No puedo creer lo que me está pasando...
- Oye, Dio ¿Crees que este traje me quede bien?
- Pienso que se ve un poco...
- ¡Hey! ¡Zindel! ¿Cuándo piensas salir del vestidor? Debes mostrarle lo que te has puesto a tu novio~
- E-Esto es un poco vergonzoso, m-mejor volveré a-
Moeka corre la cortina del vestidor en donde estaba Zindel y me quedé sin palabras al verla con un bikini de color azul que era...bastante revelador.
Además de mí, habían también otros chicos en la tienda que acompañaban a sus novias y más de alguno se quedó embobado mirando lo erótica que se miraba Zindel. Ni siquiera sabía que esa palabra podía ir bien con ella.
En mi interior me molesté que otros la vieran y de inmediato volví a cerrar la cortina y miré con cierto reproche a Moeka que siempre se mostraba despreocupada por todo.
- ¿Te pusiste celoso, verdad?- me pregunta de repente.
- Ah, claro que no.
- Es muy tierno de tu parte, no dejar que otros miren a tu novia ¿En verdad no la querías?
- Es lo normal ¿No? Además, Zindel no es del tipo exhibicionista como tú ¡esa clase de cosas le afectan!
- ¿Eso es lo que crees?
- ¿Por qué lo dices?
- Por nada, por cierto ¡Mira lo que me voy a comprar!- me dice Moeka que me mostraba un traje de baño que para mi asombro, era normal...aunque a decir verdad en el cuerpo de ella hasta el traje de baño escolar se ve erótico. Luego añade susurrándome en el oído- ¿Me ayudas a ponérmelo?
Sin esperar una respuesta, Moeka me jala del brazo hacia el interior del vestidor de al lado.
¿Habrá acaso un límite para perversión de esta chica?
Aunque yo no era diferente, una vez nos metimos ahí, nos comenzamos a besar como si fuera la última vez en nuestras vidas. Era un hecho que Moeka besaba mil veces mejor, su lengua hacía maravillas dentro de mi boca y cuando eso sucedía, sentía que perdía mi propia existencia.
Mientras nos besábamos, metí mi mano a través del short que llevaba para tocarle el trasero.
De pronto sentía que el calor se incrementaba en este pequeño cubículo y cuando Moeka se separó de mí, nuestra saliva se negaba a separarnos por completo. Pero ella con una mirada traviesa se agacha y baja la cremallera de mi pantalón y de nuevo vuelve a hacer maravillas con su boca, al menos eso esperaba, pero primero utilizó sus manos. Si tan sólo pudiera hacer algo más útil con esas habilidosas manos sería una celebridad de internet. Pero ella sólo tiene una cosa en esa cabeza rubia.
Dejé de pensar en cosas inútiles y me relajé, de esta manera, así como el dolor que viaja a través del cuerpo, lo mismo pasaba con el placer que acariciaba cada fibra de mi ser como una gran pulsación.
Luego de estar con ella mucho tiempo, ya no me excitaba tan fácilmente, en muchas maneras eso era una ventaja ya que podía ver una chica desnuda sin que se me abultara el pantalón, cosa de la que antes me avergonzaba. por lo que Moeka cada vez me mostraba técnicas más sotisficadas para excitarme al instante...Y gradualmente siento ese calor envolvente en mi miembro viril.
Cierro mis ojos y la sensación me hace volar como no tienen idea... No estaría exagerando que esto era como una droga para mí.
Me sentía endemoniadamente bien, hasta que oigo que la cortina se abre hasta menos de la mitad.