Ruta 6: No es lo que esperaba pero...FIN

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- Creo que debería haber enfriado más el agua- le dijo Dio a su madre que comenzaba a perdirle cosas extrañas- aún estás borracha, sólo espera.

- No estoy borracha- le dice Reine que le detiene agarrándole del brazo.

- Eso es lo que dicen los borrachos. Estás diciendo tonterías.

- ¿Entonces lo que sientes por tu propia hermana también es una tontería? Lo que estás haciendo...no está bien.

- Creo que eso habría sonado bien en otro momento, pero no estás en posición de decirlo ahora, mamá.

- ...Soy tu madrastra.

- ¡Eso no funcionará!

- ¡Por favor! ¡Sólo por esta vez! ¡Hace mucho que dejé de recordar lo que era ser una mujer!- le rogó Reine que se aferraba al chico que intentaba despegársela.

- ¡Mira una telenovela!

Dio se mantuvo firme, tener sexo con su madre le resultaba muy chocante, una cosa era Fuko, pero otra sería Reine que de pronto, de ser una mujer centrada, estricta y cariñosa, ahora se mostraba desesperada...¿tanto fue el daño que recibió el que su padre la haya dejado por otra? En parte Dio se molestó con él ¿cómo se le ocurre dejar a una mujer tan bella sola?

De una u otra forma él logró dormise con la puerta con llave. No supo cómo su madre actuó frente a sus hermanas cuando llegaron, sólo esperaban que ellas la controlaran o algo.

Para cuando amaneció, sintió el placer de todos los días. Tori estaba haciéndole una increíble felación, sus movimientos con su lengua de arriba a abajo provocaban un estímulo tal que lo obligó a correrse...por un momento, ella se detuvo, seguro para limpiarse la cara o saborear, él se mantuvo con sus ojos cerrados para trabajar su imaginación...y como era de esperarse de un chico joven, su erección se mantuvo a tope incluso después de haberse corrido. Lo mucho que él podía disparar eran cuatro o cinco por hora, así que no se preocupó en comparación al principio que sólo podía aguantar una ronda.

Ella entonces continuó...

"Wow"

Ahora lo estaba succionando, sus labios descendían y...¿¡Lo metió todo en su boca!?

Era primera vez que Tori lo hacía, pensaba que todavía no se atrevía, pero ahora lo estaba haciendo tan bien que rápidamente volvió a correrse en cuanto sintió que su langua se enrollaba a él como una serpiente viscosa dándole un placer más allá de lo experimentado y luego, no conforme con esto, ella siguió más golosa que nunca, lamiendo y chupando hasta que le dio la impresión de que eran dos lenguas las que jugaban con él.

"Mierda ¡que rico!"

Esto era demasiado, ni siquiera había llegado a su límite usual y ya comenzaba a sentirse agotado, joder ¿cómo es que Tori de pronto había mejorado tanto?

Ahora sintió una próxima rusa, lo envolvió tanto que pensó que eran cuatro tetas las que lo frotaban....

Espera...

Dos lenguas...cuatro tetas.

Dio abrió sus ojos de golpe y miró hacia abajo.

Lo que sintió de pronto hizo que la excitación bajara muchos niveles a causa del impacto emocional que recibió.

- Buenos días, hijo.

- Buenos días~

Era Tori y su madre, completamente desnudas mientras sus enormes pechos luchaban por ver quién le daba más placer.

¿Qué significaba esto?

- ¡¿Q-Qué estás haciendo aquí?!

Alterado, él se sienta sobre su cama mientras señalaba a Reine que ponía una expresión culpable.

Divergencias del HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora