Caminé con su cuerpo a rastras hasta la puerta. Toqué el timbre del gran portón y escuché la sirena del otro lado.
Cora abrió arrastró la puerta, dejándome ver a Derek sentado en la mesa, mirando por la ventana.
La lluvia de hacía cada vez más sonora y los truenos más fuertes.- ¿¡Qué sucedió!?- preguntó la menor de los Hale, ayudándonos a entrar a Boyd.
Derek volteó y al verme abrió los ojos como platos. Dejamos a Boyd sobre la mesa.
- Tiene fiebre.- argumentó Lila limpiando sus manos, que estaban llenas de sangre.
- Fue bueno ayudarlos, pero debemos regresar.- tomé el brazo de mi amiga y comencé a caminar, pero ella se quedó quieta.- Lila, no me digas que…
- No podemos irnos. No es culpa de Boyd que Derek sea un idiota.
- ¿Disculpa?- sentí mis mejillas ponerse rojas al oír la voz de Derek.
- Bien.- caminé hacia Boyd y vi un orificio.- ¿Bala con acónito?
- ¿Siguen los cazadores?- preguntó Cora tocando la frente de su amigo.
- No, eso es lo raro. Argent no se dedica a cazar, ya no.- Derek pasó una mano por su barba de días y miró en nuestra dirección.- ¿Dónde lo encontraron?
- Íbamos a…- miré a Lila.- ¿A dónde íbamos?
- Al cine. Por la principal.- mi amiga no sabía que hacer. Caminaba de un lado a otro con sus brazos cruzados.- ¿Qué hacemos?
- Bien, todo lo que aprendimos en ese curso de verano sobre disección de ranas, ¿lo recuerdas?- ella asintió un poco desconcertada.- Deberás sacarla y luego quemar la herida.
- Es demasiado peligroso… Avyan, ¿por qué no lo hace alguno de ustedes?- Lila señaló a Cora.
- Oh, no, no puedo quemar la piel de mi amigo.
- Lila, mírame.- ella me obedeció y sonrió.- Es fácil. Tú eres muy capaz, no estarás sola. Derek va a estar aquí para ayudarte. Yo debo irme a verificar que nadie más resulte herido por la persona que disparó.
- Me preocupa más que vayas sola, tú.- Derek volteó.- Acompañala, debo salvar a tu amiguito.- ella empujó la espalda de Derek unos centímetros, colocándose frente al brazo de Boyd.- ¿Qué estás esperando? ¡Váyanse!
Tomé las llaves de su auto y caminé hasta el vehículo. Sentía a Derek seguir mi paso de lejos, tratando de mantener distancia.
Subí del lado del conductor y encendí el auto. El golpeó levemente el vidrio, pidiéndome desbloquear la puerta del copiloto. Luego de unos segundos de intenso ruido, abrí.- Eres tan graciosa.- encendí la radio y sonó Diamonds de Rihanna.
Cerré los ojos con fuerza y comencé a cantar el estribillo, subiendo el volumen con la rueda.
- We're beautiful like diamonds in the sky…- golpeteé el volante al compás de la melodía. Derek me miró y sonrió de soslayo.- ¿Qué?- pregunté, de mala gana.
- No puedo creer que Jacob haya sido tan estúpido de perder a alguien como tú.- dijo mientras dirigía su mirada a los árboles a su derecha. Volví mi mirada hacia adelante, con las mejillas ruborizadas.
- ¿Es un cumplido hacia mí o un insulto hacia él?
- Si la bota te queda…
- No puedo estar enojada contigo si usas una frase de Toy Story, Derek Hale.- traté de no sonreír pero me fue imposible al escuchar su risa.
- ¿Vamos a hablar de lo de Deucalion o quieres evitar el tema a toda costa?- me enderecé en el asiento y bajé el volumen de la música pero sólo un poco. Él colocó su mano sobre la ruedita y lo bajó casi al completo.- En serio quiero hablarlo.
- ¿Hay algo que puedas añadir? Sin seguir metiendo la pata hasta al fondo, por supuesto.- tomó el volante por mí y nos hizo desviar de la calle principal.- ¿¡Acaso quieres matarnos!?
- Si no hacía eso no ibas a aceptar hablar conmigo.
- Pudiste, no sé, ¡probar antes de querer matarme!- exclamé tratando de encender el auto, que no funcionaba.- ¡Maldito seas tú y tus ganas de hablar conmigo! Dios, sólo vine contigo para que Lila me deje ir a casa tranquila para comer y llorar con alguna película.
- ¿Llorar?- preguntó con una ceja enarcada.- Sólo cambiaste la coraza, ¿no es así? Sigues siendo la misma adolescente sensible de la preparatoria.- levanté la cabeza, con el ceño fruncido.- ¿Crees que jamás te veía volver sola a tu casa mientras llorabas a mares? Querías volver sola así tus amigos o tus padres no te molestaban.- lo miré a los ojos.
- No entiendo, ¿viniste a hablar o a recordar mi adolescencia de mierda?- volví a intentar arrancar el auto, sintiendo la impotencia y rabia recorrer mi cuerpo. Golpeé reiteradas veces el volante y volteé a verlo.- ¿Quieres saber por qué volvía llorando a mi casa? ¿O por qué siempre que iba a los partidos me sentaba lejos de todo el mundo y cubría mi cara con una capucha?
Él me miró y tragó con fuerza, inspeccionándome. Limpié las lágrimas que caían por mis mejillas con fuerza y me dirigí a él.
- Cada vez que intentaba acercarme a hablarte después de los partidos para decirte lo bien que habías jugado, se acercaban los idiotas de tus amigos y me decían que jamás iba a estar a la altura de siquiera hablar con alguien como tú, que sólo tenías ojos para una persona y era Paige.- miré por la ventana como la luna alumbraba mi ropa.- Cada vez que salía del baño, las amigas de Paige ensuciaban o mojaban mi ropa, diciendo que nunca lograría estar en el equipo de Lacrosse porque era débil, ¡por supuesto que eso ya lo sabía! Sólo podía hacer actividades que no involucrasen mi cuerpo, y eso era una mierda, Derek.- él se quedó sin palabras.
Estaba escupiendo lo que jamás había contado, ni siquiera a Lila. Pero decidí callarme, no mostrar mi debilidad y traté de arrancar el auto por tercera vez, sin resultados. Bajé del vehículo y cerré la puerta con rabia. Tomé mi teléfono tratando de conseguir un poco de señal, pero era imposible.
Un destello celeste se hizo presente y luego un estruendo, la tormenta se había incrementado. Pensé en caminar hacia la casa que más cerca quedara, pero había un problema, no sabía donde estábamos.Metí mi mano por la ventanilla del copiloto, pasando mi brazo por la cara de Derek, y tomé mi mochila. La colgué a mi hombro y comencé a caminar.
Sentí unos pasos corriendo hacia mí, pero sabía que se trataba de Derek así que no me moleste en girar la cabeza.- ¡Llueve demasiado fuerte!- gritó acercándose a mi lado.
- Puedo oírte, pedazo de…- tomó mi mano y me llevó hacia él. Un auto pasó y salpicó el lugar en el que estábamos hacía diez segundos.
- ¿Podemos hablar como personas civilizadas?- lo miré y fruncí el ceño.- O al menos escúchame.
- Bien.- nos colocamos bajo una parada de autobuses.- ¿Qué querías decir?
- Que lo siento si no te dije antes lo de tu padre.- enarqué una ceja, sabiendo que diría eso.- Tenía que evitar que vayas a hablar con él, iban a matarte antes que pudieras pisar su mismo suelo. Lo oculté porque quería protegerte, Anna. No… no podía dejar que te maten.- la última oración la dijo en un susurro.
- Si me lo decías no iba a ir sola.- me senté en el suelo y él se colocó a mi lado.
- ¿Con quién ibas a ir?
- Contigo, estúpido.
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𝚂𝚌𝚊𝚛𝚕𝚎𝚝 𝙴𝚢𝚎𝚜.¹ || 𝙳𝚎𝚛𝚎𝚔 𝙷𝚊𝚕𝚎. || [𝚃𝙴𝚁𝙼𝙸𝙽𝙰𝙳𝙰]
Fanfiction"𝕬𝖑𝖕𝖍𝖆, 𝕭𝖊𝖙𝖆, 𝕺𝖒𝖊𝖌𝖆" Avyanna vuelve a su pueblo natal luego de cinco años y de sufrir transformaciones en su cuerpo. Lo que jamás pensó fue que entregaría su corazón tan abiertamente. "𝕹𝖔 𝖍𝖆𝖘 𝖉𝖊 𝖆𝖇𝖗𝖎𝖗...