Capítulo 16. La nueva vida de la Princesa Alessandra, parte 1.

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En capítulos anteriores:

La Princesa Alessandra Black fue encontrada en la Ciudad de Máni, por uno de los lacayos del Príncipe Leviatán. La última vez que alguien supo de la princesa, fue esa noche tras los intentos de chantaje por parte del Príncipe Leviatán.

—No lo voy a hacer Príncipe Leviatán.

Dijo ella enchinando los ojos, sabiendo que el Príncipe Leviatán quería que le diera una identidad para desaparecer del inframundo.

—Que lastima, entonces supongo que a su abuela le gustará ver ese libro que Deamon me dio.

La Princesa desesperada, golpeó el pecho de Leviatán con su dedo índice en repetidas ocasiones, mientras dejaba de hablarle con formalidad. La Princesa Alessandra no dejaría que alguien la manipulara.

—Muéstrale el libro a quien quieras, a mí no me importa —Dijo llena de cólera mientras daba media vuelta—. Puedo esconderme de cualquier bruja o demonio.

—Pero no de Deamon —me sonrió—. Así que mejor dame una identidad y olvidemos que esto sucedió. Seguiré haciendo como que no te conozco.

—Yo lo sabía, eres un Demonio envidioso y tramposo.

—Solo dame lo que quiero y te dejaré tranquila ¿Te parece bien?

Leviatán extendió su mano izquierda para firmar un pacto con la Princesa Alessandra. Solo que la Princesa no estaba dispuesta a hacerlo; porque después el Príncipe la buscaría para pedirle más cosas.

En lugar de estrechar la mano, la Princesa colocó sus palmas juntas frente a su pecho mientras susurraba; sin quitarle la vista al Príncipe Leviatán: infernáculo,

Tras esa palabra, el Demonio Leviatán solo observó como la Princesa se desvanecía frente a él; sin que pudiera hacer algo para detenerla. Lo ultimó que recuerda Leviatán; es ver como los ojos de la Princesa se iluminaban totalmente de un azul que asemejaba; ese azul del fuego infernal.

Capítulo 16. La nueva vida de la Princesa Alessandra.

Lugar, fecha y hora del mundo humano, desconocidas.

Alessandra:

Cuando aparecí en el mundo humano, me di cuenta que estaba en un lugar completamente obscuro. A lo lejos podía ver una luz, la cual a simple vista se notaba que era una lámpara. Comencé a caminar hacia ella con cautela; no sabía en donde estaba, así que no sabía cómo reaccionaría la gente a mí.

Cuando llegué, supe que eso era una casa muy grande y lujosa porqué logré ver a un par de hombres custodiando la reja que daba acceso a la casa. No me acerqué a ellos porque tenían armas, reí que sería tonto hacerlo. Lo más seguro era que intentarían dispararme y llamaría la atención de más humanos.

Tuve que usar magia para entrar a la casa, en realidad solo llegué a la cocina porque no sabía a qué habitación debía conducirme. En el patio y en general; fuera de la casa había muchos guardias y perros custodiando el lugar. Fui muy sigilosa; porque no quería que me descubrieran.

Sabía que tenía que encontrar un cuerpo para poder esconderme, y pasar desapercibida con una identidad acorde a la época en la que estaba. Así que fui a la segunda planta; tenía la impresión de que ahí estarían las habitaciones, así que subí con mucho cuidado de no hacer ruido.

Abrí un par de puertas en las que no encontraba mucho más que estudios o salones con grandes ventanas, pero entonces; al abrir la última puerta del pasillo encontré a una chica recostada sobre una cama. Me adentré en la habitación, la ventana estaba abierta y el frio se colaba.

Secretos de Alfas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora