Te Compre!! Ahora Me Perteneces

Capitulo 34

Todo transcurría tan rápido que era difícil procesarlo.

Hace apenas media hora ella era una tierna doncella enamorada, pero ahora mismo todo eso lucía tan distorsionado en una mujer como Liliana.

La traición de Erick la estaba cegando tanto,  al punto de convertirse en aquella villana que había creado para protegerse.

Ahora solo le complacía provocar dolor en aquel joven inconsciente.

— ¡¡Félix!!! Bloquea la puerta!!— Ordeno severamente.

Pero Félix no podía moverse, de hecho aunque pudiera hacerlo no quería obedecer.

Aun se rehusaba en creer que Erick era como todos aquellos patanes de clase alta.

Creía en la inocencia que el le había demostrado, la bondad de su sacrificio por sus hermanos.

Creía en un chico que solo parecía un tierno cachorro..

¿Que maldad podría tener alguien como él?!

—.....

Estaba furiosa con Erick, pero esa furia ahora se estaba desviando a su mayordomo.

—Te Rehusas a Obedecerme!!!¡Maldito Sirviente!!—le Grito a Félix

—O Acaso...¿quieres tomar su lugar?!— lo amenazó

Félix no se movió ante esta amenaza, sabía que era muy mala idea provocarla en su estado caótico pero no quería obedecer.

En el momento en que él bloqueara la puerta, Erick la pasaría muy mal con aquellos dos.

—Termine mi Señora—dijo Bruno con tranquilidad.

A él no le importaba lo que sucediera con aquel sirviente desobediente, tampoco le importaba lo que pasara con su Señor a quien sujeto de manos para que fuera azotado.

Lo único que a Bruno le importaba era de cuantos ceros seria incluido en su siguiente salario.

Liliana miro fríamente a Félix quien claramente se estaba revelando en su contra.

—¡Encargate de este sirviente!

—¡.....!

Félix miro a Liliana como el monstruo en que se había convertido.

El siempre fue su más fiel sirviente, pero tenia que rebelarse ante esta causa injusta.

Sus esperanzas en ella se fue desvaneciendo con cada golpe que recibía de Bruno.

Hasta que Fue dejado en el suelo inconsciente sin la posibilidad de salvar a su Amo.

∆∆∆

Con la puerta al fin bloqueada, Liliana comenzaba su venganza.

El perro que había comprado no era fiel a ella, así que tenia que enseñarle una buena lección.

—Sostenlo— dijo mientras señalaba un cubo de agua.

Erick que aún seguía inconsciente por el golpe que le provocó Bruno no sabía lo que le ocurriría a continuación.

Para Liliana era una ventaja tener así a Erick ya que le era más sencillo manejarlo de esa forma.

Sostuvo con fuerza sus cabellos mientras que Bruno sostenía el cubo de agua y con brusquedad sumergía el rostro de Erick para que dejara de respirar.

—¡¡¡....!!!

—COFF!!!!COOFF!!!COFFF!!— tosía sin parar.