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Él  navegaba con la libertad que siempre anheló, disfrutando dela creación de Júpiter, encantado con su belleza, pero que solo podía apreciar a lo lejos

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Él  navegaba con la libertad que siempre anheló, disfrutando dela creación de Júpiter, encantado con su belleza, pero que solo podía apreciar a lo lejos.
Entre las olas romper en un barranco, observó a una mujer sentada sobre una roca, ella no le temía al mar parecía tranquila desenredando su larga cabellera castaña.
Y mientras la veía, curioso por su valentía, él caería rendido por su natural belleza. Unas inmensas ganas de acercarse se hicieron presentes porque el simple hecho de admirarla era salir de sí mismo.

¿Y si se acercaba a ella?
¿Lo rechazaría?

Era tan ajeno a todos esos sentir que incluso ser rechazo lo llenaba de una extraña e incontrolable emoción.

Y lo decidió, se acercó a ella.
Chaeyoung era su nombre.

La mujer vio salir entre las violentas olas a un hombre, el más guapo que sus ojos jamás habían visto. Sus facciones eran tan masculinas que no pudo evitar sentirse atraída por él.

Hablaron por largas horas a la orilla del mar, él se presentó como lo que era, Nausitoo y mintió sobre su verdadera identidad, no quería que esa bella mujer se alejara de él, ya que ella le demostró que la miseria de los hombres no es la pobreza, ni la hostilidad de los sucesos, ni las decepciones del corazón, ni mucho menos la muerte; es la desgracia de ignorar por qué han nacido, por qué sufren y por qué pasan. Le demostró que la vida era como el agua del mar, agitada, desagradable al gusto; pero llevaba en sus brazos a lo que la agitaban.

Nausitoo y ella se amaron por mucho tiempo, en secreto donde ni la misma luna era testigo, pero ella no tardó mucho tiempo en descubrir la mentira de ese bello hombre y a pesar de todas las circunstancias, ella se quedó junto a él.

Ambos aprendieron que el amor impuro pone al hombre más hambriento porque solo quiere poseer más; pero que el amor purificado lo alimenta, porque solo pretendía dar más.

Nadie entendió por qué él se había enamorado de ella habiendo tantas mujeres mucho más hermosas que sus ojos vieron en su eterna vida. Quizás por qué encontró la paz que necesitaba para ser completamente feliz a su lado.

Un día, Neptuno supo sobre el amorío de Nausitoo gracias a que la misma Venus lo delató.
Nausitoo tuvo que irse abandonando al único ser que amó más que su propia vida, antes de que Neptuno pudiese hacerle algo o que su propia madre interviniera.
Neptuno le advirtió a Nausitoo que cuando sus pies tocaran nuevamente el mar este se convertiría en espuma de mar. Era un castigo terrible, impuesto para evitar que él visitara a su amada. Él no podía morir. No lo podía permitir, el mar quedaría sin protección y su hermano lo dominaría. Por lo que optó vivir una eternidad solitaria en una isla.

Con el paso del tiempo, Venus llegó a esa isla trayendo consigo la mejor noticia de todas.
Nausitoo tenía una hija.

De ese amor había nacido un ser de lo más precioso, noble, seguro, con el corazón más grande de todos.
Quería verla, quería saber cómo era. Acaso ¿tendría los ojos de su madre? ¿Los suyos? ¿Su sonrisa?
Venus le dijo que solo cuando muriera volvería a los brazos de la mujer que más amaba y que solo desde la eternidad ambos verían a su hija crecer.
Entonces fue cuando lo decidió.

Calypso #1 ››j. jaehyun‹‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora