No puedes ocultarte detrás de las mentiras y mucho menos puedes protegerte con el egoísta latiendo en tus emociones—ThiagoDavis.
GIANNER.
—Se supone que te agradezca lo que acabas de hacer. —digo dejando filtrar en mi tono lo fastidiado que estoy, sin embargo él sigue caminando hasta el estacionamiento del edificio sin darme una respuesta o una mirada—. Oye, te estoy hablando.Cuando sigue sin responder me apresuro y lo detengo sujetando su hombro, con brusquedad lo hago girar, quedamos frente a frente.
—Tú... ¿Estás llorando?
Es obvio, pero la pregunta me sale sin que pueda detenerla.
No me creo que esté llorando, sus lágrimas están manchando su blanquecino rostro y por poco me atrevo a secarlas con mis dedos, sin embargo no tengo que hacerlo, es ridículo que siquiera lo esté pensando. Ni siquiera lo conozco.
—Estoy transpirando por los ojos. —contesta en tono uniforme, intentando bromear.
—¿Se supone que tengo que reírme?
—Hubiera sido menos humillante, así que sí, se suponía que debías reírte.
Tomo aire y lo libero, intentando no perder mi poca paciencia.
—No soy el chico que acabas de escuchar tan seguro en esa cena, frente a tu padre y los míos. —revela, seca sus mejillas y muerde su regordete labio inferior para luego liberarlo y mirarme con seriedad—. Por eso es que serás mi amigo y vas a ayudarme a ser menos patético y superar mis miedos.
«Quiero ser alguien que no tema ser herido. Que no se acobarde ante las nuevas experiencias y emociones.
Una risa se me escapa al escucharlo, los hombros se me mueven de tanto reírme, cuando logro tranquilizarme me percato de que él no se está riendo, así que también me queda claro que no está bromeando.
—¿No estás de broma?—cuestiono con el ceño arrugado en una expresión de incredulidad. Él suspira y niega sin dejar de mirarme con inquisición—. Oye, no me conoces de nada, tampoco me interesa que me conozca ni viceversa, así que no, olvídalo.
También estoy intentando lidiar con mi mierda.
—Claro que vas a ayudarme.
—¿Ah, sí?
Asiente con total seguridad y una seriedad que me esta jodiendo bastante.
No lo entiendo, este chico está muy mal. ¿Qué necesita ayuda para no ser un miedoso? Claro, es imposible que me haga tragar esa mentira cuando está hablando, mejor dicho, ordenándome ser su amigo. Creo que este pelinegro no tiene bien aprendido el significado de la palabra miedoso y cobarde.
—No puedo creer esto. —Doy un paso y quedo muy cerca de él, sus ojos son muy bonitos, no puedo negar eso, pues soy bisexual y aunque no lo fuera seguiría pensando que tiene ojos bonitos. Niego y arrugo mi entrecejo—. ¿Ya me conocías? ¿Soy tu amor secreto o algo así? Es que no me explico porque rayos estás haciendo esto.
Parpadea seguido y arruga su nariz y joder que se ve adorable, pero me concentro mejor en su expresión confusa.
—Solo necesito que me ayudes a ser alguien que no le tema a nada, me refiero a que tengo... Tengo problemas con superar algo traumatico y doloroso de mi pasado. —Baja la mirada y vuelve a morder su labio inferior con algo más de fuerza, estoy a punto de decirle que deje de morderse el jodido labio, cuando él eleva su mirada y me deja estático ante ese mar negro y profundo—. Tengo miedo de que las personas que amo me lastimen, yo... No confío en nadie, y no quiero vivir de ese modo toda mi vida.
—Una máscara de mentiras. —Arruga el ceño ante mis palabras—. Es lo que quieres, ocultarte detrás de tu miseria disfrazandola de seguridad, eso es lo más patético que podrías hacer, pero voy a ayudarte.
Solo porque es muy bonito, voy a aceptar esta locura.
—¿En serio?—escupo una maldición por lo bajo y asiento.
Él solo ha escuchado la parte de voy a ayudarte es imposible no verme reflejado en este chico.
—Gra...
—Ahórrate el agradecimiento, no seré amable contigo, tampoco seremos amigos, solo vamos a ser una especie de compañeros de superación o cómo quieras llamarlo. —Extiendo mi mano, él ladea su cabeza en confusión, pero luego la toma en un agarre firme—. Dame las llaves del coche.
Veo como un sonrojo leve se forma en sus mejillas, me suelta de inmediato y rebusca en sus bolsillos las llaves del auto, en cuanto las tiene me las da.
—Vamos, te llevaré a cenar.
—Pero no tengo hambre, además en serio quiero conocer la ciudad.
—No me importa lo que quieras, me importa lo que mi estómago quiere en este momento y eso es una hamburguesa y papas así que cierra la boca y vámonos.
—Okay... ¿Es una cita de compañeros?
—Es una cena de desconocidos que no tendrán más trato que charlas y consejos de cómo ser un egoísta y dar malos pasos que quizás vayan a terminar por hundirte más de lo que ya lo estás.
—Oh, entiendo.
—No, no lo entiendes.
Me muevo en dirección al coche de Zolan Walker y no dudo en subir en él, el chico de ojos bonitos se sube segundos después y no duda en colocarse el cinturón de seguridad. Enciendo el coche, pero cuando intento ponernos en marcha él me detiene, logrando que frunza el ceño.
—¿Qué crees que haces?
—Te coloco el cinturón. —dice al tiempo que se aproxima de más y en dos segundos me pone el cinturón como si yo fuera un crío y no pudiera hacerlo por mi cuenta—. La seguridad ante todo.
—Lo que digas.
Y así es como un desconocido me hace pensar que estoy completamente loco por haberme dejado arrastrar por él sin pensarlo demasiado.
Pero es que esos ojos son difíciles de pasar por alto.
ThiagoDavis.
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Milo Walker.©#1✔️[BL] [Saga Hermanos Walker]
Teen FictionMilo Walker es un chico surcoreano que luego de una desastrosa vida con su padre en Seúl, decide convertirse en alguien que lo pueda todo, alguien que jamás se dará por vencido y que siempre protegerá sus emociones de aquellos que intenten dañarlo...