CAPÍTULO QUINCE.

205 21 11
                                        

Caminó con su madre en dirección a la tienda de ropa dónde Kelly la había llevado antes, Olivia había insistido en comprarle algunas prendas, Lia estaba en los brazos de su madre mientras ella sostenía a Thomas, aún no había cuestionado a fondo a su madre, pero sabía que tarde o temprano tenía que hacerlo.

— No necesito más que un par de jeans y un par de blusas —dijo, cuando vio que su madre ya había juntado mucha ropa en su brazo

— Déjame consentirte un poco, sé que tienes esa ropa desde hace años y que no podías permitirte nada más.

— Sabes que no va a cambiar mi forma de pensar hacía ti solo porque me compres ropa.

Olivia asintió. Se dirigieron al vestidor y espero mientras se probaba las prendas, había de todo un poco, vestidos bonitos, faldas, jeans, blusas.

Había descubierto días atrás lo bien que se sentía usando vestido, además de lo mucho que parecía gustarle a Isaac, quizás aceptaría un par si en verdad su madre quería dárselos. Tomó algunos shorts y jeans de mezclilla y algunas blusas, ella en verdad no era demasiado fan de las compras y quería irse ya.

Su madre esperaba sentada en las sillas de espera, debía tener bastante dinero como para darse el lujo de vestir tan bien como la veía, no tenía un cuerpo de señora, no de una que tenía una hija de casi 22 años y dos menores, no había pasado por alto la forma en la que los hombres la miraban cuando caminaban hacia la boutique. Solo esperaba que su madre no comenzara a salir con nadie que no conociera o se inmiscuyera en esos terrenos, trataría de alejarla de sus hermanos si eso sucedía.

— ¿Seguirás trabajando en el restaurante de Ben? —le preguntó Olivia mientras ella tomaba las bolsas y sostenía a su hermano.

— Sí, aunque no sé si trabajaré tiempo completo o sólo medio tiempo, pero no pienso dejarlo.

— Muy bien...

— ¿Y tú? Supongo que trabajar en un hotel y limpiando casas no va a cubrir los gastos por mucho tiempo.

Olivia pareció dudarlo, pero asintió.

— Encontré trabajo en el rancho triple M.

— ¿El rancho triple M?

Ella no había escuchado de ese rancho, pero en realidad ella no había preguntado por los nombres de estos mismos.

— ¿Y de qué es el trabajo?

— Limpiar, cocinar, aunque sólo cocinaré las cenas y limpiaré la casa.

— ¿Y estás bien con eso? Quiero decir, jamás trabajaste mientras mi papá vivió.

Olivia se acomodó un poco.

— Porque tu padre quería trabajar y que me quedara contigo en casa, ¿Eso está mal?

Negó, sabía que era así, pero de alguna forma, le costaba trabajo imaginarla trabajando.

Pasearon con sus hermanos alrededor del pueblo, saludó a algunas personas que frecuentaban el restaurante de Ben.

Se acercaron al minisúper, la tarde estaba cayendo.

— ¡Hola Kelly!

Escuchó a Thomas saludando a su amiga, se giró para ver que se acercaba.

— Hola de nuevo —la saludó.

— Hola Al, ¿Todo fluyó como debería? —le preguntó acariciando la cabeza de Thomas, sosteniendo su manga larga.

— No, todavía no.

Kelly sonrió, aunque se veía un tanto cohibida. Hablaron un par de minutos antes de que un hombre de mediana edad se acercara, sus cabellos castaños con un corte militar, podía ver un poco de parecido con Kelly pero no era mucho. Ella cerró rápidamente sus ojos cuando la puerta de la camioneta de cerró de golpe.

A L I C EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora