°¿Qué esta pasando contigo bonito?

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Mi respiración cada vez iba peor y mis manos estaban temblando, Daniel me miro asustado y fue hacia la maestra para avisarle de mi situación.

-¿Joaquin esta todo bien?- La maestra se acerco y se puso frente a mi esperando una respuesta que yo no podía dar.

Ella me levantó del asiento y salimos del salón hacia la enfermería, Daniel había pedido ir conmigo pero le fue negado el permiso.

Llegamos, me sentaron en una silla y me ofrecieron un jugo al cual accedí. Mientras tanto mi maestra y la enfermera hablaban de lo que había pasado.

-Joaquin cuéntame ¿qué sentiste?- La chica de unos 30 años, de pelo negro y bajita se inco frente a mi buscándome la mirada.

-Pues nada... solo me sentía sofocado- Ella me miro extrañada y me dejo continuar - No se... solo no he tenido buenos días ¿me puedo ir ahora? Ya me siento mejor- Finalicé.

-¿Por qué no han sido buenos días?

-¿Me puedo ir?- Dije de mala manera.

No quería hablar de los problemas con mi padre o la indiferencia de mi madre ante estos y mucho menos con una extraña.

-Bien Joaquin pero necesito hablar con tus padres.

-No por favor... o bueno solo hable con mi madre.

-Bien- Ella suspiro y se que quería preguntar porque no a mi padre pero mejor se callo y marco el número registrado en mi expediente.

Después de una charla con mi madre de varios minutos, ella colgó y me miro con compasión. Mi madre no iba a venir por mi y lo supe en el momento en el que vi los ojos de la chica.

-Puedes volver a tu salón Joaquin, ten esta pastilla para los mareos- Hizo una sonrisa forzada y me entrego la pastilla con un vaso de agua.

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Estaba teniendo un día realmente agotador por todas las burlas y malos ratos que había pasado. Estuve evitando a mis amigos y a Emilio durante todo el día después del incidente en la primera clase no quería saber nada de nadie así que solo me encerraba en el baño en los descansos y en las clases no hablaba con Daniel.

Pero había llegado el momento de la clase de inglés, sabía que Emilio no se iba a quedar tranquilo si lo ignoraba así que hice lo que me pareció más cuerente. Saltarme la clase.

Todo salio bien, nadie me descubrió y yo salí del cubiculo del baño cuando escuche el timbre que indicaba el inicio de la siguiente clase. Pero no esperaba encontrarme con el aqui.

Se estaba lavando las manos y un escalofrio recorrio mi espalda, camine despacio hacia la salida pero el me vio antes y corrio a interceptarme.

-Joaquin Bondoni... Vaya ese nombre se escucha por toda la escuela ¿sabias?- Dijo con una voz seductora acorralandome contra una pared.

-Omar de-dejame salir por favor, ya tocaron- Intente volver a salir pero el me retuvo tomandome por los hombros.

-¿Ahora si quieres irte? ¿Pero que tal aquella noche en la fiesta he?- Me apreto los hombros y yo hice una expresión de dolor.

-Tu sabes bien que no paso nada más que un beso- Dije con tono firme.

-Pero hubiera pasado si tan solo no hubiera llegado el estúpido de Emilio y bueno... Ahora no va a venir nadie, todos están en clases ¿qué dices?- Se acerco a mi boca y dejo un beso corto en esta a lo que yo hice una expresión de asco.

-Sigue soñando idiota- Lo empuje fuerte pero no se movio mucho.

Sonrio maliciosamente y tomo mi nuca con su mano, al tiempo junto nuestras bocas violentamente y comenzó a besarme sin orden alguno, yo estaba totalmente asqueado y pensando como salir de esa situación.

Regla No.5//EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora