𝚂𝚌𝚊𝚛𝚕𝚎𝚝 𝙴𝚢𝚎𝚜.¹ || 𝙳𝚎𝚛𝚎𝚔 𝙷𝚊𝚕𝚎. || [𝚃𝙴𝚁𝙼𝙸𝙽𝙰𝙳𝙰]

17. Cora.

Él depositó un beso en mi frente y caminó hasta su Camaro para luego subirse e irse a su casa. Cerré la puerta y comencé a saltar.

– Hay café en la cafetera, tostadas en la alacena y mermelada en la heladera, oblígalos a desayunar.

– Tienen diecisiete años, si no lo quieren hacer que no lo hagan.- miré a Melissa y la abracé.– Desayunarán, lo prometo.– ella caminó hasta la puerta de la cocina y se fue.

Subí las escaleras y, puerta por puerta, grité sus nombres. Isaac levantó el dedo del medio y volvió a taparse. Scott, en cambio, se levantó rápido y corrió al baño.

– Hay tostadas y café, muevan sus peludos traseros.– entré a mi habitación y cambié mi ropa, tomé algunos libros y mi celular.– ¡Espero estén en la cocina, los voy a matar!– entré a la habitación de Scott y lo encontré atando sus zapatillas.

Volví a la cocina y mi teléfono comenzó a vibrar.

– ¿Hola?– pregunté del otro lado, masticando una tostada.

– Asquerosa, puedo ver tu bolo alimenticio desde aquí. ¿Qué hay?

– ¿Qué sucede? Odias hablar por teléfono.– le tiré una tostada a Isaac.

– Estoy embarazada.

Escupí el café y tiré la taza al suelo. Los chicos me miraron y luego siguieron desayunando.

– ¿Sigues ahí?– tomé el celular y sonreí.– Chris no es el padre.

– ¿¡Qué mierda!? ¿¡Hace cuánto tiempo te acuestas con Peter!?

– Debo colgar, estoy en un hospital por los chequeos y esas… cosas de madre, te llamo.

– Voy a ser tía… de un Hale.

***

Dejó el auto estacionado frente a la escuela y bajó junto a Isaac. Su hermano había querido irse en su motocicleta, así que Avyanna se ofreció a llevar al rubio.

– ¿En serio es necesario que vengas?– preguntó Isaac guardando cosas en su casillero.– No necesito un tutor.

– Por algo me llamaron.– Avyanna caminó junto al rubio hasta la oficina del director.– ¿Hay alguien?

– ¡Lo lamento, denme un segundo!– habló una voz femenina dentro del salón.– Lo siento es que…– Jennifer frenó en seco al ver a Avyanna y se aclaró la garganta.– Avyanna McCall, ¿qué te trae por aquí?

– Llegó un informe diciendo que Isaac necesitaba un tutor.– los dos pasaron y se sentaron juntos.– Venía a firmar ese papel.

– Claro.

La mirada de Jennifer mostraba recelo mientras buscaba en sus archivos. El olor a rabia rondaba en el aire, incomodando a Avyanna. La castaña le tendió el papel para completar sus datos y Avyanna, feliz, lo comenzó a llenar.

– ¿Se te ofrece algo más?– preguntó Jennifer.

– No, gracias por tu buena atención de todas formas.– bromeó Avyanna. Tomó un caramelo del tarro y salió de la habitación.– Vete a clase antes que me arrepienta de haberte dejado bajo mi tutela.

Isaac sonrió y comenzó a caminar por el pasillo, el cual estaba desierto. Volteó y caminó más rápido hacia Avyanna.

– Gracias.– susurró abrazándola.– Ni mis propios padres se habían preocupado tanto.