Prologo.

2.4K 144 4
                                    


La historia de las brujas, es una historia difícil de contar ya que nuestro mundo es uno en el que nos temen. Claro, si yo hubiera nacido bajo el seno de otro círculo social; ya sea el en las fraternales manadas de los lobos, o el distinguido grupo de la nobleza vampírica también tendría miedo de las brujas, porque después de todo nosotras podemos hacernos pasar por cualquier miembro de la sociedad sin ser percibidas como ajenas.

Pero en este relato no estamos para hablar de la historia del mundo en el que vivo. Estamos aquí para saber cómo es que llegué a ser la absoluta autoridad de la casa Black, uno de los aquelarres más importantes y respetados por las familias de brujas, y al mismo tiempo la luna más respetada de la manada Berserker.

Toda mi historia de ascensión al poder, comienza con mi cambió de instituto. Yo llegué a esa nueva academia completamente sola, no tenía sirvientes que cargaran mis maletas, de hecho, ni siquiera tenía una habitación en la zona privilegiada de la academia; me tocó llegar como cualquier otra criatura sin renombre, pero ¿por qué?

La respuesta a esa pregunta es fácil de contestar. Yo me encontraba en ese lugar porque estaba huyendo de mi familia, específicamente de mi abuela; la gran bruja: Minerva Fianete Caron Black. Ilustre y distinguida dama de la realeza Luxus (Luxus es el termino con el que las demás especies se refieren a las brujas).

Estaba huyendo de ella porque ella y los demás miembros de la corte; habían decidido arreglar los problemas que tenían con la corte de los demonios, mediante un matrimonio. La indicada para hacer eso era yo, debido a que era una de las brujas (de entre mi edad), con mayor rango. Solo que yo no estaba de acuerdo, porque odiaba la idea de tener que casarme con alguien a quien no conocía de nada.

Lo peor de todo, era que los miembros de la corte, habían decidido aislarme del mundo. Ni siquiera dejarían que me graduara del instituto, contratarían a una institutriz para que de esta forma no tuviera contacto con nadie que no fuera mi familia. Supongo que ustedes al enterarse de una noticia así, también habrían querido huir. Yo lo hice.

Abandoné el campus central sin decírselo a nadie, solo desaparecí y nadie supo a donde escapé. Me obligaron a cambiar mi nombre, mi apariencia inclusive hicieron que abandonara mi vida, llena de comodidades y lujos.

Tuve que esconderme en el lugar en donde nunca me buscarían, una manada de lobos en el centro de una nación llamada "Máni", ese era el territorio de la manada Berserker, una de las más grandes del mundo conocida popularmente por lo despiadado que solían ser los alfas a cargo del poder.

Llegué a esa ciudad puesto que ahí, se encontraba uno de los campus más poblados de "The Magic institute of freedom". Escuelas formadas para erradicar las diferencias entre especies. Esa era mi mejor opción para pasar desapercibida, ni un solo miembro de la corte de las brujas o demonios creería que me estaría metida en un lugar tan inmundo (como ellos mismos decían).

Como ya dije antes, también tuve que cambiarme el nombre, había dejado de ser: Alessandra Freya Grian Black (conocida como Alessandra Black), para llamarme: Circe Cross. Sabía que había sido arriesgado escoger un nombre de bruja, pero Circe era el nombre más común entre los plebeyos de mi mundo.

Me tocó compartir habitación con mujeres de especies distintas. En ese lugar vivía con Dove Darknes, una vampiresa hija de dos vampiros de rango menor y Artemisa Lie, hija de dos lobos dueños de una cafetería.

Admito que al inicio fue difícil adaptarme a la vida que estaba llevando, tuve que aprender a hacer cosas que nunca antes me habían permitido; como llevar mi uniforme a la lavandería. En verdad era divertido, porque en ese lugar Dove, Artemisa y yo chismeábamos sobre las cosas que pasaban en los salones. Esa era una de las cosas que nunca antes había podido hacer.

Los primeros tres meses en ese ambiente tan distinto al mío las cosas me parecía difíciles; especialmente porque yo no tenía una familia que me mandara dinero para mis necesidades, por lo cual tuve que conseguirme un trabajo; aunque no encontré mucho más que ser la mesera (a mitad de tiempo), en la cafetería de la familia de Artemisa.

Pero el día en que conocí a Einar Berserker, la vida me cambió completamente.

Secretos de Alfas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora