Capitulo 31: Ni Una Mas
[ Narra Aitana Ocaña ]
— ¿Y? — la curiosidad ardía en mi vientre. — ¿Y que? — Clara hizo la inocente, como si no sabía lo que quería escuchar. — Tu ultimo mensaje fue 'te contará mañana', es el día. — la dije, sacudiendo su brazo ansiosamente. — Que... — empezó a decir sin seguir, jugando conmigo como chicle, estirándome y estirándome. — ¿Y que? — la presioné, ella sabía como ser muy pesada cuando quería saber todos los detalles. Ahora fue mi turno, ayer salió con esa medico y me contó nada. — Que nada, que pase la noche ahí. — soltó por fin. — Ay, ¿ves? ¡Por eso no te dije! — se quejó, negando la cabeza. — Pero no dije nada. — me quejé yo. — No hace falta, veo en tu cara como me juzgues. — dijo Clara, rodando sus ojos café. — No lo estoy. — insistí, defendiéndome. — Ah, ¿no? — preguntó retóricamente. — ¿Y esa cara? — cambié mi expresión, aunque no sabía cual llevé encima. — ¿Que cara? — pregunté, sin hacerme la estupida, de verdad lo hice sin siquiera controlarme. — Mira, es que yo pertenezco a la generación anterior. — comencé a explicarme. — Pero eso no significa que crea que todos los que eligen lo contrario están equivocados. — dejé de caminar para enfrentarla. — Si a ti te apetece divertirse y te hace sentir bien, nada debería detenerte. — proseguí, ella me miró poco convencida. — Me cuesta imaginarse a mi misma teniendo sexo con alguien que acabo de conocer, porque creo que si incluso en el momento lo voy a disfrutar, luego voy a repetirme, y eso dura más que unos pocos minutos. — los labios de Clara dibujaron una sonrisa amplia. — Porque piensas demasiado en las cosas todo el tiempo. — comentó y empacó a andar de nuevo. — Exacto, pero tu no. — solía juzgarse a Luis por estar con tantas chicas, y me tomó mucho tiempo a darme cuenta, pero al final entendí- lo que es correcto para mí, no fue necesariamente correcto para los demás. — Es solo que a mi me gusta celebrar mi sexualidad un poco más que ti. — dijo en un tono orgulloso, sonriendo con las cejas elevadas. — Hay mas de una forma para celebrar tu sexualidad. — la sonríe devuelta.
— Si tu lo dices... — su voz se convirtió borroso poco a poco, cuando mis ojos y mi mente se concentraron en algo distinto. — Acabo de recordar que olvidé algo en el clase, — tiré la primer excusa que tuve en mente. — Sigue, te verá allí. — dije caminando al dirección contraria. — ¿Segura? Vas a llegar tarde. — Clara dejó de caminar, mirándome confundida. — Si, te veo en un rato. — dije tomando unos pasos al dirección contraria, hasta que ella despreció entre las paredes del pasillo. — Si mi hijo no me contaste mejor llegará a él, o no, a su 'novia' mejor. — dijo Encarna, en voz que era demasiado alto en esa espacio concurrido, y la palabra 'novia' en un tono tan sarcástico que pellizcó mi corazón. — Mejor no hablamos aquí. — la advertí, saliendo por la puerta, donde estaban menos personas. — ¿Te das miedo que alguien va a escuchar quien es tu novio? — preguntó con la mirada clavada en mi, casi consiguió asustarme como intentó. — Es por el bien de tu hijo. — la dije seria, ella solo soltó una risita forzada. — ¿Sabes que? Creo que no. — respondió sola a su pregunta irónica. — Estoy segura que nadie en la junta se alegrará de saber que estás aprovechando de tu profesor para sacar mejores notas. — ahora hizo a mi reír, pero solo por mis dentro. — ¿Da verdad crees que alguien va a creer que una estudiante sobresaliente con una beca aprovechó de un hombre mayor? ¿O que van a creer mas el versión en cual tu hijo simplemente tenía las ganas de fallar una estudiante? Espacialmente con su larga historia de sistemas relativamente largos. — hice una puase acompañada de una mueca. — Y No es que obtengo mejores notes gracias a él, pero definitivamente es una buena adición a la historia. — agregué. No sabia de donde saqué esas palabras, pero estuve cansada de siempre ser la pobre, ella podría odiarme si quisiera pero no controlarme, ni de mi vida. Quizás por un parte me equivoqué, que nuestra sociedad aun no llegó tan lejos, aunque me gustaría creer que si. Pero si será una mas, no va ser yo. — Ademas yo perderá nada, Luis por el otro lado no solo que perderá su trabajo, sino que también puede irse al cárcel. — dije aunque era algo que hiciera james, yo también pode asustarse a ella. Encarna dibujó una sonrisa satisfecha, — Así que si solo quieres dinero. — dijo como si finalmente tenía la puzzle completa. — Te lo dará yo. — afirmó. Cogí mi cabeza entre mis manos, buscando lógico. — ¡¿Que?! ¡No! — grité sin creer lo que acaba de escuchar, y de la misma rapidez bajé mi voz. — ¿De que estas hablado? ¿Crees que puedes ofrecerme dinero y sacarme de tu vida? ¿Que es? ¿una película romántica? Nunca funciona por allí tampoco.
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Por El Otro Lado De La Pared | Aiteda
Storie d'amoreMiré por la ventana, observando cómo las gotas de lluvia caían sobre el cristal, bajando y desapareciendo, dejando un rastro de evidencia de que estaban allí. Me hizo recordar del aquel día cuando llegué a la ciudad. De aquel paredes donde aprendí...