13. Blood and Toasts?

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Sentí como alguien movía mi brazo reiteradas veces, abrí un sólo ojo y volví a taparme.

- Por amor de Dios, despierta.- pidió Scott moviendo mi cuerpo.

- ¿Huelo sangre y tostadas?

Me senté en la cama y noté la mancha de sangre que se marcaba en la remera de Scott.

- ¿Aún no curó?- él negó. Pasé mi mano por su abdomen, ocasionando un respingo en mi hermano.- Déjame ayudarte.

– Ya tenemos que irnos, Isaac y yo.– tomó su mochila del suelo y, desde el umbral de la puerta, Isaac me sonrió.– Mamá me pidió que le lleves el paquete que está en la cocina, tuvo una emergencia en el trabajo.

– Bien, despreocúpate.– palmeé su espalda y los dos salieron de la habitación.

Tiré mi cabeza sobre la almohada mientras volvía a cerrar los ojos.
Me interrumpió el teléfono con mi tono de Alvin y las Ardillas.

– ¿Hola?

¡Avyanna! Al fin contestas, te he estado llamando toda la noche. Temí que te haya pasado algo.

– Tranquilo Rafa, todo normal aquí. Justo estaba por ducharme, ¿hablamos luego?

Sí, sin problema. Y no me digas Rafa, ya sabes que no me gusta ese sobrenombre.

– ¿Tú cómo te encuentras?

Con mucho trabajo, me están por asignar Beacon Hills, si todo sale como se debe. Dicen que el Sheriff es un incompetente, más de seis homicidios iguales y no ha podido descifrarlo.

¿Incompetente? Papá, no vendrás a hacer lo que pienso, ¿no?

Mejor hablamos luego, adiós Avy.

Colgó la llamada y me levanté de la cama directo a la ducha.
Luego de unos minutos, tomé el paquete de la cocina y subí a la camioneta.

Lila:
- Peter y yo no encontramos nada
- Pero tengo una leve sospecha, Chris se comporta extraño. O es un dragón o me engaña, una de dos.

Dejé el teléfono en la guantera y estacioné el auto frente al hospital. Caminé hacia las puertas principales y entré. Estaba bastante lleno. Había personas con quemaduras, otras con heridas de gravedad y algunas en camillas que ocupaban mucho espacio en la sala.

– ¡Mi salvadora!– exclamó mamá cuando me senté en la sala principal.– ¿Qué tal estás?

– ¿No deberían atender a los que están ahí muriendo?

– Faltó gran parte del personal por las dos muertes de empleados de la salud, tienen miedo.– Melissa atendió a una señora que se acercó a nosotras y volvió a hablarme.– ¿Necesitas algo más?

– Puedo ayudarte.– balbuceé.– Estaba en la carrera de medicina, ¿lo olvidaste?

– ¡Cierto! Algo podrás hacer, pero... no metas la pata, sólo eso.

– Claro, sólo pondré sondas y lo más básico, tranquila.– asintió y se alejó por el pasillo.– Hola, ¿qué te duele?– le pregunté a un niño de cabello cobrizo y ojos negros.

– Mi mamá...– susurró señalando el suelo a su derecha.

La mujer estaba tirada en el suelo, rodeada de sillas vacías siendo vista por su hijo. Su cuerpo se movía rápidamente, estaba sufriendo una convulsión. Corrí hacia ella y coloqué su cuerpo de costado.

𝚂𝚌𝚊𝚛𝚕𝚎𝚝 𝙴𝚢𝚎𝚜.¹ || 𝙳𝚎𝚛𝚎𝚔 𝙷𝚊𝚕𝚎. || [𝚃𝙴𝚁𝙼𝙸𝙽𝙰𝙳𝙰] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora