La Chica Misteriosa ~ Rodrick Heffley [ Finalizada ]

Capítulo 12 : El regalo que me hizo llorar en su hombro

Narra Layla :

Hoy es mi cumpleaños y he decidido celebrarlo, normalmente no lo suelo celebrar, pero como ya dije, nuevo pueblo nueva vida.

Nada más despertar bajé a la cocina y Rowley junto con mis tíos me hicieron una gran sorpresa, en la cocina habían carteles de felicitaciones, y un montón de comida y algunos regalos.

- Abre el mío, el mío primero- Dijo Rowley.

Le dí las gracias y abrí su regalo, era una camiseta de nosotros dos juntos y un colgante de un corazón.

Después abrí el regalo de mis tíos y era un hermoso vestido y un viaje de un día para dos personas.
Después de abrir los regalos les dí las gracias y empezamos a comer toda la comida.

Eran las 12 del mediodía cuando recibo un mensaje de Rodrick.

"Felicidades abuela, que tienes pensado hacer hoy nena."

Le conté mis planes, mis planes eran pasar la mañana en el centro comercial en la tienda de rock, y por la tarde a la hora de comer haría una mini fiesta para mis amigos de menor edad a los que invité  :
Manny, Greg, Rowley, Shirab, y un par de amigos de la clase de mi primo.

Después de la mini fiesta, celebraría otra fiesta más oficial con mís amigos de mi edad :
Rodrick, Robert, el Rubio de la banda, Heather y Shaha.
Lo sé, invitar a ellas no sabía si era la mejor idea, pero lo cierto es que en el club de campo lo pasamos muy bien y desde entonces no eran tan malas.

Era un plan perfecto así podría estar con todos en su debido tiempo.

Después de desayunar fuí a la tienda de música, Julio se alegró mucho al verme y yo de verlo a él, me hizo un regalo y todo, yo al principio me negué a aceptarlo pero después lo acepté, era un disco de Queen en vinilo, al verlo le abracé fuertemente, lo pasamos muy bien escuchando música y cantando.

Cuando llegó la hora de comer fuí a la mini fiesta la cual sería de 1pm a 7pm un horario al que todo el mundo le venía bien.

En resumen me lo pasé genial bailamos, cantamos Karaoke, patinamos, y nos reímos, había una televisión gigante y ahí pusimos videos de risa y bailamos Just Dance, sé que puede parecer infantil pero yo me lo pasé genial.

Cuando se hicieron las 7:30pm me fuí con Manny, Greg y Susan a casa de los Jefferson, y de ahí Rodrick me llevaría a mi fiesta.

La verdad es que Rodrick y los de la banda se encargaron de la fiesta, lo cual me daba miedo, por qué no sabía ni el lugar ni la hora de vuelta...

Al llegar a casa de los Jefferson Rodrick me abrió la puerta y sin saludarme me puso un venda en los ojos.

- Toma Layla, pontela y no preguntes.

- Si hombre, conociendote me llevarás hacia una rata muerta o algo así.

- Que poca confianza tienes en mí, solo vamos a mi habitación pero no quiero que veas la sorpresa.

- ¿Que sorpresa? - Le pregunté

- Si te lo digo ya no lo és.

Le mire con cara de ¿really?, y me puse la venda, en ese momento noté unos pasos detrás de mí y entonces era Rodrick que se había puesto detrás de mi y que me agarraba suavemente de la cintura para dirijime hacia su habitación.

En cuanto él tocó mi cintura mi piel se erizo haciendome sentir un escalofrío, pero decidí hacerle caso y caminé hacia delante, Subía las escaleras y él me guiaba, era como si confiara ciegamente en él.

Casí me caigo a mitad de escalera más o menos, pero logré llegar a la habitación sana y salva.

Él me pidió que extendiera las manos y yo lo hice, entonces me quitó la venda.
Sobre su cama habían dos regalos y me pidió que escogiera uno yo lo elegí y lo abrí, era una camiseta negra donde se podía leer " Löded diper".

Yo le dí la gracias y después cogí el otro regalo, era un vale de una tienda de helado por valor de un helado gigante, cuando lo ví enseguida le dí un abrazo y lo guardé corriendo en mi bolso antes de que Rodrick se arrepintiera de no quedarse él con el helado gigante.

Cuando acabó, él se giró y me dijo:

- No hay dos sin tres muñeca.

Y me dió otro regalo, lo abrí y cuando lo ví, me puse la mano en la boca y  abracé a Rodrick muy fuerte, un par de lágrimas salieron de mis ojos casí sin darme cuenta.

-Muchas gracias de verdad significa mucho para mí. - Le dije.

- Me alegro de que te guste princesa.

En ese momento me sorprendí, él siempre me decía, nena o muñeca, pero nunca me había llamado "princesa ".

¿Que cuál era ese regalo que me hizo llorar en su hombro?
El regalo era la foto de la Caja Layrick en tamaño grande y enmarcado con un gran cuadro de color negro.