Capitulo 32

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En sus ojos se vislumbraba cierta felicidad y esto a Liliana le estaba irritando.

—Erick....—Entre cerro los ojos enojada.

No creía que él se opusiera tanto a sus deseos.

—¿Mmmm?—contesto curvando los labios evitando reír.

Probablemente que se estuviera conteniendo era lo que la hacía enojar más.

—¿En verdad es necesario que me lleves de esta forma?

Ya no soportaba que la cargara al estilo princesa, prefería mil veces que la llevara como un saco de papas.

—Es necesario....— dijo sin vacilar, él no la llevaría de esa forma tan brusca.

Liliana mordió su labio inferior al ver que Erick no cambiaría de parecer.

—¿Que tal en tu espalda?— sugirió como si fuera la mejor idea.

—¿......?

El lo pensó por un momento y llego a una conclusión

—¡No!— respondió

—Ir en mi espalda significaría que te dolería más la cintura y eso sería contraproducente, no tiene caso que vayas ahí si puedo sostenerte así..

—Además, de esta forma parece como si fuera nuestra primera noche de bodas.

Estaba aún segundo de golpearlo pero se detuvo, ahora ya no podía hacerle ningún daño a esta persona que la amaba por sobre todas las cosas.

∆∆∆

Llegaron a la casa cuando ya todo oscurecía, Maggie y Alan se apresuraron a recibirlos en la entrada.

—¡Mama!— grito Alan al ver así a Liliana

—¿Que te paso?! Te lastimaste?!

Maggie estaba a punto de llorar, no quería perder a otra madre en menos de un año.

—No te preocupes cariño, mamá fue torpe y resbalo en la hierba!

Félix llego de inmediato después de escuchar los gritos de los gemelos, pero lo que vio solo le dio ganas de vomitar sangre.

Si claro, resbalar!, vaya forma en que resbalo— decía con ironía para sí, porque él ya sabía lo que había pasado entre esos dos.

Lucia se acercó al alboroto que hacían todos y cuando vio a su amo se asustó.

—¿Mi señora que le ha sucedido?!—pregunto preocupada.

Liliana Quería morir, juraba que si para mañana amanecía mejor, Erick se lo pagaría muy caro por la vergüenza que estaba pasando.

—Parece que nuestro amo resbaló

Respondió a su pregunta al verla preocupada por algo innecesario.

—Ven Lucia— ordeno para que lo siguiera a la cocina.

Félix busco entre los estantes de la despensa el botiquín de primeros auxilios.

—Lleva a su habitación unos analgésicos y también...

—¿.....?.

Al ver su expresión ingenua dedujo que la pobre niñera desconocía la razón del dolor de su amo.

Ella era demasiado joven para conocer el mundo de los casados.

Ahhh~ suspiro Félix.

A veces quisiera no saber nada como ella.

Te Compre!! Ahora Me PertenecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora