Arco 7: ¿Revelación?...Parte 5

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Él nunca esperó algo como esto, simplemente sucedió...

"¿Acaso no amo a Tokhs lo suficiente?"

Mientras pensaba eso, su mejor amiga Hitomi había aparecido. Era normal hasta este punto, de no ser porque ella se había mostrado ante él de una forma que sería imposible no ceder.

Hitomi se había duchado y muy a propósito, ella había salido del baño vistiendo sólo con la toalla.

Con su cuerpo mojado y la toalla marcando su figura, ella le sonríe amablemente a su amigo que se había quedado boquiabierto.

- ¿Tienes ropa? La mía se mojó por accidente.

Dio le pasó la camisa del instituto, era demasiado para un chico ver a una belleza femenina como Hitomi vestida de esa manera. En el fondo, a él le gustaban las chicas muy desarrolladas como ella e Isabell y Ceres cumplían con ello. Por muy cruel que sonara eso, no podía evitar no amar completamente a Tokhs por eso. Tokhs parecía una niña casi adulta y los gustos de Dio hacia las mayores o que parecían serlo eran su debilidad, además estaba el hecho de que Tokhs era una chica muy seria y reservada....puede que ella haya intentado ser amable y cariñosa con él, pero era un hecho de que para Dio, las chicas serias no entraban en sus gustos.

Sus pensamientos en ese momento estaban hecho un caos y cuando vio por completo la desnudez de su mejor amiga al desprenderse de su toalla...él se volteó inmediatamente

.

"Soy un idiota ¿cómo se me ocurre pensar todo esto?"

Él se odiaba a sí mismo por querer engañar a su novia con sus pensamientos. Tokhs era una buena chica, de hecho, en realidad era la mejor novia que había tenido hasta ahora. No era una malhumorada y gruñona como Isabell, tampoco una de carácter débil y sumisa como Ceres...era irónico.

- ¿Pasa algo?- le pregunta Hitomi confundida al ver la reacción de su amigo.

- Sólo vístete quieres...

Pero cuando Dio volvió la vista, su amiga que sólo se había puesto la camisa sin abotonarse, ahora estaba muy cerca de él, sonriéndole como un ángel como siempre.

- No tienes por qué avergonzarte de mirarme, somos amigos desde hace mucho ¿no? No me importa si me miraras desnuda. Hace mucho nos bañamos juntos ¿recuerdas?

- E-En ese entonces éramos unos niños...ahora es diferente. No quiero que por accidente te haga algo que a ti no te guste.

- Nada de lo que tu hagas me disgustará, incluso si me tocas con intenciones sucias...

- ¿Haa? Sé que a veces te gusta bromear pero...

- No bromeo cuando se trata de nosotros...inténtalo.

Ella de pronto se miraba tan seria que hizo dudar al chico. Pero lo que ella hizo a continuación, lo obligó a tragar saliva.

Hitomi se alzó un poco (ella estaba inclinada) y fue como si una corriente estremecedora le hubiera sacudido por dentro.

Los enormes pechos con los que los compañeros de Dio soñaban ver desnudos estaban a escasos centímetros de su cara. Tan imponentes que intimidarían a cualquier chica y tan firmes que era sorprendente para ese tamaño que tenía, era claro el cuidado que ella llevaba con su cuerpo o de otra manera, esos pechos en otra chica parecerían los de una vieja aguada. Pero también, además de su atractivo tamaño, sus pezones se ocultaban tímidamente por debajo de sus rosadas aureolas...era una sorpresa ver que Hitomi tenía pezones invertidos, de alguna manera eso incrementó los deseos internos del chico por su amiga. No había nada más estimulante que ver surgir ese pequeño par de manjares que incitaban al hombre volver a sus tiempos en donde apenas no era más que un bebé.

Divergencias del HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora