Clase 4

28 - ¿Pillados?

Después de un rato explicando noto la mirada asombrada de Alan en el papel. Miro a este sonriendo, pues parece haberse interesado más por el guión de lo que pensaba.

- ¡Quiero ser Hamlet!- Dice Alan ilusionado mientras da un impulso hacia mi.

- Ayer dijistes que quieras ser un árbol..- Digo sonriendo extrañada por el repentino interés de Alan.

- Lo se, pero ahora...¡Quiero ser Hamlet!-

Miro hacia otro lado alegre por su entusiasmo, y observo la pequeña ventana del baño, por la que ya entran algunos rayos de sol.

- Creo que ya podemos volver a la habitación.- dice Alan mientras se levanta del suelo.

Antes de que podamos dar un paso hacia la puerta, el manillar de esta se dobla, y la puerta se abre lentamente.

- Oh no..- Susurra Alan y ambos corremos hacia la parte de las duchas.

Nos escondemos dentro de una de las duchas, y guardamos silencio intentando saber quién ha entrado.

Unos segundos después de oyen unas ruedas rodar por encima de las baldosas del baño.

- Debe ser un conserje con uno de esos carritos de limpieza...- Susurra Alan mientras sigue escuchando atentamente.

-¿Qué hacemos ahora?- Respondo.

- No sé...¿Esperar?-

Poco a poco oímos el carrito acercarse más a nosotros, hasta que oímos a la persona que ha entrado abrir una a una las puertas de las duchas para revisarlas.

- Estamos muertos...- Dice Alan mientras se apoya en la pared de la ducha.

- Gracias por animar el asunto.- Contesto pegando mi oido a la puerta para escuchar mejor.

Cada vez se acerca más nuestra puerta, y no podemos hacer nada más que rezar para que el castigo no sea muy fuerte.

Al fin nuestra puerta se abre, al otro lado se encuentra el conserje con el que hablamos en el patio hace unas semanas, el cual parece estar más asustado que nosotros por encontrarnos allí.

-¡Niños! ¿¡Por que hay aquí niños!?- Exclama el conserje apoyándose en su carrito de limpieza para no caerse del susto.

- Por favor perdonenos señor conserje.- Suplico.

- ¡Fue mi culpa! Si va a castigar a alguien que sea a mí.- Dice Alan pasando delante mía.

- No voy a castigaros...- Dice el conserje, nuestros ojos se iluminan.- Pero a cambio de algo...-

- ¡Haremos lo que sea!- Exclama Alan.

- Está bien... Entonces nos vemos en el gimnasio nada más terminen las clases.- Dice el conserje.

- Pero... Después de clase tenemos audiciones de teatro.- Contesto.

- Haberlo pensado antes de colaros en una ducha, por cierto se os ha caído esto..- El conserje nos da el guión que aparentemente se nos había caído al salir uyendo, y sale de los baños entre carcajadas.

- A que hora salimos de clase? - Pregunta Alan mientras ambos salimos del baño.

- A las 14:00.- Respondo.

- Pues mañana no vamos a comer.-

Alan y yo nos acercamos a las escaleras pero cuando yo me dispongo a subir hacia nuestra habitación este se para.

- Ya está el comedor abierto, sube tu y ya nos vemos allí...- Dice Alan dándose media vuelta y caminando hacia el comedor.

Asiento con la cabeza y vuelvo a subir a la habitación, donde nada más entrar Mack me coge del brazo y me acerca a ella.

-¿Donde estabais?- Pregunta apretando mi muñeca.

- Ah...¿Hamlet?- Respondo yo adolorida por la fuerza de Mack apretando mi muñeca.

Esta se percata de eso y me suelta rápidamente.

- ¡Perdón perdón! Estoy acostumbrada a hacerle esto a mis hermanos y bueno...¡Espera ese no es el tema! ¿Donde estabais?- Dice Mack

- Alan me pidió ayuda con el guión y tuvimos que escondernos en los baños y...- Respondo algo nerviosa.

- Ya me explicareis esto luego..- Responde Mack algo confusa.- Despierta a Luke, vamos a desayunar.

Me acerco a la litera de Luke mientras Mack sale de la habitación, sacudo suavemente las sabanas hasta que este se despierta.

Bajamos los dos hacia el comedor, donde nos esperan Mack y Alan ya con sus bandejas de comida apunto de sentarse en una mesa.

Me acerco a coger una bandeja para poner mi comida, cuando Alan se acerca a mí.

- P-perdon por que te hayan castigado por mi culpa... Si quieres puedes ir tú a las audiciones y yo me quedo con el conserje..- Dice Alan, al que al parecer le está costando pedir perdón.

- No te preocupes, con que hayas pedido perdón al menos una vez en lo que nos conocemos me vale..- Digo riéndome.

- Dios... No se puede ser amable, lo hago por que eres mi amiga... La primera quizás... ¡Deberías estar agradecida niñata!- Dice este algo enfadado.

Alan se aleja de mi mientras suelto una risa por su extraño comportamiento. La personalidad de Alan no le dejaba reconocer del todo lo que acaba de hacer, pero el hecho de que viniera a mí solo para pedirme perdón, me hace pensar que quizás no es la persona borde que se me presento a principio de curso. Además...¿Soy su primera amiga? Quizás deberían entregar premios a las primeras amigas de personas así...