11. Tears.

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Bajé de la camioneta en dirección a la entrada del lugar. Allison corrió hacia mí y tomó mi mano.

- No tienes que hacer esto si no quieres, no te sientas obligada por Scott.- le dediqué una corta mirada y se frenó frente a mí.

- Avy. ¿Puedo llamarte así?- asentí sin ganas para luego mirarla.- Yo también sufrí la perdida de gente a la que apreciaba, y créeme que me hubiera encantado que una persona se acercase y me llevara a comer pizza y llorar.

Le sonreí y pegué un leve saltito cuando me abrazó por los hombros. Respondí su gesto, largando lágrimas y escondiendo mi cara en su hombro. Tenía la misma altura que yo, así que el abrazo era casi perfecto.

Entramos al lugar. Sólo habían dos personas más los empleados. Nos sentamos en una mesa alejada y Allison pidió dos pizzas de queso, simples, no estaríamos mucho.

- ¿Quieres hablarlo o...?

- No puede estar muerto... no él.- susurré más para mí que para ella.- Es Derek, no puede...- sentí como mi voz se quebraba y las lágrimas se acumulaban en mis ojos.- Allison...

- Avy, lamento decir esto, me caía un poco bien pero... no creo que siga vivo con esa caída.- la pizza llegó y Allison tomó las dos cajas.- Te dejaré en tu casa, seguro quieres descansar. Cenaremos aquí otra noche.

Tomó una de las cajas y me dio la otra a mí. Ya sabía que no podía quedarse porque en la mañana tenían un viaje escolar.
El camino a casa fue silencioso, ella sólo desvariaba y hablaba sobre cosas a las que yo no le prestaba mucha atención.
Cuando llegamos, Allison me dio un último abrazo y me sonrió antes de que bajara del auto.

- Gracias.- murmuré.

Entré en casa y sentí como si mi corazón diera un vuelco. La parte difícil sería pensar en lo que había pasado, pero sola, sin alguien que me diga "tranquila, él está contigo ahora". Porque no es así. No estaría conmigo porque le temo a la idea de que esté muerto.

Subí las escaleras con pesadez mientras Isaac y Scott me miraban desde la cocina. Saludé con la mano y entré a mi habitación, directo a tirarme sobre la cama. Sí, demasiado dramática.

Encendí la reproducción automática de música y la primera en sonar fue Diamonds, de Rihanna. Volví a tirarme sobre la cama pero boca arriba, mirando al techo. Cerré los ojos, que me ardían muchísimo, y sentí las lágrimas derramarse con rapidez.

- When you hold me, I'm alive
We're like diamonds in the sky.- logré tararear entre sollozos.

Tears.

Avyanna se levantó y fue por el paquete de cigarrillos, pero no tenía más. Cerró el cajón con fuerza y tiró todo lo que había sobre su cómoda. Se pasó las manos por el cabello, frustrada, y volvió rebuscar entre los cajones algo que la calmara. No pudo encontrar nada.
Se sentó frente al reflejo del espejo y apretó la mandíbula.

- Tú eres la causante de todo esto. Jamás debiste volver.- se decía a sí misma.- Si tan sólo hubieras hecho caso al papel... ¡Nada de ésto habría pasado!- gritó para golpear reiteradas veces el espejo.

Miró el artefacto, que tenía pedazos rotos por todos lados. La superficie de madera estaba manchada de su sangre al igual que sus nudillos. Tomó el cuadro con Chris y Lila para romperlo contra el suelo. Cayó al piso, deslizándose por la pared para esconder su cabeza entre las piernas.

- ¿Deberíamos...?- preguntó Scott a Isaac en la cocina.- No lo sé, tal vez quiera estar sola.

- Va a lastimarse, Scott.

𝚂𝚌𝚊𝚛𝚕𝚎𝚝 𝙴𝚢𝚎𝚜.¹ || 𝙳𝚎𝚛𝚎𝚔 𝙷𝚊𝚕𝚎. || [𝚃𝙴𝚁𝙼𝙸𝙽𝙰𝙳𝙰] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora