Capitulo 15: Just Say ⅠⅠ[ Narra Luis Cepeda ]
Respire hondo antas de entrar a la clase, fue la última que tuve que dar hoy, y era la clase de Aitana. Pensé en que probablemente debería haberla dicho que aquí tiene que fingir que no nos conocemos, pero me pereció obvio, y ella lo suficiente inteligente para saberlo sola. Entre exactamente cinco minutos antes de que la clase debería haber comenzado. Lo bueno de enseñar medicina es que todos los estudiantes son buenos; nunca tarde, calla, escucha de verdad. Si no, simplemente no pueden sobrevivir, es demasiado difícil. Y tienes que triunfar los seis años, «que suerte que yo ya terminé».
Por ser estudiantes de primer año, no conocía a nadie en la clase, bueno excepto a una. Siempre que tenía una clase nueva me fijé en las chicas ahí, era mal y no muy profesional de mi parte, pero era en mi naturaleza. Igual entre todos los estudiantes y las chicas ahí solo me encontré mirando a una - Aitana. Ella, por su parte ni mi drago la mirada. La note extraña y no sabía si era porque intento fingir que no me conoce, o que tenía algo que ver con el hecho que no llego a mi oficina durante todo el día. Ha dejado mi mensaje en leído y tampoco cogió mi llamada. «¿Quizás no le fue muy bien en el examen? Pero entonces, ¿porque no me lo ha dicho y porque ni me miré?».
Cuando la clase terminó, tan solo en el tiempo que tomé todos mis libros, ella ya se había desaparecido. Esperé en mi oficina durante una hora, esperando a que llamara para poder llevarla a casa como hablamos. Pero el final me cansé y me fui a casa solo. Caminé de un lado a otro en mi apartamento dudando si debería golpear en su puerta y ver si esta ahí. No sabía si debería estar preocupado si algo la paso, o si ella lo estaba haciendo a propósito. Una media hora mas tarda recibí un masaje de 'What'sApp' de ella diciendo: 'Lo siento, mi teléfono murió. Tuve un viaje a casa'. En el mismo momento su teléfono volvió a estar desconectado otra vez.
Ahora estaba aún más furioso, este mensaje fue solo una excusa mas. Habría pensado en un millón de formas para que ella me hiciera saber que no vendría. Decidí llamarla de nuevo, pero llegué directamente al correo de voz. Ya eran las seis, se suponía que nos encontraremos a las ocho para nuestra cita, o lo que sea. Así que decidí dejarlo por un lado y no darle demasiado importancia, tal vez realmente era nada. Me ocupé de algunos arreglos que tenía que hacer, y luego organicé todo lo que necesitaba para esta noche. No entendía por qué estaba tan ansioso por hacer esta noche perfecta, pero quería. A las ocho toqué su puerta después de duchar y vestirme.
Abro la puerta con un rostro ofendido, luego cambió a un rostro sorprendido cuando me observó de arriba abajo, luego se recordó a sí misma que debería estar enojada de nuevo. Llevaba una camiseta sencilla y pantalones deportivos. Era obvio que se lo había olvidado, lo que explico esa cara de sorpresa. Pero aún no comprendí su cara de enfadada. — Hola. — dije indiferente y hice un gesto para que me deje pasar. — Hola. — murmuro mientras se mudo de la puerta. — No contestas tu teléfono. — me senté en la sofá, ella me siguió pero se quedo de piel. — Esta apagado. — fruncí el ceño.
— ¿Otra vez? ¿Qué pasa estas enfadada con tu móvil? — ni la poca sarcástica en mi voz consiguió esconder la rabia que sentí. — No, solo con la gente que me buscan por ahí. — respondió. — ¿Así que admitas que estás enfadada conmigo? — su expresión se cambió rápidamente. — No, no eras el único quien me busca. — puso los ojos en blanco. «¿Con quien más está enfadada». — ¿Porque no estas vestida? — se observo su ropa de arriba abajo. — Estoy cansada, mejor si lo hemos en otro día Cepeda. — «Cepeda, otro señal que estaba enfadada». — No podemos otro día, tu estas trabajando casi toda la semana y yo tengo a Agustín dos días esa semana. — estaba tan molesto de su humor.
— Bueno entonces no tenemos que hacerlo. — dijo con la mirada hacia al suelo. — ¿Que te pasa? — ahora ya levanté la voz, me volvía loco. — Primero no llegas a mi despacho con una estupida excusa que no lo encontrabas, como si no pudieres llamar para que te expliqué o algo. — me miro furiosa, no quería gritarse en ella, pero lo estuve perdiendo. — ¡Y ahora no quieres ir, diciendo que estás cansada y que todo está bien, pero es obvio que no esta nada bien! ¡Así que dime que paso, joder! — agarre de mi nuca por un intento a controlar la sangra que me estaba subiendo por la cabeza. Aitana me ignoró, quedando quieta con la misma mirada de rabia, sin tener cada derecho a estar enojada.
![](https://img.wattpad.com/cover/224495160-288-k764710.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Por El Otro Lado De La Pared | Aiteda
RomanceMiré por la ventana, observando cómo las gotas de lluvia caían sobre el cristal, bajando y desapareciendo, dejando un rastro de evidencia de que estaban allí. Me hizo recordar del aquel día cuando llegué a la ciudad. De aquel paredes donde aprendí...