𝚂𝚌𝚊𝚛𝚕𝚎𝚝 𝙴𝚢𝚎𝚜.¹ || 𝙳𝚎𝚛𝚎𝚔 𝙷𝚊𝚕𝚎. || [𝚃𝙴𝚁𝙼𝙸𝙽𝙰𝙳𝙰]

18. Don't touch my brother.

Abrí los ojos de repente, sintiendo como una corriente recorría mi cuerpo y obligaba a que me levante. Luego lo escuché, al igual que Derek. Los dos nos tapamos los oídos.
Sentí como mis ojos se tornaban de un color rojo. Jamás había sentido que mis ojos se cambiaban de color, sí lo notaba, pero esta vez era diferente.

– Lydia…– susurré corriendo hacia el pasillo principal.

Bajé la cabeza y continué corriendo. No sabía dónde me dirigía y tampoco a por qué me pasaba eso, pero sentía como un hilo me atraía hacia algún lugar.
Corrí hasta que experimenté una sensación más rara de lo que estaba pasando. Mis pies se despegaron del suelo por unos segundos, y eso incrementó mi velocidad.
Entré a la escuela, mis ojos estaban rojos al igual que mis manos.

Escuché el gruñido de un hombre lobo y corrí aún más rápido. Entré al salón donde oía más palpitaciones y saqué mis garras y colmillos a la luz.

– ¿Alguien más quiere molestar hoy?– preguntó Jennifer, que estaba en el medio de la sala.

– No toques a mi hermano.– gruñí para luego saltar hacia ella.

Golpeó mi cuerpo con una mano, tirándome al otro lado del salón. Caí sobre mis piernas y solté una esfera color rojo, dándole en el abdomen.

– ¿Pero qué…?

Solté otra, y otra, y otra hasta que ella estuvo en el suelo. A duras penas se levantó y se acercó a mí.

– No te he descubierto aún, pero lo haré.– me sentía cansada, sin energías. Se aprovechó de eso y me dejó en el suelo.

Abrí mis ojos al escuchar el vidrio romperse y corrí hacia Lydia. Desaté sus brazos y se aferró a mi cuerpo.

– Tu grito…– dije, tomando sus hombros.– Sentí que gritabas mi nombre.

– Y yo sentí que debía llamarte a tí.– susurró Lydia mirando a un punto fijo.

– Tenemos que encontrar Noah.– murmuré mientras ayudaba a Scott a levantarse.

– Nosotros iremos por Cora.– dijo una voz cercana. Todos volteamos.– No voy a dejar que nada le pase.– agregó Luke. Caminó hasta mí y asintió.– Lila está esperando en mi auto, las protegeré.

– ¿A quienes?

– A Lila y su pequeña semillita.

Asentí sonriendo y Luke desapareció por la puerta. Caminé junto a mi hermano y su mejor amigo hasta el auto de Stiles. Nadie hablaba. Todos sabíamos que había que hacer y yo sabía donde estaría Jennifer. Iba a tratar de convencer a Derek para que no confíe en nosotros, pero él no es así, no se va a dejar vencer fácilmente.
Afortunadamente llegamos antes que ella, y lo primero que hice fue correr hacia donde estaba Derek.

Tomé su cara entre mis manos, buscando algún tipo de herida que se haya podido hacer en cualquier momento. Miré sus ojos y lo besé despacio, él correspondió el gesto apretando mi cintura con sus brazos.

– ¿O sea que ya es oficial?– preguntó Stiles, acercándose.

– Creo… que sí.– murmuró Derek entrelazando sus dedos con los míos.– ¿Qué sucede?

– Jennifer es el Darach. Quiso matar a Lydia y secuestró al sheriff.– directo al grano.– Y tengo muchísimas ganas de golpearla.

– Se nota que eres hija de Deucalion…– susurró Stiles, ganándose un golpe por mi parte.

Levanté la vista, sintiendo los pasos ajenos. Nos miramos entre los cuatro y asentimos, sabiendo que debíamos ocultarnos.
Las puertas se abrieron dejando ver a Jennifer correr hacia Derek. Me hervía la sangre con cada roce que daba su cuerpo contra el de Hale, y quise arrancarle la yugular cuando se inclinó a besarlo.