YOUNGBLOOD 🐾 Ken Kaneki / Ayato Kirishima

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Habitación de Touka

Hinami estaba leyendo un libro de Sen Takatsuki mientras Touka limpiaba los platos del fregadero.

-¿Qué tal está el nuevo libro? - Preguntó Touka mientras secaba un plato.

-Es algo complicado, pero me gusta - sonrió la chica. - ¿Quieres leerlo, Touka?

-Creo que paso - rió ella.

-Oye, Touka - la llamó Hinami. - Es que mañana hay una sesión de firmas de Sen Takatsuki en la cafetería frente a la estación.

-Vale, ¿vamos juntas? - Preguntó acercándose hasta donde estaba la otra.

-¿En serio? Gracias. Entonces... - empezó a decir, pero una noticia les llamó la atención.

-Hace solo unos momentos, un furgón de la CCG ha sufrido la emboscada de unos ghouls - informó la reportera. - Según los testigos, los ghouls "Parche", "Black Rabbit" y "Youngblood" serían los causantes. Actualmente están en busca y captura.

Touka apagó la televisión.

-¿Parche? ¿Ha sido Kaneki? No, no puede ser. Debe de haber una explicación - intentó justificar Hinami. - Él nunca haría algo así.

-Hinami, no hables de él, por favor - pidió la mayor. - Ya no forma parte del Anteiku.

-¿Y quiénes son Youngblood y Black Rabbit? ¿Son sus amigos? - Preguntó la chica.

-Hinami, ya basta - ordenó Touka.

Guarida del Aogiri

Los escuadrones de Ayato y Kaneki habían vuelto de la misión. Naki había estado todo el camino hablando y lloriqueando por su jefe. Ayato le dijo que había muerto, pensando que así lo mejoraría, pero lo único que había hecho había sido empeorarlo.

Ahora el ghoul estaba tirado en el suelo, pataleando, acompañado de Gagi y Guge, sus subordinados.

-Jefe...Jefe Yamori, no puedes estar muerto - murmuraba entre lágrimas. - ¡Maldita CCG! ¡Os voy a hacer picadillo!

-Qué tío más pesado - gruñó Naomi.

-Jefe, jefe... Mi querido jefe - sollozó Naki. Se dio la vuelta y cogió una pintura del suelo. - Yamori. Ya-Mo-Ri.

Naki intentó escribir los hiraganas del nombre de su fallecido jefe, pero no sabía cómo se hacía.

-Ya, Mo... Ay... ¿cómo era? - Murmuró mientras intentaba recordarlo. - Así... No, tampoco.

Kaneki se acercó, bajo la atenta mirada de Naomi, y se agachó hasta quedar dónde estaba Naki. Dejó su máscara en el suelo, le cogió la pintura y escribió: ヤモリ.

-¿Po-Pone Yamori? - Preguntó Naki mirándole.

-Sí - asintió él levantándose.

-Jefe, jefe... - lloriqueó el ghoul. - ¡Parche! Eres un buen tío, gracias.

Naki se echó a llorar sobre las letras que había escrito el chico. Kaneki se alejó de allí, yéndose a su habitación. Naomi suspiró y se giró para hablar con Ayato, pero él también se fue. La chica se disponía a irse ella también cuando escuchó la conversación de tres ghouls que hablaban entre ellos.

-¿Os habéis enterado? - Preguntó uno de ellos. - De lo del nuevo, el del parche.

-Dicen que es muy fuerte, ¿no? - Contestó el otro.

-¿Pero habéis oído los rumores? - Preguntó de nuevo.

-¿Rumores? ¿Qué rumores? - Repitió otro.