Milo Walker.©#1✔️[BL] [Saga Hermanos Walker]

#33.

Hay una adicción a tus miradas que me tiene suspirando en cada unos de tus lentos parpadeos—Umbra.

"¿Quién es esa chica?"

MILO.

Es miércoles y me siento a punto de enloquecer.

Ninguno de los chicos que me gusta ha dado un paso en mi dirección, quiero seguir manteniendo esperanza, pero con las horas he caído en cuenta que ¡me muero de frustración! Y no es nada bonito.

Suspiro mientras camino por los pasillos en dirección al comedor, sin embargo me detengo cuando noto que Nicanor pasa a mi lado, no va solo, una chica que viste completamente de negro camina a su lado.

Lo primero que me pregunto es ¿Quién es esa chica? En lo que llevo en este instituto no la había visto hasta ahora.

Mi móvil vibra, no tardo en sacarlo de mi bolsillo, estoy tentado a no responder cuando noto que se trata de Gianner, pero extraño demasiado su voz como para ignorar su llamada.

—Hola, Gianner.

—Para saber si esto va a funcionar, necesitamos pasar tiempo los tres. Que estés huyendo de nosotros es estúpido, es obvio que al idio... A Nicanor también le gustas, pero vamos, no puedes esperar que de una vez todo se de como quieres.

«Yo acepto estar en una relación contigo y Nicanor, así que no huyas de mí, te echo de menos.

Mis ojos pican un poco, tomo aire intentando controlar mis emociones, es que Gianner es tan increíble.

—¿D-Dónde estás?

—Estoy aquí.

Giro al escucharlo detrás de mí. Parpadeo seguido, tomo aire y lo libero en un suspiro, él me sonríe y deja una caricia suave sobre mi mejilla.

—También te eche de menos. —musito con las mejillas calientes—. ¿Me abrazas fuerte?

Él no responde solo deja un beso en mi frente y hace lo que le pido, me abraza con fuerza. Aspiro su aroma y por primera vez en estos dos días sin él, me siento tranquilo.

—Eres cruel, Milo Walker. —dice segundos después al alejarse de mí—. Lo peor es que también lo eres contigo mismo. No me gusta que el chico que quiero sufra, me pone triste.

—Lo siento, Gianner, he actuado como un completo estúpido, no merezco a alguien tan especial como tú...

—Ey, no digas eso. —pide entrelazando nuestras manos—. No quiero escuchar que digas esas cosas, lo que importa es que quiero estar contigo y si es posible con Nicanor.