Arco 9: Viralia

234 14 3
                                    

Seraphrama era un lugar en donde se reunían todos los infiernos existentes en donde las almas corrompidas sufrían todo tipo de tormentos sin cesar a causa de los abominables seres demoníacos.

Un lugar en donde un humano fácilmente podría perder la cordura.

Su máximo representante era conocida como la diosa demonio, Makros Viralia, tan poderosa como hermosa.

Ella es una de los pocos demonios que optan por mantener una forma humana al igual que su séquito de guardianes, Los Siete Pecados Capitales y sus más íntimos Cuatro Jinetes del Apocalipsis...a menudo conocidos como los amantes de Viralia.

La anterior ángel imbatible que fue expulsada de la Región Celestial y fue convertida en la raza de demonio más poderosa que existe, un Mazoku.

Se dice que sólo un portador de la sangre Mazoku podría sentarse en el trono...

Hasta ahora, nadie ha sido capaz de echar abajo esas palabras...ni nadie lo logrará.

Pero ya era hora de que un nuevo rey se sentara en el trono y Viralia estaba a la espera a que uno de sus hijos la venciera...pero ninguno había tenido la más mínima oportunidad.

Pero un día...

- Ara, así que viviremos en este lugar...

- No está tan mal...

Un chico llamado Dio, acompañado por cinco de sus compañeros más confiables.

Seira una existencia no-muerta del tipo vampiro conocida como "Reina Vampiro", Sebastian un poderoso ángel caído con el poder otorgado por una antigua diosa, Reika conocida como el humano más poderoso que existe, Artorias una existencia dragónica que está por encima de todas las razas del plano mortal y Tae una súcubo otorgada con la sangre mazoku.

Dio y sus compañeros desafiaron a Viralia, su madre y a los suyos. Fue una batalla a gran escala en donde al final, luego de más de quince días, Viralia fue abatida y Dio fue proclamado como el nuevo gorbenador absoluto de Seraphrama.

Un hecho del que se habló por mucho tiempo.

Con casi todas las fuerzas de Viralia aniquiladas, Viralia fue sometida y encarcelada en lo profundo del palacio en donde se negó a servirle a la persona que la había derrotado.

Aún así, el chico insistente bajaba a menudo para visitarla.

- ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo? Será mejor que me mates de una buena vez, imbécil.

Aún si existía un lazo sanguíneo, Viralia nunca formó un vínculo con ninguno de sus hijos, así que tanto para Dio como Viralia, simplemente se veían como extraños el uno al otro.

- Seguiré viniendo las veces que se necesiten. Viralia, únete a mí ¿Acaso no has oído el dicho que dice que el perdedor no tiene derecho a elegir su destino?

- No me convencerás con tus palabras rebuscadas. Acepto mi derrota y no te guardo rencor por haberme vencido, pero no puedo tolerar que mi enemigo me pida algo tan absurdo ¡Prefiero que los demonios me vean como una justa perdedora a rebajarme a ser sólo una subordinada!

Sus palabras demostraban su voluntad de hierro que en circunstancias normales serían imposibles de romper.

Dio sabía que si quería someter a alguien, debía tocar su punto débil.

El de Viralia era bastante fácil, pero aún así él se molestó en insistirle por las buenas.

Dio entró a la celda para acercarse a Viralia que se encontraba encadenada con cadenas especiales. Un ser poderoso como ella fácilmente podría romperlas, pero en este momento ella se encontraba más débil que nunca a causa de la batalla y Seira sólo se había encargado de curarla de manera superficial.

Divergencias del HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora