49 - Castigo de Collingswood

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- Y este sería un breve resumen sobre el último punto del tema, podéis copiar el esquema de la pizarra.- Dice la señorita Collingswood dejando la tiza de la pizarra encima de su escritorio.

Termino de copiar el esquema que había hecho Collingswood en la pizarra, en el mi libreta.

- ¿¡Que clase de porquería es esta!?- Exclama Collingswood llamando la atención de toda la clase.- Dios... Esto es...¿Pegamento?-

Al parecer había una pequeña mancha de algo pegajoso sobre su mesa, y esta parece bastante disgustada. Aún que no es algo que nos sorprendiera, ya que la señorita Collingswood suele ser muy estricta y ordenada en prácticamente todo.

- A ver.... Tú misma, ves a por algo de papel, el conserje tendrá seguro.- Maldigo el día en el que me sentaron en la primera fila...-

Me levanto del sitio siguiendo las órdenes de Collingswood mientras oigo a Alan reírse de mi a mi lado.

- Y dile a ese viejo bruto que deje una caja de papel o pañuelos todos los días en mi clase.- Dice la señorita antes de que salga por la puerta de clase. Asiento, y salgo de esta.

Camino por los pasillos buscando al conserje o alguno de los limpiadores. Hasta que encuentro al conserje dando vueltas por el patio con su carrito de limpieza,¿Este hombre siempre está limpiando en el mismo sitio o me lo parece a mí?

- ¡Perdone!- Llamo su atención.

- ¿Otra vez tu?¿Necesitas más cosas de los árboles?¡No tengo tiempo!- Contesta el conserje nada más verme.

- N-no, una profesora me ha pedido papel para limpiar su mesa.-

- ¿Y se puede saber quién es esa profesora?-

- La señorita Collingswood.- Respondo, y el rostro del conserje cambia de inmediato.

- S-si si, en seguida te lo doy.- Este deja el carrito tirado en medio del Mario y se dirige hacia su almacén, yo lo sigo. Abre la puerta de este y entra para sacar el papel, mientras yo lo espero observo al rededor.

¿Espera que..? Esto no puede ser real... ¿En serio el conserje tiene aquí dentro....? ¿¡Una de las llaves que busco!?

Intento acercarme a esta, la cual esta encima de varias cajas de cartón,para asegurarme de que es aquella llave, pero no me puedo acercar mucho antes de que el conserje encuentre el papel y me saque de allí.

- Aquí tienes.- Dice el entregándome una caja de pañuelos.

- Ah, y también me dijo que quería una como esta siempre en su clase.-

- Lo tendré en cuenta.-

El conserje cierra la puerta de su almacén con llave, y se guarda esta en el bolsillo de su pantalón. Después de aleja de mi dispuesto a volver a buscar su carrito.

¿Como e supone que voy a coger esa llave? El fantasma ese debió especificar más.

Pov Alan

Liz vuelve a clase y deja encima de la mesa de Collingswood una caja de pañuelos.

- Gracias señorita.- Le dice esta, y Liz vuelve a sentarse a mi lado.

- ¿Me he perdido algo?- Me pregunta.

- No sé, llevo toda la clase con esto.- Respondo enseñándole la hoja de papel con ese extraño poema que encontramos en su libro, el que parecía tener la letra de mi hermano.

- ¿No tenía yo eso en mi...?-

- Te lo quité, tenía que ir a hablar con Verónica.- Interrumpo a Liz.

- ¿Verónica?- Pregunta ella.

- Resulta que ella iba a clase de mi hermano el año pasado.-

- ¿A clase de Caín?¿Que te ha dicho?-

- Algo sobre una libreta, dice que el la llevaba siempre y apuntaba cosas, pero que no sabe muy bien que hacía en su tiempo libre.-

- ¿Y que pretendes?-

- Voy a preguntarle a mi madre sobre la libreta, puede que aún este por casa o incluso puede que alguno de sus amigos la tenga aún.-

- Te ayudaría, pero tengo algo más complicado que hacer...-

- ¿El que?-

- Es... Raro de explicar, hablamos en el patio.-

- Alan, Liz, si no os interesa la clase podéis iros.- Dice Collingswood enfadada al vernos hablar.- Venís a mí clase a estudiar geografía, no a cuchichear sobre a saber que.

- Perdon señorita.- Se disculpa Liz.-

- Mostrarme que de verdad estais arrepentidos en el aula de castigo después de clases.-

Genial, otro castigo para la colección, ahora no podré llamar a mi madre hasta la noche...

- Ahora ha terminado la clase, podéis retiraros.-

Salimos de clase y Mack y Luke se acercan a Liz y a mi.

- ¿No se os ocurre hablar en otra clase que no sea la de Collingswood?- Dice Mack.

- Esa vieja puede castigarme las veces que quiera, su clase me va a seguir importando lo mismo.- Digo.

- ¡Pues a mí sí me importa! Como le hagan saber de esto a mis padres estás vacaciones habrán sido la última vez que sean tan buenos conmigo.- Dice Liz nerviosa.

- Si quieres puedo intentar que mi padre no le diga esto a los tuyos, aún que no creo que me haga caso... Quizás si fueras amiga de Ashley... Creo que por eso Caleb pasa de curso.- Dice Luke.

- Liz, como prefieras convertirte en una Maripili antes que un castigo, dejamos de ser amigos.- Digo.

- ¡No no! Me tocará aguantar el castigo, ¿Que tan horrible puede ser?-

- No es nada del otro mundo...- Respondo.

- Eso es por que a ti te castigaban cada semana 3 veces, apuesto a que es la primera vez que castigan a Liz.- Dice Mack.

- Se podría decir que si...- Confirma ella.

- No te preocupes niña buena, siempre que me han castigado solo he estado en una habitación estudiando con otros castigados, no creo que aquí sea diferente.- Ya que hemos llegado al patio, saco un zumo que me sobró de la cena ater y le doy un trago.

- Pues yo de ti no estaría tan relajado, Collingswood lleva el aula de castigo.- Dice Mack.

Casi se me sale por la nariz el trago de zumo que había dado.

Parece que esta tarde va a ser bastante divertida...

Clase 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora