—Sehun, muévete o llegaremos tarde a la iglesia de nuevo— Escuchó a Lilith gritar fuera de su habitación, no era del todo su culpa, el pequeño angelito que crecía en su interior le provocaba más sueño del normal e incluso llegaba a dormir casi todo el día y noche.
Se colocó un poco de colonia alrededor del cuello y brazos, se miró en el espejo de su tocador.
Se alzó el enorme suéter de algodón, sonrió ante la acción al ver su pancita de cuatro meses.
—Hola, ángel— Susurró cariñosamente mientras daba suaves caricias circulares que le causaban una rica relajación— Ya estás más grandecito mi bebé, espero y tu abuela me deje conservarte cuando nazcas, no soportaría que te dieran en adopción, te amo y espero que tu papi venga pronto por nosotros.
—¡Sehun! Apúrate, no quiero dar una mala impresión llegando tarde a la casa de Dios— Lilith abrió la puerta sin amabilidad alguna— Estás peor que una mujer, ni yo tardo tanto arreglándome.
—Voy— Se bajó con agilidad el suéter, suerte que su madre no lo había visto, por que se enfrentaría a los horribles tratos de ésta.
Su madre quería deshacerse de su bebito y estaba claro que él lucharía hasta el final por que la criatura se quedará consigo, él era su progenitor y odiaba tan sólo imaginarse el darlo en adopción o regalarlo a un extraño.
Ése ángel no merecía ser abandonado a su suerte y sería capaz de enfrentar a su propia madre por conseguirlo.
Se terminó de arreglar y bajó las escaleras con sumo cuidado mirando a sus padres a punto de dejarlo tirado.
—Te he dicho que lo despiertes más temprano, eres una maldita basura, Lilith— Sehun miró a su madre agachar la cabeza al ser reprendida por su padre.
—Lo siento, fue mi culpa, no debí tardar, prometo que para la próxima me levantaré más temprano— Se cubrió lo más que pudo con su suéter al sentir la brisa fresca de la mañana— ¿Nos vamos?
—Claro, ángel— Sehun se estremeció al escuchar dicha palabra de los labios de su padre— La próxima vez espero y tu madre se aguante a ir a la misa del mediodía, no se cuál es su urgencia, si es más pecadora que cualquiera de nosotros, tú necesitas descansar más para que mi nieto se forme sano.
La situación con Sehun era la siguiente: su padre lo amó desde el primer día que Lilith los presentó, el hombre seguía siendo un extraño para él, sólo que demostraba respeto por que le temía, veía como aquél hombre trataba a su madre de una forma fea, la humillaba las veces que quería y la muy idiota tenía que aguantar, estaba demasiado obsesionada con él para tener que aguantar todas sus humillaciones, cosas que la ponían de mal humor y se desquitaba con el pobre de Sehun. Era un círculo extraño, mientras Sehun trataba bien a su madre, ella lo maltrataba y trataba bien a su padre, el tipo la humillaba a ella y amaba a Sehun, a pesar de que él le era un poco indiferente, lo único bueno que tenía el hombre es que lo defendía de Lilith y le prometió que no darían en adopción a su bebé. Un extraño lazo familiar.
Y no olvidemos de la enfermiza obsesión de Lilith por ir a misa todos los fines de semana, parece algo normal, pero en éste caso no, Lilith era todo menos normal. A simple vista pareciera que iba para poder purificar su podrida alma, Lilith parecía la víctima aquí, pero era todo menos aquello.
—Vamos a llegar de nuevo tarde— Habló con enojo.
-Lilith, cállate, Sehun tiene que ir despacio por el bebé, no quiero que se agote- Sehun se estremeció al ver la bofetada que su padre le había dado a Lilith- Tanta es tu maldita urgencia, lárgate y ya nosotros te alcanzamos, no voy a obedecer una puta orden dada por ti.
Sehun volvió a intervenir al decir que se encontraba bien, convenció a su papá de que se encontraba estable y llegaron en menos de diez minutos a la iglesia.
Las campanadas les dieron la fría bienvenida.
No había lugar en ninguna banca disponible, todo estaba atestado de personas hipócritas como su madre, personas que iban por obligación cómo él y pocos creyentes, los tres se quedaron parados a un costado de la puerta para escuchar la misa, Sehun se acarició la barriguita perdido en su pensamientos.
—Ángel— Oyó a su padre llamarlo, odiaba que le dijera así, lo miró señalar a un costado de ellos— Te llama el joven, se ofreció a darte su asiento, anda, tú lo necesitas más que nosotros.
Sehun obedeció, quería agradecer a la persona amable que le había cedido su lugar si tal sólo lo hubiese visto, miró atrás topándose con la típica sonrisa de su padre a unos largos metros de distancia.
La típica canción de entrada sonó, todos se pusieron de pie para recibir al cura, no le pudo ver el rostro al ser tapado por los monaguillos y niños que lo acompañaban hasta el altar, sus curiosos ojos escanearon a todos los monaguillos, fijándose en uno solo y sólo hasta que conectaron miradas pudo ver de quien se trataba.
—JongIn— Susurró temblando al no poder creer lo que sus ojos le estaban mostrando, debía ser una ilusión o mala jugada, pero todas sus teorías se descartaron al ver su típica sonrisa, debía ser una broma, pero no, lo vio mover su dedo dando en la dirección de la banca de enfrente, Sehun con curiosidad miró a lo que el moreno le señalaba, se topó con una figura masculina demasiado familiar y cómo si se tratase de alguna brujería o conexión, el hombre giró su cabeza hacía su dirección.
Al hacerlo creyó que se trataba de un fantasma o un simple recuerdo, el hombre completamente vestido de negro no podía ser él.
Pero lo era, sintió su respiración acelerarse, sea ojos se empañaron de lágrimas y su cuerpo comenzó a temblar.
Vio una sonrisa en sus labios y quería salir huyendo de ahí.
—Hola, ángel.
—Chanyeol...

ESTÁS LEYENDO
Self Destruction (Chanhun)
FanfictionSehun ha vivido desde recién nacido en un orfanato. Chanyeol es un padre que llegó con un objetivo a ese orfanato: recuperar algo que le pertenece. Un secreto del pasado de ambos habita ahí. 🍑ADVERTENCIAS 🍑 ♡Mención de temas religiosos. ♡Mpreg. ♡...