Mientras me preparaba como todos los días para ir al instituto, algo captó mi atención mientras me arreglaba la corbata...
Casi cometo un suicidio involuntario.
Al otro lado de la ventana de mi habitación, justo enfrente a unos dos metros, había otra ventana que daba a una habitación de la cual estaba bastante familiarizado pero...jamás vi algo semejante en mi vida.
Allá, había una chica de espaldas, con la piel perfectamente bronceada. Sus curvas eran hipnotizantes y sus caderas una dinamita. Claro, lo podía ver todo, porque estaba desnuda...
Y se me puso dura al instante. Era imposible ver hacia otro lado teniendo ese monumento enfrente. Hasta ahora creía que mi tipo de chica eran las blancas pero en cuestión de segundos todo cambió, increíble.
Me quedé tan embobado que cuando me di cuenta, algo duro golpeó mi frente haciéndome caer de espaldas.
Ah, recuerdo vagamente que ella fue...que mal comienzo.
***
- ¡¿Ehhh?! ¿Qué te pasó cariño?
- M-Me caí mamá
- ¡Esa es la excusa más cliché del mundo!- gritó mi mamá que era esa clase de persona...odio que ella sea tan sobreprotectora conmigo.
- Yo le creo, a lo mejor te resbalaste con el jabón y te pegaste en la pared ¿no?- dice Aneki que tenía una cara burlona ¿por qué siempre es así conmigo?
- Este golpe no es de haberte pegado en la pared, estoy segura.
A veces mamá es aterradora ¿cómo puede saber que no es un golpe que me di en la pared?
- Ahora dime- su mirada era inquisitiva, una respuesta que no le gustara y...
- A-Aniki, hoy tengo reunión de comité ¿podemos ir antes?
Por suerte, mi hermana favorita salva mi día y dejándola con las palabras en la boca a mamá que estaba molesta y yo con un tremendo dolor de frente, nos fuimos a la calle junto con Fuko al instituto.
En el jardín había una bicicleta tirada, siempre la usamos para viajar, sobretodo porque yo tengo que recorrer más debido a que tengo que dejar a mi hermana menor a su escuela ya que ella va a secundaria y queda un poco más lejos que el instituto.
Yo me monto y espero a que ella lo haga también por el asiento de atrás y cuando me pongo en movimiento, ella se aferra a mí.
Fuko usualmente es una chica muy tímida que no se relaciona con nadie que no fuera su familia, pero es más apegada a mí. No me molesta en realidad ya que tampoco es tan pegajosa. Tampoco es el tipo de hermana menor que te dijera "Onii-chan", ella es muy tranquila, demasiado sumisa, siempre juega conmigo videojuegos, de hecho, es mi dúo en lol, ambos somos platinos...y sí, ella es main support, pero no sabe cocinar ni un huevo ¿qué chuchas está pasando en este mundo?
- ¿En verdad te caíste, Aniki?
- Claro que no- le dije con la verdad a Fuko. Puede que tenga varios amigos, pero confío demasiado en Fuko, tanto que puedo decirle cualquier cosa.
- ¿Entonces...?
- En la habitación del otro lado...vi a una chica, estaba... sin ropa.
Traté de que mi mente no se escapara de nuevo o podría tener un accidente.
- ¿Te refieres a la hija de los nuevos vecinos?
- ¿Ah? ¿L-La conoces?
- No, sólo es suposición. Además, ayer estuvimos en ranked, no tuvimos tiempo de ir a saludarlos.