𝚂𝚌𝚊𝚛𝚕𝚎𝚝 𝙴𝚢𝚎𝚜.¹ || 𝙳𝚎𝚛𝚎𝚔 𝙷𝚊𝚕𝚎. || [𝚃𝙴𝚁𝙼𝙸𝙽𝙰𝙳𝙰]

23. I'm with you to the end of the line.

– Anna.– llamó mi atención Derek.

Lo miré con una sonrisa y él se acercó.

– ¿Eres consciente de lo que te acaba de pedir? Matar a tu padre no es tarea fácil y teniendo en cuenta que perderás tu condición de Alfa verdadero…

– Tengo un plan.– mencioné, atando mis cordones. Él me miró con un gesto de desaprobación.– ¿Confías en mí?

– Claro que lo hago. Eso es lo que más miedo me da.– volví mi vista a él y sentí mi corazón estrujarse al notar la preocupación que emanaba su cuerpo.

Me levanté y lo abracé por los hombros. Él enredó sus brazos en mi cintura. Me sentía muy feliz estando así con él. Sonreí y Derek dejó un beso en mi frente.

Nos dirigimos al árbol donde Jennifer estaba apoyada y ella tomó su teléfono, había sonado una notificación.

– ¿Ves este símbolo?– se escuchó desde el teléfono. Era Scott.– Es el símbolo de la venganza. Hablas de equilibrio, de salvar personas, pero sabemos que no es así. Ya sabes donde encontrarnos.

Jennifer apagó su teléfono y lo guardó en el bolsillo. Comenzó a caminar con rabia recorriendo su sangre, se notaba a kilómetros de distancia.
Faltaba media hora para el eclipse, y mi mentira no había convencido a Derek. No tenía un plan, no sabía cómo enfrentar a Jennifer y menos la forma de ganarle.
Mi teléfono sonó, era Lila.

– Adelántense, ahí los alcanzo.– Jennifer me miró con una ceja levantada.– No te voy a dejar sola con Derek mucho tiempo, no te ilusiones.

Ella resopló y yo me alejé un poco. Ellos caminaban unos cuatro metros delante mío, Derek aún podía oírme.

– ¿Li?

– Avy, ¿Cómo va eso?– su voz se notaba cansada y su respiración estaba agitada.

– Yo estoy bien, todo encaminado, ¿Tú estás bien?

– Sí, estamos bien.– fruncí mi ceño, ¿Estamos?, pensé.– Astrid y yo.

– ¿¡Qué!?– baje un poco el tono de voz.– ¿Estás bien? ¿Necesitas…?

– Luke está aquí, la está llevando al hospital para que la controlen. Yo estoy perfecta.– suspiré y pasé una palma por mi frente.– Tranquila, tía. Llámame si necesitan algo.

– Te quiero.– dije, cortando la llamada.

Me reuní con Derek y Jennifer a paso veloz. Él me sonrió.

***

Pasamos el gran portón que dejaba ver –nuestra vista era escasa debido a la niebla– a Scott y Deucalion. Estaban uno al lado del otro.
El lugar parecía un depósito bastante grande. Había algunas cajas en las esquinas y en el centro se ubicaban mi hermano y mi progenitor.

– ¿Qué están haciendo?– preguntó Scott con un tono de indignación en la voz.

– Por más que te cueste creernos, intentamos ayudarte.– respondió Derek.

– Uh, hermano contra hermano, es tan americano…– tragué saliva, escondiendo mis nervios.– ¿Estás lista, Jennifer? ¿Ya recolectaste tus hierbas? ¿Le rezaste a tus antiguos dioses y tus robles?– indagó Deucalion mientras se quitaba la chaqueta.– ¿Le cortaste el cuello a un bebé tal vez? ¿Quieres mostrarles por que tuviste que sacrificar a siete inocentes víctimas sólo para enfrentarme?