Te Compre!! Ahora Me Perteneces

Capitulo 44

La hora del té era lo que más esperaba del día.

Relajarse mientras la atendían como la  reina que era...

¿Que más podría pedir de esta vida?

¿Lo merecía?... Si, en efecto y más aún cuando logró  su cometido.

Ohhh~ Si!, esto era lo bueno de haber nacido en un nivel superior que al de los demás.

¡¡Aunque había un pequeño problema!

La estúpida servidumbre nunca iba de acuerdo a sus gustos.

—¡¡Niña!!— Grito enojada..—¡¿Cuánto tiempo tendré que esperar por una estúpida taza de té?!!!

—¡¡Espero y esta vez no se te olvide traer mis bocadillos zorra apestosa!!

La joven sirvienta iba temblorosa con la charola de plata para servirle a su amo.

Sus manos temblaban demasiado casi hasta derramar unas cuantas gotas de la tetera.

Tenía que tranquilizarse o recibiría otra paliza, incluso hasta podría perder una extremidad como todos los demás.

Cuando ella llego a la terraza vio a su amo enfurecida.

Margaret se puso pálida del terror  y avanzó con mucho sigilo hacía su Amo.

—¡¡Hasta que por fin llegas estúpida!!—regaño con su horrible voz de anciana.

—¿Bien y que esperas para servirme?!, o quizás piensas que yo la tengo que tomar de la mesa!!!

No era como si la pequeña mesa estuviera aun kilometro, solo a unos cuantos centímetros de ella.

Pero aun así sirvió su té y lo acerco hasta las manos de Grace.

—¡¡¡¡...!!!

Desgraciadamente para Margaret su nerviosismo le hizo cometer el error de derramar Te sobre el vestido de Grace.

—¡¡YO!! Yo!! lo siento..—

Margaret trato de limpiar torpemente con su propia ropa el accidente que había provocado, sin embargo...

—¡¡Imbécil!! me has manchado el vestido!!

Solo recibió los gritos histéricos de Grace.

—¡¡Eres una inútil!!—grito y la empujo para que la pobre joven cayera al suelo.

Estaba tan disgustada por la torpeza de su criada, que si no le enseñaba una buena lección nunca estaría conforme con ella.

¡¡Un castigo!! Era lo que merecía!!

Tomo entre sus manos la tetera y arrojo el contenido caliente al rostro de la joven sirvienta.

—¡¡¡AYYYYY!!—grito de dolor

A Grace esto no le satisfacía del todo, así que aventó la taza en la cabeza de Margaret, quebrándola al contacto.

Ahora no solo era el té lo que escurría en su rostro si no también un río de sangre en toda su cara.

—Vete estúpida, limpiaras después!

—¡¡Me desagrada verte ahora!!

—Llama a Mary para que me sirva otra taza de te!!

—¡Y date prisa o quieres que este todo el día esperándote?

La joven se levantó del suelo sollozando por el ardor, quería correr pero si lo hacía tal vez su castigo seria mucho más severo que ese.