Desde entonces, Tori trató de evitar a Dio como pudo, ella pensaba que la distancia haría que el chico al menos intentara buscar a otra, pero fue para peor...
La depresión lo inundó al no tener a quien darle su "todo".
- E-Este es la información que...pude recoger para la tarea.
- ...Ah, déjala por...allí.
- ¿Pasa algo?
- No es nada, Haru, vete.
La cara de preocupación en Meguri Haru se reflejaba visiblemente en su rostro.
Ella era una chica de baja estatura, de cabello rubio en una melena corta y con unos encantadores ojos azules. En sí ella no poseía ningún atractivo físico destacable aparte de su cara bonita, por lo que Meguri sólo cabía en la clasificación de lo "Lindo" aunque a decir verdad, tan sólo unos pocos saben cuál era la verdadera naturaleza de Meguri que se sentó en la silla contigua para quedar frente a Dio que la miró de forma severa.
- ¿Te pasa algo no?
- No es algo que te importe.
- A veces es bueno que alguien te escuche, no me moveré de aquí hasta que me digas lo que te pasa.
- ¡Tch! ¿Por qué no me dejas solo de una vez?
- Créeme, te sentirás mejor después.
- No hay manera de que eso ocurra ¡ya la he perdido!
- ...¿Así que se trata de una chica eh? No sabía que tenías una novia- sonrió Meguri que se acercó aún más a Dio- pero bueno, no es bueno que te aferres a ella, si te dejó ento-...
- ¡Yo voy a estar con Tori! No me importa si ella me rechaza...no importa.
Dio lo dijo no muy convencido, casi al borde de las lágrimas, a lo que Meguri se quedó boquiabierta por unos segundos.
- ¿La maestra Satori? He escuchado rumores de que ustedes tenían algo pero eran sólo bromas...¿En serio tú y ella...
- No exactamente...somos amigos desde hace mucho...
- Ya veo, he escuchado que ella se va a otro país, debe ser duro.
- Ni te lo imaginas...
- No, no me lo imagino, pero supongo que ha de ser muy feo. De todos modos ¿por qué no te fijas en alguien de tu edad? La maestra Satori fácilmente te pasa por más de diez años ¿no?
- Yo nunca le vi el problema a eso... Tori es única para mí, su edad jamás me...interesó.
- Fufuf, mientes, su edad te importaba mucho ¿no? ¿Acaso te excitan las mayores?
- ¡E-Eso no...
- No te preocupes, entiendo que puedan gustarte cierta clase de mujeres, pero deberías desligarte un poco de tu obsesión y empezar a mirar a otro lado, de todos modos la maestra Satori ya no estará más contigo ¿verdad?
- ¡Haré todo lo posible para que ella no se vaya!- exclama el chico que se levanta de golpe.
- No puedes obligarla a hacer algo que no quiere, tal vez ella piense que deberías estar mejor con una chica joven, además, la maestra ya tiene un novio ¿no? Deja que haga su vida y empieza la tuya, yo podría ayudarte.
- ¡Eso es imposible! Si crees que-...
Meguri, lentamente se puso en pie y tomándolo por la corbata desajustada de su uniforme, lo jaló hacia sí misma para clavarle un beso que dejó al chico completamente perplejo.