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Roseanne caminó con los platos vacíos en sus manos, el calor era sofocante pero pareciera que su cuerpo ya se encontraba acostumbrado a este, incluso si el barco llegaba a mecerse ella ya no caía, cosa que agradecía

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Roseanne caminó con los platos vacíos en sus manos, el calor era sofocante pero pareciera que su cuerpo ya se encontraba acostumbrado a este, incluso si el barco llegaba a mecerse ella ya no caía, cosa que agradecía.

—¡Sorciere, piensa rápido! —Al alzar la cabeza notó como una especie de escoba o palo era arrojada en su dirección, dejó caer los platos y con torpeza la tomó.

Al tenerlo en su mano se dio cuenta que no se trataba de una palo sino de una espada.

—Me tranquiliza saber que tienes buenos reflejos. —Rosé escuchó la aguda voz de Donkey y no pudo evitar sonreír, llevaba días sin escucharlo

—¿Qué es esto?

—El capitán lo ordenó

—Si eres un poco más específico estaría fabuloso John. —El mayor sonrió y soltó una sonora carcajada.

—No hay nada que especificar sorciere. "Ve con la chica y enséñale a usar una espada" —Hizo una mala imitación de la voz del capitán para luego echarse a reír.

—Pero yo no... No puedo hacerlo tengo cosas que hacer, tareas que cumplir, tengo que regresar con mi madre. —John la miró por lo alto e hizo una mueca de desagrado al ver como ella extendía la espada con intenciones de regresarla

—Creo que aún no te queda claro ¿o si Rosé? —La voz del contramaestre sonó cansada y un poco burlona—. Aquí se hace lo que el capitán dice. —Escuchó a Donkey reírse y cruzar los brazos a la altura de su pecho—. Anda, no es difícil, prometemos no hacerte daño.

Roseanne nunca en su vida había tenido la necesidad de tomar un arma. Tomar una o acabar con la vida de alguien alteraba el ciclo natural y rompía la ley de la armonía: Respetar a la naturaleza y aplicaba la Ley del Retorno: Todo lo que hagas te será devuelto. El coven tenía reglas y una de las más importantes es el respeto, no peleas, no discusiones ni mucho menos la violencia.

Y un arma siempre significaba violencia.

Lo admitía, le era extraño tomar el arma con sus temblorosas manos, sus brazos aún no tenían la fuerza suficiente como para sostenerla, pero eso no le importaba, en realidad estaba haciendo un increíble esfuerzo por hacerlo.

La hoja de acero era ancha y curva, demasiado filosa con alto contenido de carbón para ser lo suficientemente resistente. El diseño del guarda era perfecto para ser tomada con la mano derecha o izquierda así que no fue estorbosa.

Trató de seguir las cosas básicas que John trataba de explicar, según él, ella tenía mucha suerte al recibir ese tipo de lecciones pues él tuvo que aprender por sí sólo cuando se unió al Canto y arriesgar su vida múltiple veces hasta aprender a luchar con una. Y no, no había mucha ciencia. Una buena base de sustentación, equilibrio, fuerza y agilidad. Pero para Roseanne era una tarea increíblemente imposible.

Calypso #1 ››j. jaehyun‹‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora