11 🐾 Caffè

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Día Siguiente

Naomi notó unos lametones en su cara y abrió los ojos incómoda.

-Rose, estate quieta - ordenó mientras se incorporaba.

Al hacerlo, noto varias dolencias en su cuerpo. Se destapó y vio que algunas zonas de su cuerpo estaban vendadas.

-Ya empiezo a acordarme de ayer... - murmuró recordando la misión.

Se levantó y se preparó para ir a tomarse un café.

Minutos más tarde...

Kaneki acercaba la taza de café a sus labios cuando su pulso comenzó a temblar. Se le cayó de las manos, rompiéndose contra el suelo y derramando el café. El chico se cayó de rodillas al suelo, mientras su kagune salía de forma incontrolada.

Comenzó a dar vueltas por toda la sala, rompiendo el suelo y las columnas, mientras Kaneki trataba de mantenerse en pie. De pronto, soltó un alarido de desesperación.

-Ken - dijo asustada Naomi, corriendo a ayudarle.

-Naomi - murmuró él, con lágrimas en los ojos.

La chica se acercó hasta el chico lo abrazó.

-Tranquilo - susurró cerca de su oído, lo que hizo que se fuera calmando.

Él la abrazó con fuerza, echándose a llorar.

-Ken, tienes que tranquilizarte - pidió ella, notando como él asentía a su espalda.

Se separó de él y colocó bien la silla. Kaneki se sentó en ella y Naomi fue a buscar una fregona. Volvió y se puso a limpiar el café que había derramado.

-Lo siento... - murmuró él.

-No te preocupes, todos perdemos el control de vez en cuando - sonrió Naomi. - Me han contado lo de Cochlea...

Kaneki llevó las manos a su cabeza, agobiado.

-Perdona si te he recordado algo que no querías - se disculpó terminando de limpiar el café. Se agachó y cogió los trozos grandes de la taza.

Kaneki se levantó para ayudarla. Ella le miró.

-No hace falta que me ayudes, Ken. Siéntate - sonrió ella.

-Vale - murmuró volviendo a sentarse.

Naomi terminó de limpiar, tiró los restos y preparó otras dos tazas de café.

-Toma, aquí tienes - dijo dándole una taza a Kaneki.

-Gracias - contestó probándolo. - Está muy bueno.

-Esta vez no lo tires, ¿vale? - Bromeó la chica.

-Lo siento - se volvió a disculpar.

-Ya te he dicho que no pasa nada, Ken - sonrió ella.

-Naomi, cada día me llamas de una manera distinta - dijo el chico. - Hoy me llamas Ken, ayer me llamabas Kaneki, anteayer Ken... ¿Qué soy para ti?

Naomi se quedó algo parada, la pregunta era demasiado directa. Le dio un sorbo a su café y luego le miró.

-Me empujas y me empujas y yo me estoy alejando - dijo Kaneki. - Me estoy alejando de ti. Pero luego vuelves a mí, porque me necesitas, sí, me necesitas todo el tiempo.

-Quizás tengas razón - murmuró ella. - Te quiero alejar de mí pero luego te quiero cerca.

-¿Por qué me quieres tener cerca? ¿Por qué me quieres alejar de ti? - Preguntó Kaneki.

YOUNGBLOOD 🐾 Ken Kaneki / Ayato KirishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora