conocía tan bien y sabía que eso no sucedería.

—Quiero que cuentes conmigo, ángel, quiero oírte contar los azotes que le daré a tu hermoso culito regordete— Chanyeol frotó el cinturón sobre la hendidura de Sehun, acercando peligrosamente el pedazo de cuero a su entrada— Comencemos.

Sehun lloró ante el primer latigazo y rogó al cielo que se detuviera.

Pero Chanyeol no lo escuchó y siguió en su labor de estampar su grueso cinturón contra el frágil trasero.

—Aguanta unos más, nene— Le susurró Chanyeol al oído, habían transcurrido quizás unos 10 azotes en cada una y ambas estaban demasiado rojas y raspadas a causa del cuero— Ya llevamos la mitad, te juro que cuando terminemos con todo tu castigo, te voy a recompensar.

Sehun tenía las mejillas bañadas en lágrimas, a pesar de solo ser 10 azotes  en cada una, la brutalidad con la que estampaba el cinturón sobre ellas era demasiado, el dolor le había paralizado la mitad del cuerpo y sentía dolorosas punzadas en sus nalgas.

—Sigue contando, ángel, o el castigo se duplicará y no queremos que eso pase— Le susurró Chanyeol antes de estampar de nuevo el cinturón, haciendo respingar a Sehun.

—21— Dijo tembloroso.

Pobre ángel.

Luego de haber cumplido con los azotes, Chanyeol pasó su lengua por los hilos de sangre que se estaban formando en su trasero, Sehun sollozó con fuerza al sentir la lengua caliente de su papi sobre sus lastimadas nalgas.

—Duele horrible— Susurró temblando.

—Lo sé, ángel, pero recuerda que tienes que aprender a obedecerme y no hacerme enojar juntándote con ese mocoso con el que estabas— Pasó su lengua por un rasguño de cinturón con sangre.

—Ya te dije que no estaba haciendo nada malo— Susurró Sehun con los ojos cerrados debido al dolor.

—Entonces el que ese mocoso casi te besa no es nada malo ¿No?— Chanyeol le enterró las uñas en la cadera, sacándole un chillido de dolor, luego le abrió las nalgas metiendo sus dedos a propósito para torturarlo— No hagas cosas buenas que parecen malas, ángel, aparte, la madre superiora y yo los encontramos a tiempo ¿Te imaginas qué hubiera pasado? Apuesto a que ese moreno de mierda te quería follar ahí mismo, conozco sus intenciones contigo, desde el día que me tocó aconsejarlos supe sus ideales acerca de ti y no sabes como soporte el no lanzarme a matarlo a golpes.

Sehun suspiró al sentir la lengua de Chanyeol pasearse cerca de su entrada expuesta.

—Ese bastardo quiere ser el que te deje embarazado y no lo creo, aparte, los donceles son especímenes demasiado exóticos y raros, viendo tus orígenes no creo que seas uno— Chanyeol supo que la había cagado al mencionar lo último— Dijo yo, no lo sé.

—¿Usted sabe acerca de mis orígenes?— Preguntó esperanzado Sehun.

—No, fue un decir— Chanyeol intentó cambiar el rumbo de todo eso al pasar su miembro sobre las nalgas heridas de Sehun— Y, ángel ¿Qué crees?

—¿Qué?— Susurró Sehun al sentir la punta del miembro de Chanyeol embarrar líquido preseminal en su hendidura.

—Tu castigo aún no termina— Y lo penetró sin preparación, sacando un fuerte grito de dolor de la boca del chico, sabía que lo estaba haciendo sufrir, pero necesitaba cobrarle por querer ir más allá del pasado, sus orígenes tenían que permanecer enterrados de momento, no quería arruinar su planes, no.

Salió de su interior y se quedó mirando la mancha de sangre que salía de él.

Tenía que hacerlo olvidarse del pasado con algo del presente.

Es por eso que sin aviso volvió a hundirse más profundo en él sin avisar.

Sehun no lo sabía, pero Chanyeol lo estaba castigando por querer saber de su pasado, cosa que a él le molestaba muchísimo.

—Por favor— Susurró Sehun con dificultad y lágrimas de dolor en el rostro.

—Tienes que aprender la lección, ángel— Salió de su interior y volvió a repetir el proceso muchas veces más— Tienes que aprender.

Tenía que aprender.