Self Destruction (Chanhun)

06

—Sí— Susurró Sehun con los ojos cerrados.

Chanyeol alineó su miembro en la estrecha entrada del chico, Oh Dios, a pesar de haberlo dilatado durante un buen rato, aún seguía demasiado estrecho.

—Duele, quítalo, duele mucho— Susurró Sehun con lágrimas en los ojos.

—Ya pasará, ángel— Chanyeol le besó la frente y empujó poco a poco su miembro en el interior del muchacho.

¡Oh cielos!

Era la sensación más rica que había experimentado en su vida, el anillo de músculos del ángel lo succionaba tan sabroso y las paredes anales le brindaba una calidez exquisita.

—Duele mucho— Susurró Sehun respirando con dificultad— No me gusta, quítalo, Por favor.

—Mierda, ángel, te dije que te iba a doler un poco— Chanyeol hundió la  mitad faltante de su polla  de un golpe en el interior del chico, haciéndolo llorar— Lo siento, lo siento.

Chanyeol se apoyó en su hombro izquierdo intentando regular su respiración y comenzó a besarle la clavícula llena de sudor.

—Dime cuando estés listo, ángel, quiero que me avises cuando tu culito apretado haya aceptado mi polla— Sehun deslizó la mirada al suelo al escuchar eso— ángel, te dije que no bajes la mirada.

Sehun levantó la vista, chocando con los ojos lujuriosos de Chanyeol.

—Mucho mejor— Le susurró al cuello, mientras dejaba pequeñas mordidas en toda su extensión.

Sehun gimió inconscientemente al sentir su esfínter acostumbrado a la intromisión.

—Creo que ya estás listo, ángel— Le susurró Chanyeol con suavidad antes de comenzar a arremeter en su interior.

Sehun gimió al experimentar el desconocido placer que lo estaba comenzando a torturar de una manera nunca antes sentida. Era algo inexplicable para él, tener algo dentro suyo, creyó que todo se trataba de dolor, pero se equivocó y por primera vez le tomó la palabra al padre y lo miró a los ojos sin que lo ordenara, encontrándose con su par de ojos inundados de lujuria y placer.

—Tan perfecto— Ronroneo Chanyeol antes de atacar su boca en un brusco beso de lengua, su torpe ángel no podía seguirle el ritmo, pero él se encargaría de guiarlo— Abraza mis caderas con tus piernas ángel, no quiero que te resbales de ahí.

Sehun obedeció y enrollo sus piernas alrededor de la cadera de Chanyeol, sintiéndolo hundirse en él  más profundo. Chanyeol tomó sus delicadas manos y las colocó en sus gruesos hombros para un mayor soporte.

El sacerdote atacaba su interior de una manera ruda que lo hacía temblar como gelatina, Dios, eso debía ser un pecado, bueno sí, lo era.

Creyó ver un montón de querubines cuando el miembro de Chanyeol chocó con algo que le causó un mayor placer.

Se tapó la boca por que creyó gritar de una manera muy fuerte, atontado por el placer experimentado. Chanyeol supo en donde había dado y clavó más contra ese lugar, complaciendo a su ángel.

—Ahora si, ángel, quiero que te des placer, quiero verte masturbarte— Chanyeol tomó la mano de Sehun y la colocó sobre su propio miembro— Haz un vaivén suave al principio y cuando sientas que te vuelves loco aumentas la velocidad ¿Entiendes? Por que yo ya siento más apretado tu culo sobre mi polla y muy pronto me vendré en tu interior.

Sehun asintió y comenzó a frotar su miembro de manera temerosa, pero no le impidió gemir y sentir desesperación al ir lento, aumentó sus movimientos por toda su extensión hasta que se vino sobre el estómago de ambos. Chanyeol aumentó las embestidas gruñendo al sentir el característico dolor en su bajo vientre, corriéndose en el interior de Sehun.

Sehun con el cuerpo todo tembloroso y al no poder mantener el equilibrio, cayó de espalda al altar.

—Lo siento, ángel— Susurró Chanyeol jalandolo para que se acurrucara contra su pecho— Eres tan hermoso, tan perfecto, me encantas.

—Sí, papi— Susurró Sehun contra su pecho.

Chanyeol sonrió ante el apodo.

Que perfecto.

Salió cuidadosamente del interior de Sehun, quién respiraba laborioso por el cansancio que lo estaba consumiendo.

—Es hora de que vayas a la cama, ángel— Chanyeol le besó la frente y le acomodó un mechón de cabello desaliñado— Tienes que recuperar fuerzas.

Sehun se quejó contra su pecho, se quería quedar justo ahí donde estaba y dormirse un rato en la comodidad que le brindaba ese cuerpo masculino, pero para su desgracia Chanyeol lo separó de él para irse a recoger la ropa de ambos.

Cerró sus ojitos dispuesto a dormir, pero el padre lo ayudó a ponerse de pie y le limpió todo el cuerpo con toallas húmedas.

—Te voy a vestir, ángel— Chanyeol le colocó una a una las prendas hasta que ambos estuvieron vestidos al fin.

—Papi— Susurró Sehun en voz baja y con las mejillas teñidas de escarlata.

—Dime, ángel— Chanyeol rió al escuchar  la palabra dicha por el chico.

—¿Ya me puedo ir a dormir?— Preguntó con timidez.

—Recuerda lo que tienes que hacer para convencerme...— Sehun frunció el ceño ante lo escuchado— Besarme.

Sonrió y se acercó parándose de puntillas frente al padre y temblando le dio un tímido beso de piquito.

—También tienes que recordar que soy muy exigente— Chanyeol lo tomó por la cintura y juntó sus labios con mayor demanda, se separó y lo miró a los ojos antes de sonreír- Buenas noches, ángel.

—Buenas noches, papi— Susurró Sehun antes de ir directo a su habitación.

Chanyeol se quedó contemplando la silueta del chico que cada vez se hacía más lejana hasta perderse en la oscuridad.

Sonrió al recordar todo sobre su primer encuentro.

El chico tenía mucho que aprender.

Y él se encargaría de enseñarle.

Le valía mierda el pasado de ambos, cuando llegara la hora él mismo se encargaría de decirle la verdad de todo.

Ese niño de nombre Sehun sería su auto-destrucción.

Y aquí fue donde al pobre ángel le comenzaron a arrancar una a una las plumas de sus alas.